Arabia Saudí planea ejecutar a más de 50 presuntos terroristas

Arabia Saudí planea ejecutar a más de 50 personas acusadas de terrorismo. Así lo han anunciado esta semana sendos rotativos de la millonaria monarquía. Se cree que la medida es una advertencia para disuadir a posibles yihadistas de atacar al reino.

Según informó ayer el periódico local Okaz, al menos 51 personas están a la espera de ser ejecutadas por "delitos de terrorismo", que habrían matado a más de 100 civiles y a 71 miembros de las fuerzas de seguridad. El periódico no especificaba cuándo iban a suceder las ejecuciones.

El lunes, el periódico semi-oficial al-Riyadh informaba que 52 personas serán ejecutadas en breve. Horas más tarde, sin embargo, la noticia desapareció de su página web sin mediar explicación alguna.

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Algunos de los que se exponen a ser ejecutados son afiliados de Al-Qaeda, según informa Okaz. Otros son oriundos de Awamiya, una ciudad mayoritariamente chiita, enclavada en la provincia Oriental del país, un lugar donde el gobierno ha prohibido las manifestaciones a favor de los derechos humanos. Los habitantes de Awamiya, reaccionaron a la noticia bloqueando las carreteras por las que se llega su ciudad. Los activistas locales informaron que la barricada se había formado a partir de haber prendido fuego a residuos y basura.

Los diplomáticos concentrados en Riad, la capital, han anunciado que Arabia Saudí no ejecutará a los chiitas encarcelados después de las protestas desatadas. La mayoría de los habitantes de Arabia Saudí, entre 15 y 20 millones, son musulmanes suníes.

Los presuntos militantes de Al-Qaeda se enfrentan a cargos de intentar derrocar al gobierno y de llevar a cabo ataques con ayuda de pequeñas armas, explosivos y misiles superficie-aire, según informa Okaz.

Un prisionero fue acusado de intentar comprar artefactos nucleares en Yemen por valor de 1.5 millones de dólares para hacerlos explosionar, presuntamente, en Arabia Saudí.

Los cargos contra los residentes de Awamiya incluyen sedición, atentados contra las fuerzas de seguridad, además de interferir en Bahréin, el país vecino, donde se han producido toda suerte de sublevaciones sociales desde 2011.

Arabia Saudí ya ha ejecutado a más de 150 personas en lo que llevamos de año, la mayoría decapitadas públicamente. Se trata de la cifra de ejecuciones más elevada de los últimos 20 años, según ha denunciado este mes Amnistía Internacional.

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La monarquía saudí ha sentenciado a muerte a las decenas de personas condenadas en los últimos años por su implicación en los atentados perpetrados en el país por Al-Qaeda entre 2003 y 2006, y en 2009.

Los seguidores de Estado Islámico han matado igualmente a decenas de personas en Arabia Saudí a lo largo del último año. Los yihadistas han coordinado una serie de bombardeos en mezquitas y han disparado contra miembros de la minoría chiita musulmana, a oficiales de seguridad y a expatriados occidentales.

La organización yihadista ha hecho un llamamiento público a sus seguidores en Arabia Saudí, para que estos se queden en casa y dirijan sus atentados contra objetivos saudíes, en lugar de trasladarse al Califato, que los terroristas autoproclamaron en 2014 y cuya capital es la ciudad siria de Raqqa.

La policía saudí ha detenido ya a centenares de simpatizantes de la organización yihadista. Además, el gobierno del país se ha sumado a la coalición internacional que está bombardeando los objetivos de EI en Siria. Riad también ha decidido emplazar a todo el clero afín a su régimen, a denunciar en sus discursos la ideología yihadista.

Los tribunales saudíes también han sentenciado este año a muerte a siete hombres chiitas acusados de sedición. Estos habrían formado parte de las manifestaciones a favor de la democracia y habrían atacado a la policía, durante las protestas en contra de la discriminación celebradas entre 2011 y 2013.

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Dos de esos hombres eran menores cuando se celebraron las manifestaciones. El hecho de que hayan sido sentenciados a muerte públicamente para que la gente pueda asistir a su decapitación ha desatado el clamor internacional.

La última vez que Arabia Saudí llevó a cabo ejecuciones en masa por atentados contra su seguridad, fue después de que un grupo de militantes islamistas atacaran la gran mezquita de la Meca en 1979.

De momento, los únicos ejecutados por los atentados de Al-Qaeda en el reino han sido dos individuos procedentes del Chad. La organización terrorista afgana ha perpetrado varios atentados en Arabia Saudí durante la última década, que han dejado un reguero de centenares de muertos.

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