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guerras y conflictos

De Aylan Kurdi a Omran Daqnish: 6 millones de niños sufriendo en Siria y el mundo les ignora

La imagen de un niño herido en un barrio de Alepo es una buena excusa para recordar que hay millones de menores expuestas a la violencia de la guerra civil siria, dentro y fuera del país.
Fotograma de Omran Daqnish tras ser herido en un bombardeo el barrio de Qaterji de Alepo. (Imagen vía Alepo Media Center)

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La fotografía de Omran Daqnish ha dado la vuelta al mundo. Es la imagen de un niño sirio de cinco años con la piel grisácea por polvo de escombros mezclado con su sangre color rubí, que le brota de la cabeza sentado en una ambulancia.

Daqnish, víctima de un bombardeo de la coalición Assad-Rusia en el barrio de Qaterji de Alepo, va camino de convertirse un nuevo icono del sufrimiento de los más pequeños en las guerras, junto a la vietnamita Phan Thi Kim Ph'uc y la tragedia más reciente del también sirio Aylan Kurdi, un bebé kurdo ahogado cuando intentaba llegar a las costas griegas.

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El caricaturista político sudanés Khalid Albaih retrata en un dibujo el destino que aguarda a muchos de estos niños al huir o permanecer en un país que ya hace cinco años que sufre una terrible guerra civil.

— ALBAIH (@khalidalbaih)18 de agosto de 2016

Elecciones para los niños sirios… Si te quedas, si te vas.

De acuerdo a datos recabados por Unicef, hay 6 millones de Omran potenciales en Siria, y casi la mitad de esta cifra fuera del país; lo que eleva el dato a 8,5 millones de menores padeciendo los efectos del conflicto.

El verano ha recrudecido la guerra. Particularmente en Alepo, donde el pequeño Omran vive con su familia. El asedio sostenido por tropas gubernamentales a la parte este de la ciudad para cercarla y los ataques rebeldes para impedirlo dificulta el acceso de suministros básicos tanto a la zona controlada por el gobierno como la oposición.

El director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, exigió en un comunicado a la comunidad internacional que muestre con todos los niños sirios "la misma empatía" que con el pequeño Omran.

"¿No podemos ofrecer esa misma empatía a los más de 100.000 niños que están también atrapados en el horror de Alepo? Todos ellos están padeciendo cosas que ningún niño debería sufrir, ni siquiera ver", denunció.

Lake destacó que "la empatía no es suficiente porque debe ir acompañada de la acción". Y añadió: "Los niños de la edad de Omran en Siria no han conocido más que el horror de esta guerra librada por adultos. Todos debemos exigir que esos mismos adultos pongan fin a la pesadilla de los niños de Alepo".

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El pasado viernes, varias fuentes confirmaron la muerte del hermano mayor de Omran como consecuencia de las graves heridas padecidas en el mismo ataque.

"Ayer uno de nuestros compañeros nos envió una foto de otro niño. Le habían llevado al hospital después de un ataque aéreo. Llevaba el traje tradicional de Alepo que usan los niños para diferentes celebraciones, como los cumpleaños. Su chaqueta estaba totalmente desgarrada y llevaba una venda ensangrentada en la cabeza. Lo llevaron al hospital y finalmente murió a causa de las heridas", relata Helle Thorning-Schmidt, directora de Save the Children internacional a raíz de las imágenes de Omran.

Su organización pide un alto al fuego de 48 horas que permita introducir ayuda humanitaria.

Datos proporcionados por 69 hospitales y clínicas que cuentan con el apoyo de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el noroeste, oeste y centro de Siria apuntan a que entre el 30 y el 40 por ciento de los heridos atendidos en sus instalaciones son mujeres y niños. 150 al día. Y es tan sólo una parte de la tragedia, pues son sólo las cifras de aquellos que pudieron llegar al hospital.

'La empatía no es suficiente porque debe ir acompañada de la acción'.

"El número tan alto de mujeres y niños heridos, más de 900 cada semana, deja fuera de toda duda que zonas e infraestructuras civiles han sido blanco de ataques indiscriminados o expresamente dirigidos contra ellas a lo largo de las campañas militares de 2015", afirma en una nota de prensa de la ONG la doctora Joanne Liu, presidenta internacional de MSF.

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Algo especialmente preocupante y que deja a muchos de estos niños sin refugio alguno es el hecho de que los hospitales han dejado de ser santuarios de protección. El bombardeo del centro sanitario de Idlib apoyado por la organización de sanitarios hace 10 días es una prueba de ello, pues una de las partes afectadas por el ataque fue, precisamente, el departamento de pediatría.

¿Donde están los más de 10.000 niños refugiados que Europol da por perdidos?. Leer más aquí.

Por razones de seguridad, MSF no trabaja directamente en Siria, sino que presta su ayuda desde el lado turco, junto a una ONG de ese país. El jefe de misión de MSF en Siria, Carlos Francisco, recuerda una anécdota especialmente ilustrativa de una terapia colectiva llevada a cabo por la organización asociada.

"En una sesión de terapia de grupo que hicimos los niños dibujaban lo que para ellos significaba Siria. Los dibujos estaban llenos de aviones bombardeando y miembros mutilados. Esto da una idea del tipo de experiencias que viven en el otro lado de la frontera", cuenta Francisco a VICE News.

Otra anécdota espeluznante le vino de un trabajador de un orfanato en el noroeste del país en guerra. Enseñaban a los pequeños a detectar las minas, y les decían que cuando vieran un objeto sospechoso que corrieran a avisar a sus padres para que se pusieran en contacto con los equipos de desactivación. "¿Y qué pasa si no tenemos padres?", preguntó uno de los menores.

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No sólo es el dolor físico el que golpea a los pequeños. Un estudio llevado a cabo hace dos años con menores sirios refugiados en Jordania apuntaba a que más de un 26 por ciento de ellos se sentía "tan desesperado que no quería seguir viviendo".

Pues la guerra no es la única fuente de dolor para ellos. En su trayecto, los niños están expuestos a todo tipo de violencias por parte de las mafias, que, según cálculos de Europol, en 2015 ganaron entre 5.000 y 6.000 millones de dólares a costa de los refugiados. La explotación sexual y laboral de muchos de los menores formaría parte del negocio.

10.000 niños refugiados e inmigrantes han desaparecido en el último año en su tránsito por Europa, de acuerdo a cifras aportadas por la misma Europol.

Un dato matizable, pues incluye a menores no acompañados que habían sido inicialmente registrados por las autoridades de alguno de los países miembros y que posteriormente no pudieron encontrar, y no tiene en cuenta duplicidades y diferencias de criterios de registro en distintos países, afirman las agencias encargadas de su protección.

Según datos oficiales, un 40 por ciento del millón de refugiados que llegaron a Europa en 2015 eran menores, y de ellos un 10 por ciento llegaron solos.

Omran Daqneesh - I don't exist!

Aleppo is Hell.— Gianluca Costantini (@channeldraw)19 de agosto de 2016

UNICEF señala en su informe del mes de junio el tipo de medidas que intenta llevar a cabo para paliar la situación de los menores: ha vacunado a unos 20.000 niños contra la polio y suministró medios para garantizar su higiene a cerca de un millón. Casi 700.000 niños se han incorporado a la educación formal y más de 300.000 en sistemas educativos informales. Una gota en el desierto a añadir a lo que hacen las organizaciones enumeradas.

Un esfuerzo siempre insuficiente, pero que marca la diferencia.

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