Imagen: WBFO
Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.Noche tras noche, en ciudades y pueblos de todo Estados unidos, la policía trata con brutalidad a los estadounidenses que ejercen pacíficamente los derechos que les otorga la Constitución. Millones de personas han visto videos de policías empujando a manifestantes, pateándolos, disparándoles con balas de goma y granadas de gas pimienta. Vemos con nuestros propios ojos que eso sucede, pero la policía y los líderes electos nos dicen que no creamos lo que estamos viendo:
- En Buffalo la policía dijo que un hombre de 75 años —que caminaba solo, sin hacer nada, y fue empujado por agentes provocando que cayera, se golpeara la cabeza contra el cemento y le empezaran a sangrar las orejas— "se había tropezado y caído".
- En Manhattan un repartidor de domicilios fue arrestado por hacer su trabajo durante el toque de queda aún cuando los repartidores tenían excepción para salir en esas horas. El Departamento de Policía de Nueva York dijo que lo detuvieron porque podía estar mintiendo sobre su trabajo.
- En D.C. la policía dijo que el personal de un medio de comunicación australiano que se encontraba en el lugar filmando una protesta cuando fue golpeado con escudos antidisturbios "no se distinguía fácilmente de los manifestantes violentos".
- En Erie, Pensilvania, la policía roció gas pimienta a una mujer que estaba sentada en la calle. Ella se cubrió los ojos con los dos brazos y, entonces, un policía la pateó en la cara.
- En Los Ángeles la policía disparó una bala de goma a la cara de un indigente en silla de ruedas. Una foto de la cara ensangrentada del hombre se volvió viral; el Departamento de Policía de Los Ángeles no ha querido hacer comentarios. Estos son solo algunos de los primeros incidentes que me llegan a la mente cuando recuerdo lo que vi; se grabaron en mi memoria justo en el momento en que los demás presentes y yo vimos aterrorizados lo que sucedía.