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VICE World News

Una banda de rock prohibida en China le dedica un disco al fútbol galés para eludir la censura

Los Birdstriking escribieron su proscrita canción Monkey Snake en 2012. Entonces criticaban la censura de las autoridades chinas. Cuatro años después, la banda ha perdido su espíritu subversivo y le dedica su segundo disco a un club de fútbol.
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Se llaman Birdstriking, son una banda de indie china y su álbum de debut, publicado en 2012, hablaba sin tapujos de la propaganda del gobierno, de los lavados de cerebro de las instituciones y de la censura. Y claro. Fue prohibido por el Ministerio de Cultura. Hoy, cuatro años después, Birdstriking acaba de salir del estudio de grabación con un nuevo álbum bajo el brazo. Esta vez sus miembros aseguran haber sido más juiciosos, haberse autocensurado y no haber puesto el dedo en la llaga para complacer a las autoridades de su país. Así que, a falta de denunciar nada, han decidido dedicar todas sus canciones a un club de fútbol galés: el Swansea City, nada menos.

La banda ha admitido que "no pueden solucionar ni cambiar las cosas", y menos aún intentando que el gobierno tenga que fiscalizar su música. De hecho, ya han anunciado que están hartos de que las autoridades del país les hagan la vida imposible.

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Y para demostrar que su estilo ha cambiado, y que ahora se han suavizado, han apostado por grabar una versión de la canción Indian Summer, de los Beat Happening, inspirada en el Swansea. El guitarrista de la banda, Wang Xinjiu ha reescrito el tema original, de 1988 en mandarín, y lo ha reconvertido en un homenaje en todo regla a uno de sus ídolos, el exentrenador del club de fútbol galés, Garry Monk.

En contraste con el nuevo rumbo deportivo de la banda, Monkey snake, la canción que motivó que el primer álbum de la banda fuera prohibido, provocó que el portal musical Noisey les describiera como "la respuesta del indie al controvertido y poliédrico artista plástico y conceptual chino Ai Weiwei". En sus letras se leían estrofas que rezaban: "Tienes las mentiras, y los medios de comunicación/pero no vas transformar mi mente". O, "tienes un puto tren/pero eso no significa que me puedas llevar a casa".

El líder de la banda, He Fan, se refirió el año pasado a la controversia desatada por Monkey snake: "ellos nos controlan [los medios de comunicación del estado], pero ni siquiera lo sabemos. La canción era un intento por animar a la gente a que tenga sus propias ideas y para que no se dejen controlar por nadie. Eso explica que en el vídeo musical de la canción salgamos volando de nuestras jaulas y que, poco a poco, terminemos destruyéndolas".

Por desgracia para la banda, resulta que todas las letras de sus canciones necesitan ser aprobadas por el ministro de Cultura de su país. De otro modo, no hay manera de conseguir la licencia para el lanzamiento oficial del disco a nivel nacional. Así que, como no es de extrañar, cuando Birdstriking enviaron la letra de Monkey snake se quedaron sin la estampita necesaria del ministerio. En un país proclive a la intolerancia y a combatir cualquier forma de disensión artística, ideológica y social, Monkey snake era una canción destinada a ser decapitada.

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El problema es que desde 2012, fecha de lanzamiento del primer álbum de Birdstriking hasta hoy, el régimen del actual presidente chino Xi Jinping, ha intensificado todavía más su medidas represoras.

El año pasado, sin ir más lejos, el ministerio de Cultura publicó un listado de 120 canciones prohibidas por su presunta apología de la "obscenidad, la violencia, la delincuencia o de la moral social corrupta". Entre las canciones prohibidas se cuenta Fart (Pedo), del cantante taiwanés Chang Csun-yuk y un total de 17 canciones de la banda de hip hop In3, cuyas rimas hablan de la corrupción funcionarial, de drogas y del odio hacia los profesores escolares.

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VICE News se reúne con Birdstriking en el último día de grabación de su segundo disco. Los jóvenes están sentados en el porche de su estudio de grabación en Pekín, un lugar insólitamente libre de humos. Birdstriking nos cuentan porque han decidido dejar de ser subversivos, porque han preferido abstenerse de escribir canciones sobre el lavado de cerebro.

"Nuestro poder es limitado", explica He, quien señala que por mucho que Monkey snake era la única canción del álbum anterior cuyas letras eran controvertidas, bastó con su mera existencia para que el resto del disco fuera prohibido, como si el resto de canciones también fueran subversivas y cuestionaran algo, cosa que no hacían.

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Así que cuando se le pregunta si esta vez ha decidido escribir letras completamente opuestas para conseguir que el álbum sea publicado, resopla pesadamente y dice: "Pues sí, y reconozco que no lo había pensado", asegura.

El líder asegura que la banda no recibió nunca ninguna amenaza después de que su primer disco fuera prohibido. Sin embargo, lo mínimo que se podían esperar era con que su siguiente trabajo fuera escrupulosamente fiscalizado. "Con una canción que exprese el descontento con las autoridades es suficiente", añade. "No queremos enfrentarnos a todos los enrosques de mierda del gobierno, a todo lo que generaría hacerlo. No nos sale a cuenta".

La versión que ha escrito de Indian summer, descubre la obsesión de Wang, el guitarrista de la banda, con el equipo de fútbol glaés Swansea City. Wang, originario de la provincia de Liaoning, al noreste de China, se convirtió en un acérrimo aficionado al Swansea durante el año académico que estudió en la universidad de Cardiff, en Gales, de 2012 a 2013.

Wang escribió las letras del nuevo disco en el verano de 2015, poco después de que el entrenador, Garry Monk, fuera despedido de la disciplina del club galés. "Estaba esperando al bus que tenía que llevarme al estudio, en Pekín. Y estaba escuchando Indian summer y pensando en lo triste que era la situación para el Swansea", asegura Wang.

"Acababan de despedir a uno de los tipos más legendarios en la historia del Swansea. Monk era jugador del equipo cuando este militaba en la Legue One [la tercera división inglesa] y consiguió que ascendieran a Segunda y a Primera, hasta alcanzar la posición más elevada que jamás haya conocido el club. Así que sí, puedo describir a Garry Monk como a una leyenda".

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La letras son un homenaje sentimental a los aficionados del Swansea, a los que se conoce como a la "Jack Army". En ellas, Wango menciona incluso la expresión acuñada por el periodista español Andrés Montes para describir el juego del Swansea como uno de "tiki-taka". Así que cuando las letras apuntan que: "después de 12 años nos tenemos que despedir y todo lo vivido sigue grabado a fuego en mi memoria", se refieren, obviamente, a los 12 años que Monk se pasó en el club.

Monk se ha mostrado de lo más agradecido con el gesto, lo cual ha hecho a través de un correo electrónico enviado a VICE News en el que escribe: "muchas gracias por la canción que me dedicáis, por dedicarle una canción a alguien como yo. Es una prueba de hasta qué punto el fútbol es una fuerza global. Todo un detalle, muchas gracias, Wang".

El resto de asuntos que aborda el álbum son tan inofensivos como este. La canción 25 habla "de tener 25 años, de trabajar duro y de tocar duro". Se supone que es la canción que determina el nuevo tono la banda. Es ciertamente triste que los Birdstriking, una formación que ha pasado de tener 3 a tener 5 miembros, tenga que desistir de la idea de grabar otra canción como Monkey snake solo por complacer a las dictatoriales autoridades de su país.

Los miembros de la banda se lo toman con filosofía. "Lo primero que pensé cuando vi que nuestro primer álbum era prohibido fue exclamar: "¿Qué mierda es esta?", cuenta Wang. "Sin embargo, estar enfadado con todo no es algo que solucione las cosas. No es que nos hayamos dado por derrotados, simplemente hemos cambiado nuestra manera de pensar".

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A pesar de que la prohibición frenó su éxito en China, lo cierto es que les ha procurado una impagable promoción por todo Occidente. La banda de rock estadounidense The Brian Jonestown Massacre se los llevó de gira por Estados Unidos y por el Reino Unido; además el guitarrista de los Jonestown Massacre, Ricky Maymi, le ha producido el nuevo disco. Según cuenta Maymi, la controversia suscitada por la banda en China ha sido el motivo principal por el que consiguieron su primera gira en Estados Unidos.

Para Wang la prohibición significa que: "el gobierno se preocupa por nosotros. Igual se pensaban que éramos poderosos y que necesitábamos estar controlados".

Otras bandas que han sido condenadas por las autoridades chinas, como los hip-hoperos In3 han descubierto el frío sabor de la dictadura y apenas han conseguido tocar en directo desde la prohibición: allí donde planean tocar aparece la policía y se lo impide.

El año pasado, de hecho, después de dar un concierto en la provincia de Yunnan, al sudoeste del país, los miembros de In3 fueron detenidos por la policía durante cinco días. Varios agentes vestidos de paisano les detuvieron en el mismo avión en el que regresaban a Pekín. Fueron esposados en el interior del aparato, se les encapuchó y pasaron 5 días en custodia policial sin cargos.

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Birdstriking no han padecido ningún atropello parecido y siguen dando conciertos con frecuencia por su país. "Nuestra teoría es que tenemos algún fan en el gobierno", explica He.

Wang añadió que "fue como si alguien nos estuviese disparando, pero como si hubiesen desviado la trayectoria de la pistola en el último minuto". En plan "no tenéis disco, pero no pasa nada porque toquéis en directo". El líder, He, confiesa que espera que sus nuevos fans descubran su identidad anterior, que encuentren su canción protesta en alguna versión pirata a la que indaguen sobre su catálogo de canciones.

VICE News se reúne con Wang en un bar días después del encuentro en el estudio de grabación. Ha venido a ver el partido de su equipo chino, el Lianoning Whowin FC, que se enfrenta al Gouan de Pekín. Wang lleva una camiseta del Swansea, una zamarra que conmemora la victoria del equipo galés en la Copa de la Liga inglesa en 2013, tras imponerse, en la final, al Bradford City. "El Swansea y el Liaoning visten los mismos colores", asegura. "Así que está todo bien con llevar la camiseta hoy".

Wang cursó un máster en investigaciones operativas y estadísticas aplicadas durante su estancia en la universidad de Cardiff en el curso 2012-2013. En septiembre de 2012 intentó acudir al estadio a ver al equipo en directo. No pudo conseguir ninguna entrada, pero vio algunos minutos del partido a través de un hueco en la valla que rodea el estadio. A pesar de que aquel día el Swansea perdió 3-0 contra el Everton, Wang quedó fascinado con el ambiente, y regresó, esta vez con una entrada en la mano, para ver entre "15 y 20 partidos más".

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"Yo no tengo aspecto de galés", relata Wang. "Durante el primer partido en el que asistí al campo, contra el Reading, mucha gente creyó que soy surcoreano… Yo les dije alto y claro que no: chino y a mucha honra".

"No podía entender los cánticos en inglés así que los espectadores más cercanos me enseñaron algunos cánticos como "¡Michael Laudrup [el entrenador de entonces] Barmy Army! (somos el ejército chiflado de Michael Laudrup). Aunque mi favorito era 'Cardiff City is going down' (la ciudad de Cardiff se viene abajo). Me encanta el humor que los aficionados británicos tienen a la hora de idear sus cánticos. En China no es así. Aquí los espectadores solo corean palabrotas, cosas horribles. Es una vergüenza".

A pesar de que Wang ha regresado a vivir a Pekín, donde trabaja como ingeniero y sigue tocando al guitarra con Birdstriking, su pasión por el Swansea se mantiene intacta. "Una vez soñé que volvía a vivir a Cardiff pero que me saltaba las clases para ir a ver los partidos". Y también reconoce que se queda despierto hasta la madrugada para verles jugar en directo por televisión.

A pesar de que resulta preocupante escuchar la historia de otro ejemplo de cómo se cercena la libertad de expresión en China, de cómo se aplasta a la disidencia, lo cierto es que la existencia de una entrañable y sentida canción en mandarín sobre un equipo de mitad de tabla de la Premier League es un consuelo tan inesperado como estimulante.

Claro que todavía tendrá que pasar un tiempo hasta que el mundo pueda escuchar la canción. El nuevo álbum de Birdstriking ya está completado, pero no será publicado hasta dentro de meses. Además, la inclusión de la versión de Indian Summer dependerá de que la banda Beat Happening les conceda, o no, su permiso.

Claro que, habida cuenta de que una de las obsesiones del presidente Xi es convertir a China en una gran potencia futbolística, parece improbable que esta vez, las autoridades vayan a tener nada que decir en contra de las letras de la banda.

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