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Este afroamericano de EEUU solicita asilo en Canadá para huir de la brutalidad policial

“Canadá no está asesinando a negros a la misma y alarmante velocidad a la que lo está haciendo Estados Unidos”, señala Kyle Lydell Canty, un afroamericano que persigue el estatus de refugiado en Canadá.
Imagen vía CBC
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"Canadá no está asesinando a negros a la misma y alarmante velocidad a la que lo está haciendo Estados Unidos", señala Kyle Lydell Canty, un afroamericano que persigue el estatus de refugiado en Canadá.

Canty compareció el jueves pasado ante la oficina de Inmigración del Canadá (IRB en sus siglas inglesas). Se personó solo y se representó a sí mismo, ya que como ciudadano extranjero que es no tiene derecho a asistencia legal. Se espera que la IRB emita su resolución en un plazo de seis semanas.

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Canty cruzó la frontera el pasado mes de septiembre para visitar el Canadá y hacer algunas fotografías. "En aquel momento no tenía claro que quisiera pedir asilo como refugiado", cuenta a VICE News. Dos días más tarde, ya no tenía dudas.

Durante su comparecencia ante el IRB Lydell expuso evidencias para probar cuáles es, a su juicio, la situación de los derechos humanos en su país, Estados Unidos. Lydell se personó con vídeos propios y con otros en los que se mostraban experiencias de acoso policial. Y también llevó varios artículos de prensa y el manual del Alto Comisionado de Ayuda al Refugiado de Naciones Unidas (ACNUR) que determina los requisitos para que alguien merezca la consideración de refugiado.

Una década después del Katrina, la brutalidad policial sigue azotando Nueva Orleans. Leer más aquí. 

"Entonces presenté las evidencias específicamente referidas a mí. O sea, documentos que prueban que he sido arrestado arbitrariamente, sin fundamento alguno, y evidencias de las extorsiones que he padecido a manos de departamentos de policía y de tribunales", cuenta.

Lydell es neoyorquino, pero ha vivido en Arizona, Texas, Arkansas, Washington, Oregón, Pensilvania y Florida. No ha dejado de desplazarse de un sitio a otro, en parte debido a sus problemas con la policía.

Si regresara a Estados Unidos debería de enfrentarse a cargos de alteración del orden público, acoso, amenazas e intimidación — Lydell señala que ninguno de esos cargos es delito y que todos son falsos.

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Canty cuenta que fue juzgado en Nueva York en rebeldía después de que se negara a acudir a su propio juicio una vez exigió que este se celebrara ante un jurado. La petición le fue denegada. Canty fue juzgado por sendas faltas: oponer resistencia ante su detención y por lenguaje obsceno — asegura que se le ha denegado sistemáticamente el derecho a ser juzgado ante un tribunal.

Para empezar, el 99 por ciento de las veces los policías de Estados Unidos te detienen sin motivo suficiente", cuenta. "Se trata de una situación de registro ilegal y de confiscación arbitrarios".

Lydell asegura que sus experiencias con el sistema judicial estadounidense le han llevado a "reunir el conocimiento necesario para comunicar a cada negro de Estados Unidos cómo denunciar adecuadamente a su gobierno y a cualquier otro gobierno que desee seguir los pasos de Estados Unidos".

"Nunca he reconocido ninguno de los cargos de los que se me acusa. Son todos falsos", confiesa Canty. "Yo creo que la policía detiene a negros arbitrariamente todo el tiempo".

Cuando estaba en Tucson, por ejemplo, Canty fue detenido por comportamiento sospechoso en la vía pública, cuando lo que hacía era ejercitarse a primera hora de la mañana. Según su versión fue a cruzar un paso de peatones que estaba en verde cuando un agente le interceptó y le pidió que le mostrara su carné de identidad. A su juicio, el único motivo para detenerle es su raza.

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Lydell logró poner en marcha una acción contra el FBI a través del tribunal del distrito de Oregón. Lydell acusaba a la agencia estadounidense de no haber investigado los presuntos abusos de sus derechos civiles, por parte del departamento de policía de Tucson y del de Rochester. La denuncia fue sobreseída en septiembre — el motivo fue que no era lo suficientemente específica.

Es muy poco habitual que ciudadanos estadounidenses exijan asilo político en Canadá. Según las cifras más recientes del IRB entre enero y junio de 2015 solo han sido aceptados 2 de los 71 solicitantes que lo han pedido. En 2014 solo se aceptó una solicitud de entre 166.

"He hablado personalmente con más de una docena de estadounidenses que han pedido asilo político. A menudo a la gente le cuesta creer que lo hagan, porque se imaginan que los refugiados vienen de otros lugares", cuenta Harsha Walia, co-fundadora de No One is Illegal, en Vancouver.

"Pero la verdad es que hay muchos estadounidenses que buscan refugio en Canadá — un montón de negros y de gente de otras razas que se padecen los estragos de la violencia racista. Y también muchas mujeres que exigen el asilo porque en muchos estados de Estados Unidos las leyes de violencia doméstica son realmente débiles", añade Walia.

Tiroteo en Ferguson durante la marcha en honor al joven asesinado hace un año. Leer más aquí. 

Para obtener el estatus de refugiado en Canadá el solicitante debe de probar que en su país es incapaz de encontrar la protección necesaria para su caso. Sin embargo el umbral de evidencias que hay que presentar a tal efecto es muy exigente, explica Efrat Abel, profesora de derecho en la universidad Allard de la Columbia británica.

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"Incluso en casos de extremas formas de discriminación — como la violencia o el acoso — puede que no sea considerado "acoso" en el estricto sentido legal de la palabra", cuenta Abel. "Se trata de una exigencia legal onerosa que dificulta que muchas solicitudes puedan prosperar".

Además, Estados Unidos está considerado como un país de origen determinado en Canadá, lo cual significa que el gobierno del país no lo considera como país que produzca refugiados regularmente ni que vulnere los derechos humanos.

"Yo creo que si todos los casos registrados hasta ahora son un indicador, pues, desgraciadamente, será rechazado. Pero su caso será denunciado. Allí es donde la presión colectiva puede surtir efecto", razona Walia.

Canty dice que él teme por su vida porque "los policías me amenazan, se presentan en mi casa, golpean contra mi puerta… Y porque disparan y matan a negros. Tan simple como eso.

"Me he comunicado con policías canadienses y son muy distintos a los estadounidenses", comenta. "No soy tan estúpido como para imaginarme que en Canadá no existe el racismo, porque Norteamérica es un lugar con antecedentes racistas considerables".

"En cualquier caso, para mí Canadá es un lugar mucho más seguro que Estados Unidos", concluye.

Sigue a Tamara Khandaker en Twitter: @anima_tk