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VICE World News

'Haced lo que queráis con los civiles': altos oficiales de Birmania son acusados de crímenes de guerra en vísperas de la visita de Obama

Mientras los líderes mundiales llegan a Myanmar esta semana, las nuevas acusaciones de crímenes de guerra contra los militares del país han surgido en un informe detallado.
Imagen vía Thai Government

En vistas de las próximas elecciones generales previstas para 2015, y con la esperada llegada a Birmania (Myanmar) de los líderes mundiales, incluido el Presidente Obama, el gobierno del ex Estado paria tenía la esperanza de poder mostrar al mundo lo lejos que había llegado el país en cuestiones de democracia. En lugar de ello, estará llevando a cabo su defensa por los cargos de crímenes de guerra por los que ha sido acusado.

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Según un nuevo informe publicado por la Universidad de Harvard, el ejército birmano lanzó ofensivas en el este del país entre 2005 y 2006, que han sido calificadas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, y sugiere que hay pruebas suficientes para procesar a tres altos mandos del ejército — uno de los cuales es un ministro del gobierno actual.

La publicación de este informe llega en un momento en que Birmania tienen todas las miradas puestas en ella, debido a la inminente llegada de los líderes mundiales a la capital birmana de Naypyidaw el miércoles para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a pocos días del G20, que tendrá lugar en Brisbane, Australia, el 15 de noviembre.

Las conclusiones del informe, titulado "Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad en Myanmar Oriental", fueron recopiladas por investigadores de la Clínica Internacional de Derechos Humanos, un grupo especializado en estos asuntos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard (CIDH). El estudio se centra en las ofensivas cometidas por el Tatmadaw (el ejército birmano) entre 2005 y 2008, concretamente contra la guerrilla de la minoría Karen en el municipio de Thandaung al norte del Estado de Kayin, en diciembre de 2005 y enero de 2006. El conflicto entre el ejército Tatmadaw y los grupos armados de la etnia Karen empezaron después de que el país se independizara de Reino Unido en 1948. Se estima que actualmente más de 120.000 refugiados, que escaparon de la violencia, viven en campamentos en la frontera entre Tailandia y Birmania.

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Los crímenes de guerra presuntamente cometidos en el municipio de Thandaung incluyen el ataque y el desplazamiento de civiles, la destrucción y apropiación de propiedades, la esclavización de la población, la violación, ejecuciones extrajudiciales, tortura, violaciones y persecución. Estas operaciones supuestamente fueron llevadas a cabo por dos unidades del ejército birmano, el Comando Regional Sur del ejército birmano (Southern Regional Military Command) y la División de Infantería Ligera 66 (Light Infantry Division 66).

Bugher, autor de la investigación dijo, sin embargo, que el objetivo del informe no era prescribir un procedimiento de acción. "No estamos exigiendo una acusación o una detención. Instamos a un debate transparente que implique a todas las partes interesadas y a las personas… que sufrieron las consecuencias de la conducta militar".

El informe se centró exclusivamente en un municipio como consecuencia de las restricciones de acceso geográfico en el país, no obstante, sus autores consideran que las conclusiones representan una "pequeña fracción" de los abusos perpetrados por el ejército Tadmadaw durante el conflicto.

El informe detalla la estrategia militar que se utilizó para prohibir a las guerrillas étnicas el acceso a los suministros básicos y a bases de apoyo. También describe un sistema de clasificación geográfica que empleaba el ejército, bajo el cual se dividió el territorio en tres categorías: zonas negras, marrones y blancas. Las "zonas negras" estaban controladas por rebeldes y cualquier individuo que se presentara allí era considerado como "el enemigo" y, por consiguiente, objetivo de ataque legítimo.

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"En estas zonas negras, en particular, los soldados dispararon morteros contra los pueblos, dispararon contra civiles que huían, destruyeron casas de civiles y colocaron minas en ubicaciones concretas, lo cual indica una clara intención de provocar víctimas civiles, además de otras formas abusivas de conducta", afirma la investigación. "Un ex-soldado recuerda que se les dio permiso para 'hacerles lo que quisieran' a los civiles en las zonas negras.

En las zonas marrones, por otra parte, los aldeanos eran forzados a trabajar como porteadores (la práctica de utilizar a los presos o esclavos para transportar material del ejército). Bugher afirma que, si bien el informe menciona a tres figuras de autoridad principales, hay al menos otros 25 soldados más de menor rango que podrían ser acusados con cargos similares.

"Sería ingenuo decir que nada ha mejorado, ya que por lo menos en el estado de Karen, ha habido una reducción de los abusos contra los derechos humanos que está relacionada con la disminución de los conflictos armados. Los abusos de los derechos humanos no son únicamente consecuencia de los conflictos, sino también de la militarización, y ambos nos preocupan seriamente. A veces aparece un nuevo comandante y sanea la situación. Por ejemplo, ha habido una notable reducción del trabajo forzoso en ciertas áreas", dijo a VICE News.

Sin embargo, afirma Bugher, la principal preocupación sigue recayendo en la presencia de los conflictos armados en varios frentes de todo el país y en como lidiar con el hecho de que "se ponga en entredicho la sinceridad del movimiento de reforma".

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"Estamos profundamente preocupados por los abusos continuados en lugares como el estado de Kachin y el norte del estado de Shan, además de otros puntos donde hay una fuerte militarización", añadió Bugher.

Las conclusiones de la investigación fueron presentadas al Subsecretario de Defensa de Birmania Kyaw Nyunt el pasado 5 de noviembre. La conversación del encuentro, dice Bugher, fue sustancial, pero "no llegaron prácticamente a ningún acuerdo sobre los puntos planteados", con Nyunt alegando que las conclusiones del informe eran "unilaterales e imprecisas". Esta opinión fue compartida por otros altos funcionarios, cuyos puntos de vista sobre el informe resultaron fundamentalmente contrarios [a los de la CIDH] sobre la manera de abordar esas preocupaciones", según Bugher.

La ONG de defensa de los derechos humanos Fortify Rights también se ha pronunciado al respecto y ha lanzado dos importantes declaraciones — por un lado, pidiendo el fin de los crímenes de guerra en los conflictos en los estados del norte de Shan y Kachin, y por el otro, alegando la complicidad oficial que existe sobre la trata de personas de la minoría apátrida de los Rohingya.

La situación de los derechos humanos en Birmania será el tema central de debate en la cumbre de la ASEAN y se ha generado una gran expectación entorno a los comentarios que pueda compartir el Presidente Obama al respecto.

Hasta hace poco, los pasos dados en el proceso de la tan alabada reforma de Birmania, habían conseguido que el país fuera considerado un caso de éxito de la política exterior de la administración Obama.

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Desde el primer discurso de Obama en Birmania en noviembre de 2012, las cosas se han deteriorado considerablemente, con retrocesos en áreas clave, tales como la libertad de prensa, los presos políticos, y los derechos humanos. Ha habido pocos avances en el diálogo del alto el fuego en todo el país —, así como la enorme crisis humanitaria y la grave negación de los derechos fundamentales a la que se enfrenta la minoría apátrida de los Rohingya en el Estado de Rakhine.

Recientemente se ha lanzado una campaña de Twitter bajo el lema #justsaytheirname (#solodisunombre), instando a Obama a usar la palabra "Rohingya" para que reconozca la existencia de las personas a las que el gobierno central de Birmania ha negado categorización oficial. La campaña, iniciada por United to End Genocide (Unidos para Acabar con el Genocidio) contribuye a la creciente presión sobre el presidente de Estados Unidos para que haga referencia a la situación interna de los derechos humanos cuando hable en Birmania.

Las primeras elecciones democráticas del país están previstas para finales de 2015. La ganadora del Premio Nobel de la Paz e icono de la Democracia Aung San Suu Kyi, tiene prohibido presentarse como candidata a la presidencia debido a una cláusula en la Constitución de 2008 reescrita por el ejército y, dicho sea de paso, sin una aparente rectificación sobre la misma en el horizonte.

Suu Kyi dio una conferencia de prensa el 5 de noviembre tras las conversaciones históricas que mantuvo junto al presidente Thein Sein, jefes del ejército y otros líderes políticos. La Nobel de la Paz se expresó de forma atípicamente elocuente sobre el proceso de reforma.

"Creemos que ha habido momentos en que el gobierno de Estados Unidos ha sido demasiado optimista sobre el proceso de reforma", según informó Suu Kyii a Reuters. "Si estudiasen realmente la situación en este país, sabrían que este proceso de reforma comenzó a estancarse a principios del año pasado", añadió. "De hecho, me gustaría desafiar a aquellos que hablan tanto sobre el proceso de reforma y preguntarles, ¿Qué medidas significativas para la reforma se han tomado en los últimos 24 meses?"

Sigue a Kayleigh Long en Twitter: @ayleighk