Caos e imágenes desgarradoras en la escena del atentado en el centro de Bangkok

Atención: estas imágenes pueden herir tu sensibilidad.

La bomba que estalló la noche del lunes [hora local] en el centro de la capital de Tailandia ya ha provocado la muerte de 22 personas y 123 heridos. La bomba explotó en el santuario de Erawan, un centro religioso popular situado en el corazón del distrito comercial de Bangkok.

"Los que han colocado esta bomba son crueles. Su objetivo es matar porque todo el mundo sabe que a las 7 de la tarde el santuario está lleno de tailandeses y extranjeros", dijo a los periodistas Somyot Pumpanmuang, jefe de la policía nacional de Tailandia. "Colocar una bomba significa que quieren ver un montón de gente muerta".

Situado en una intersección entre dos calles principales y prácticamente debajo de una estación de tren elevado de Bangkok, el santuario está rodeado de varios centros comerciales enormes y un hotel de cinco estrellas. Miles de trabajadores de oficinas, turistas y clientes locales pasan por las inmediaciones a diario, mientras que cientos se acercan para mostrar su respeto al propio santuario.

Los militares acordonaron la zona poco después de la explosión y se colocaron sábanas blancas sobre los muertos. La policía científica y personal médico empezaron de inmediato a analizar la escena del crimen en busca de cualquier evidencia y elementos sospechosos, mientras que un equipo de fotógrafos forenses capturaba todos los detalles de la desgarradora escena.

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Varias motocicletas estaban esparcidas en la calle, dos casi completamente quemadas por la explosión. Pedazos de las paredes del templo cubrían la intersección y diversos charcos de sangre marcadas con tiza blanca se podían ver claramente desde 50 metros de distancia. Partes del cuerpo continuamente se están encontrando por toda la zona, señalado por una ráfaga de la policía y los investigadores forenses.

La explosión todavía estaba marcada por la confusión y el caos cuando varios miembros del personal médico y militares seguían analizando la escena incapaces de responder a las preguntas que formulaba VICE News.

"Todavía no sabemos con certeza quién lo hizo y por qué", dijo el viceprimer ministro Prawit Wongsuwon a los periodistas poco después del ataque. "Los autores pretenden destruir la economía y el turismo, debido a que el incidente ocurrió en el corazón del distrito turístico".

Los rumores se extendieron rápidamente en las redes sociales afirmando que la explosión fue el resultado de un accidente de coche, una motocicleta bomb, un coche bomba o varias bombas en la zona. "Fue una bomba … colocada en el interior del santuario de Erawan," dijo el jefe de la policía nacional más tarde a la prensa.

Cerca del santuario de Erawan, tailandeses y turistas incrédulos observaban la multitud de policías, militares y funcionarios médicos en el lugar de la explosión. El cordón policial se colocó tan cerca del santuario que la gente podía tropezar con accidentalmente los marcadores de las evidencias encontradas en el suelo. Casi tres horas después de la explosión, los investigadores descubrieron un pie humano a unos 40 metros del templo.

En la década de 2000 la acción de la insurgencia separatista musulmana se intensificó en el llamado "Sur Profundo" de Tailandia. Los actos violentos se concentraron en esa región fronteriza. Los ataques en la capital son muy raros. El último gran ataque en Bangkok se produjo en 2006, cuando una serie de bombas mataron al menos a tres personas poco después de que el primer ministro Thaksin Shinawatra hubiera sido derrocado por un golpe militar.

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El gobierno tailandés ha advertido contra la especulación acerca de quién es el responsable del ataque, aunque los dedos ya se están apuntando a los partidarios del ex primer ministro y a los "insurgentes étnicos" del Sur Profundo.

El primer ministro Prayuth Chan-ocha tiene previsto crear un "centro de comandancia militar" para coordinar la respuesta del país al ataque.

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