Jeremy Hansen en el alto Ártico en una foto tomada en 2013 por la agencia espacial canadiense.
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Jeremy Hansen: Estoy muy implicado en el proceso de selección, y la verdad es que tenemos a muchos y grandes canadienses capaces de hacer este trabajo. Ya anticipamos que contrataríamos a dos el próximo verano, de manera que se trata de una tarea abrumadora. La NASA también me ha pedido que sea el supervisor de la nueva clase de astronautas, no solo de los canadienses, sino también de los estadounidenses, de manera que también seré responsable de todo eso.Ni qué duda cabe de que me lo tomo muy en serio. Tengo que ser parte del equipo que lidere su entrada en la familia y asegurarme de que disponen de las oportunidades necesarias para prepararse en el espacio.
Nosotros hablamos de ambientes análogos para referirnos a ellas. Nuestra intención es poner a los astronautas en situaciones lo más parecidas a lo que se encontrarán. Aquí, en la Tierra, pueden crearse grandes simulaciones que reproducen la experiencia de conducir una nave espacial, la de reparar algo o hasta la de aprender a caminar por el espacio. Claro que lo que tienen las simulaciones es que una vez terminas sabes que volverás a casa con tu familia. No vas a morir en un simulador.
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Así que buscamos reproducir lo que yo he bautizado como experiencias operacionales, donde proyectamos a los astronautas en escenarios de exploración reales. Por mucho que no sea el espacio, se trata de operaciones cuya gestión de riesgos es exactamente como estar en el espacio exterior. Son experiencias en las que también acudimos a la aviación. Embarcamos a los astronautas en naves de alto rendimiento y les hacemos volar, puesto que sabemos que tal es una tarea operacional, y que tus acciones tienen consecuencias severas cuando algo sale mal. O sea, que la presión es real, no simulada.Otra cosa en la que estamos invirtiendo muchas horas es el trabajo en equipo. Si pones a seis personas en una lata de sardinas durante seis meses, existe una dinámica a tiempo real que tiene que formarse allí. Queremos que la gente negocie esas situaciones estando ya en Tierra.¿Cuál ha sido el escenario más peligroso en que has estado?'Yo creo que en la próxima década ya existirá el turismo espacial'.
Sin lugar a dudas, uno de ellos fue una expedición a una cueva en Cerdeña que organizamos con la agencia espacial europea. Había un montón de riesgos, y tenías que estar alerta todo el tiempo. Cuando estás en una cueva, si tienes un accidente es muy complicado organizar el rescate. Nos contaron que cada hora en que nos adentrábamos en la cueva, equivalía a un día más de rescate en camilla. Y nos adentramos en la cueva durante horas. El único momento en que podías bajar la guardia era cuando estabas dentro de tu saco de dormir, en la tienda de campaña.
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Hay una misión prevista y negociada, el día de lanzamiento todavía no ha sido determinado, pero será en algún momento entre ahora y el año 2024 nada menos. Entonces viajaremos a la estación espacial. Lo que es más importante es que las cosas están cambiando en el espacio. Y que van a salir nuevas oportunidades. De ahí que estemos reclutando a astronautas.¿Te refieres a viajes privados al espacio? ¿Cómo crees que serán?
Exactamente. Es una idea que me encanta. Significa que en la próxima década vamos a asistir a un crecimiento fulminante, la gente no se lo va a creer, será una década completamente diferente, plagada de cambios revolucionarios. La industria espacial será mucho mayor.Así que se acercan grandes cambios…
Sí. Y grandes desafíos. Pero creo que todas estas aventuras serán posibles y que vamos a tener que adaptarnos rápidamente. Yo creo que en la próxima década empezará el turismo espacial, y eso será algo muy bueno para la humanidad. Cuánta más gente deje la Tierra y la pueda ver desde el espacio exterior, mejor para nosotros.
Nunca nadie me ha ofrecido la oportunidad de viajar más allá del sistema solar. ¿Sabes algo de tecnologías en desplazamiento por curvatura que yo no sepa?¡Ojalá supiera!
A mí la idea de caminar por la Luna me sigue entusiasmando. Es algo que siempre he querido hacer, desde que era chiquito. Mi mujer y yo nos quedamos mirando la Luna el otro día y nos preguntamos cómo sería si yo estuviera allí arriba y la mirara a ella, que estaría aquí abajo. Sería una experiencia humana incomparable.Yo creo que Marte terminará siendo explorado, siempre lo he pensado. Me he pasado la vida convencido de que pasaría después de que me hubiese retirado, pero nunca lo sabes. Me encantaría ser un explorador de Marte — quedan todavía muchos misterios por resolver allí arriba, y es un planeta que tendría sentido visitar. Me gusta pensar en la idea de que la Humanidad tenga un comodín en el bolsillo de atrás, una carta que le permita salvarse en caso de que padezcamos algún desastre natural considerable. Colonizar otros planetas del sistema solar sería una hermosa solución.Sigue a Kate Lunau en Twitter: @katelunauSigue a VICE News en Español en Twitter: @VICENewsEs