Imagen vía Jalil Rezayee/EPA
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"Hay una gran demanda de azafrán afgano", aseguró Bashir Ahmad Rashidi, líder de la empresa Ariana Saffron Company, la cual exporta a países de todas partes del mundo, desde Francia y Turquía, hasta India y Estados Unidos.Además, la cosecha de las flores es una fuente de empleo para muchas mujeres en un país que no ofrece demasiadas fuentes de trabajo para el sexo femenino."Estamos muy felices con el cultivo de azafrán porque ha abierto el campo laboral para las mujeres", dijo Khanum Rassoli, quien está a cargo del equipo recolector de la empresa Ariana Saffron. "Son en su mayoría mujeres quienes se encargan del cultivo y el proceso".
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Una vez que las flores son recolectadas, los pequeños estigmas naranjas —parte de las flores que recibe el polen para la fecundación— son separados a mano para después dejarlos secar. Se necesitan cerca de 450.000 estigmas para producir solamente un kilogramo de la fragante especia.Afganistán produce cuatro toneladas de azafrán cada año aproximadamente, una cifra eclipsada por las más de 200 toneladas que produce Irán; sin embargo, los afganos continúan luchando para alcanzar a sus vecinos iraníes."Durante los últimos dos años, hemos visto que el azafrán ha tenido un impacto positivo en la economía de las familias y nuestro país", dijo Rashidi desde su oficina en la antigua ciudad de Herat.Hablamos con uno de los mayores narcotraficantes de la deep web. Leer más aquí.
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El opio es otro reto, es el producto más exportado de Afganistán. Los programas gubernamentales y los donantes occidentales son de gran ayuda, pero aún falta mucho antes de vencer las redes de tráfico de drogas, incluyendo aquellas controladas por los talibanes.El Banco Mundial estima que más de 6.000 campesinos en Herat ya son productores de azafrán y las últimas cifras de Naciones Unidas indican que el cultivo de opio cayó en la misma ciudad, de la misma forma que en otra provincia de Farah.