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VICE World News

El asesinato de una mujer transexual desata tensiones en Filipinas frente a la presencia militar de EEUU

Un infante de la Marina estadounidense es acusado de asesinar brutalmente a una mujer transexual filipina en un caso que podría poner en peligro los acuerdos militares entre los dos países.
Foto de Aaron Favila/AP

El ejército de Estados Unidos entregó el miércoles al marine estadounidense acusado de matar a un mujer transexual filipina de 26 años, un caso que ha generado una fuerte tensión entre los dos países.

El soldado Joseph Scott Pemberton es acusado de haber asesinado a Jennifer Laude, anteriormente conocida como Jeffrey, ahogándola en el baño de un motel el pasado 11 de octubre tras una sesión de formación cerca de una antigua base naval estadounidense en la bahía de Subic, a unos 80 kilómetros (50 millas) al noroeste de Manila.

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Este horrible crimen ha ocurrido en un momento especialmente delicado para las relaciones entre Estados Unidos y Filipinas. Filipinas está presionando políticamente para conseguir que la antigua colonia estadounidense deniegue a Estados Unidos el acceso a las bases militares.

Pemberton estuvo detenido a bordo del USS Peleliu en la bahía de Subic hasta que fue trasladado en helicóptero a una base de Manila.

"Ambos países acordaron retenerle en una instalación que pasará los estándares de custodia de Estados Unidos", dijo el secretario de Defensa de Filipinas, Voltaire Gazmin, a Associated Press. "Estamos contentos con estas medidas porque Pemberton es sospechoso de un crimen cometido en nuestro país".

El miércoles por la tarde, Marc Sueselbeck, prometido de Laude, escaló una cerca que rodea el recinto donde está recluido Pemberton y entró en un área restringida.

Según el Tratado sobre Fuerzas Visitantes (VFA), que permite a las fuerzas estadounidenses llevar a cabo operaciones militares en el país, Filipinas puede procesar a militares estadounidenses en los tribunales locales, no obstante, los procesados deben quedar bajo custodia estadounidense "desde la comisión del delito hasta la finalización de todos los procedimientos judiciales".

El acuerdo ha sido mutuo y se ha diseñado, en parte, para evitar juicios manipulados en un país donde los procesos judiciales pueden no coincidir con los de Estados Unidos.

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Gregory Poling, experto en política exterior de Estados Unidos en la región de Asia y el Pacífico para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dijo a VICE News que la decisión de mantener a Pemberton bajo custodia estadounidense podría ser controvertida.

"El mayor inconveniente de negarse a entregar a los miembros del servicio de EE.UU a las autoridades filipinas es que crea la percepción, justificada o no, de que ningún soldado estadounidense será encarcelado por ningún crimen cometido, debido a la presión política de Washington", señaló Poling.

La decisión de entregar a Pemberton, de 19 años, a las autoridades filipinas posiblemente fue influenciada por el caso de Daniel Smith, un marine estadounidense acusado de violar a una mujer filipina en 2004.

El caso de Smith tuvo lugar en la bahía de Subic. Smith estuvo retenido en la embajada de Estados Unidos en Manila hasta que un tribunal de apelaciones local anuló su condena en 2009, permitiéndole abandonar el país en medio de protestas antiamericanas.

Varios testigos dijeron que Laude y Pemberton se conocieron en una discoteca el 11 de octubre, y que les vieron entrar juntos en la habitación de un motel esa misma noche. Pemberton supuestamente abandonó el motel tan sólo media hora después de su llegada.

Según informa Reuters, la autopsia reveló que Laude murió por asfixia causada por ahogamiento. La policía filipina confirmó que encontraron a Laude en el cuarto de baño y que al parecer había sido ahogada en el lavabo.

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La policía local acusó a Pemberton de asesinato el 15 de octubre, y dos días después el gobierno de Filipinas mandó cinco citaciones judiciales a la Embajada de Estados Unidos - una para Pemberton, y cuatro más para los presuntos testigos del crimen. Los cuatro marines asistieron a una audiencia ante el Tribunal celebrada el martes, a la que Pemberton no compareció.

"En base a declaraciones de dos de los testigos, creemos que tenemos un caso grave en contra de la marina estadounidense", declaró Pedrito delos Reyes, jefe de policía de la ciudad de Olongapo, donde se encontró el cuerpo de Laude.

Expertos regionales apuntan que el incidente podía tener consecuencias geopolíticas significativas para los EE.UU.

"El asesinato de Jennifer Laude ha sacado a relucir los malos recuerdos de muchos filipinos a causa de los inconvenientes ocasionados por la presencia de bases estadounidenses en Clark y en la bahía de Subic a principios de los 90 - debido a que durante esos años se incrementó la delincuencia y la impunidad, o por lo menos la percepción de las mismas, en comunidades cercanas a las bases estadounidenses", señaló Poling.

El ejército estadounidense fue expulsado del país en 1992, después de que el Senado de Filipinas votara no renovar el Acuerdo de Bases Militares, acuerdo que se firmó originalmente en 1947. Esta decisión puso fin a casi un siglo de ininterrumpida presencia militar estadounidense en el país. (Un Tratado de Fuerzas Visitantes ratificado en 1999, sin embargo, permitió temporalmente el acceso de los americanos a las bases, y tras el 9/11 se llevaron a cabo operaciones antiterroristas conjuntamente entre el ejército estadounidense y el filipino).

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Debido a los crecientes movimientos agresivos por parte de China en el Mar de China Meridional, a EE.UU le interesa mantener su presencia militar en Filipinas y evitar que sus tropas sean expulsadas de nuevo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama visitó Filipinas en abril de este año para negociar un nuevo Tratado de Mutua Defensa (MDT, Mutual Defense Treaty) para los próximos 10 años — El Acuerdo Ampliado de Cooperación de Defensa (EDCA) — que permitiría a miles de tropas estadounidenses estacionar en Filipinas y concedería a Estados Unidos un mayor acceso a las bases militares de Filipinas.

Desde entonces, los grupos de la izquierda política filipina contrarios a la presencia militar estadounidense han impugnado el acuerdo en el Tribunal Supremo del país. Tras el asesinato de Laude, algunos políticos filipinos, entre ellos la importante senadora y ex candidata presidencial Miriam Defensor Santiago, han pedido también revisiones del VFA entre los dos países.

"Filipinas está enormemente condicionada por la opinión pública", reiteró el coronel de la Fuerza Aérea Carl Baker, quien actualmente investiga la situación de Filipinas como director de programas en el CSIS Pacific Forum, informó el Marine Corps Times. "Este tipo de incidentes realmente tienen un gran impacto en la forma en que los filipinos ven su relación con los Estados Unidos."

La autoridad del VFA se ha ido erosionando en los últimos años. Después de la exitosa apelación del caso de Daniel Smith en 2009, el Tribunal Supremo de Filipinas declaró que el personal estadounidense condenado debería cumplir cualquier condena bajo custodia filipina.

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Funcionarios de Defensa de Filipinas han reconocido recientemente que el EDCA posiblemente no se firme hasta de aquí unos años, lo que indica un retroceso en las relaciones entre ambos países.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, destacó el lunes que la investigación del asesinato no debería tener nada que ver con las relaciones diplomáticas.

"¿Por qué deberíamos derogar el VFA? A decir verdad, mencionen cualquier país en el que no se den crímenes. ¿Y debería ser el pecado de una persona el reflejo de todo el país? No lo creo", dijo Aquino a la Associated Press .

El Secretario de Estado John Kerry ha dicho que Washington no busca ningún "privilegio especial" para Pemberton, únicamente la protección de sus derechos.

"Aunque el caso llegue a gestionarse adecuadamente tanto por Washington como por Manila, no va a ser suficiente para desviar la atención del nuevo Acuerdo Ampliado de Cooperación de Defensa (EDCA), pero claramente no va a ayudar", dijo Poling.

"Si se entiende que la misión de Estados Unidos debe ser la de proteger a un miembro del servicio militar estadounidense de ser acusado judicialmente, entonces el Tribunal Supremo de Filipinas podría izar legítimas banderas rojas, debido a que si el actual Tratado sobre Fuerzas Visitantes no puede garantizar que las tropas estadounidenses se enfrenten a la justicia en Filipinas, entonces "cómo podría evitarlo el EDCA?", expuso Poling. "Ante lo que muchos filipinos consideran cada vez más como una amenaza militar abierta de China, esto es algo que Manila no debería poder permitirse."

Sigue a Olivia Crellin en Twitter: @OliviaCrellin