Imagen por Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro.com
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Estas partículas pueden provocar daños en el cerebro y contribuir, por ejemplo, a la enfermedad de Alzheimer.Los análisis detallados de las seis muestras cerebrales más magnéticas mostraron que la mayoría de las partículas de magnetita son de forma esférica, siendo diferentes a las angulares que, según piensan los científicos, se encuentran de forma natural en el cerebro.Aunque Maher ya tenía sospechas de que una relación entre la contaminación del aire y la presencia de magnetita en el cerebro, el número de partículas la sorprendió. "En una escala humana, cuando realmente se ven las miles de partículas extraídas, es cuando se da uno cuenta de que hay una gran cantidad de magnetita en el cerebro que no debería estar ahí", detalló Maher.Los exámenes oculares podrían revolucionar el diagnóstico del Alzheimer. Leer más aquí.
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"Siempre se ha sabido que los metales se acumulan en un cerebro con la enfermedad de Alzheimer, algunas veces con la edad; lo que no se sabía era si entraban de alguna otra manera para ser transportados al cerebro", dijo Maher.Los investigadores no pueden decir que existe una relación definitiva entre las partículas y la enfermedad degenerativa, pero creen que examinar más a fondo debería ser una prioridad en el futuro.Las muestras cerebrales fueron obtenidas de 37 individuos de entre tres y 92 años de edad. Maher trabajó con colegas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Oxford, Glasgow, Manchester y Montana. La investigación fue publicada por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.De acuerdo con alzheimer.net, 44 millones de personas a nivel mundial sufren algún tipo de demencia, aunque el Alzheimer es la más común.Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsESEsto es lo que puede hacer un hacker con tu información genética. Leer más aquí.