Mujeres en un campamento de desplazados internos en Yola, en el estado de Adamawa. (Imagen por Sally Hayden/VICE News)
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Nos dirigimos hasta una antigua escuela y nos sentamos en unas sillas blancas de plástico. Parte del techo está derrumbado. En la pizarra, el trazo casi exangüe de la tiza permite leer: "Matemáticas, sistemas de números, multiplicación sucesiva".El pomo de la puerta es un agujero vacío color piedra, de una piedra color melocotón, al igual que las ventanas. Varios niños se concentran en el exterior para escuchar lo que decimos. Cuatro o cinco se han encaramado a la repisa de la ventana.Samira viste un vestido azul cielo y un pañuelo blanco que le envuelve la cabeza. Se acaricia la barbilla mientras habla."Mi situación era más fácil porque era la más joven". A veces los guerrilleros le daban dinero después de haberla violado. Ella dice que se compraba comida que fuera un poco mejor con ese dinero. "También me gritaban".
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Los niños que han sido secuestrados por Boko Haram están marcados físicamente por cicatrices. Otros tienen dificultades psicomotrices. Un niño, que ha sido recientemente tratado por un equipo de fisioterapeutas perdió la movilidad de sus manos. Se cree que se debe a que le habrían atado las extremidades durante largos lapsos de tiempo. Otros niños presentaban heridas de bala o de metralla. Estaban, literalmente, gratinados.Useni subraya que los abusos también se pueden producir cuando las víctimas no están en cautiverio. Y entonces eleva su brazo y repasa algunos archivos acumulados en la primera cajonera de su escritorio. Desliza sus dedos sobre varios expedientes de violación, y cuenta hasta siete incidentes registrados en los campamentos para desplazados en el estado de Adamawa desde diciembre. De ellos, cuenta Useni, la mayoría serían mujeres, claro que una de las víctimas tenía 2 años de edad y no tenía padres. La bebé fue violada por alguno de sus huéspedes, alguna de las personas que se encargaban de cuidarla. Murió el mismo día.* * *Recuerdo que cuando escapé había al menos otras 100 mujeres dispuestas a hacerlo", cuenta Hawwa.Hawwa es madre de cuatro hijos. Se refiere a mujeres dispuestas a convertirse en terroristas suicidas. Hawwa fue secuestrada por Boko Haram durante más de un año. En el momento de nuestra entrevista solo lleva seis semanas en libertad. Se está quedando en un asentamiento improvisado junto a su hermano en Maiduguri.Ex oficial nigeriano, acusado de robar 2.000 millones de dólares de los fondos contra Boko Haram. Leer más aquí.
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