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COLOMBIA

Colombia: cómo los medios han presentado a las FARC como el principal mal del país

VICE News habla con investigadores y periodistas sobre cómo se ha construido un discurso desigual del conflicto. Mientras se ha presentado a las FARC como el principal mal del país, los crímenes del Estado o los paramilitares han tenido menor cobertura...
Los principales periódicos colombianos recogían la muerte del líder de las FARC, Alfonso Cano, el 4 de noviembre de 2011. (Imagen por William Fernando Martínez/AP)

La construcción de un discurso que presenta a la guerrilla de las FARC como principal azote de Colombia ha sido la constante en los medios de comunicación del país durante las últimas décadas.

Así lo indica el informe La construcción del enemigo en el conflicto armado colombiano, publicado por la Universidad de Antioquia. De acuerdo con el estudio, este hecho fue mucho más notorio durante las dos legislaturas del ex presidente Álvaro Uribe, entre 2002 y 2010.

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Una línea mediática que ha pasado de puntillas por las violaciones de derechos humanos de la fuerza pública, las masacres cometidas por los paramilitares y problemas sociales como la mala gestión de la sanidad pública o el desigual reparto de la tierra.

"Se analizaron 368 comunicados gubernamentales, de las FARC y de los paramilitares, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)", cuenta a VICE News, Pablo Emilio Angarita, coordinador del reporte.

"Pero encontramos sobre todo una insistencia por parte de gobierno en el que el enemigo y causante de todos males en Colombia eran las FARC. Un discurso recogido constantemente por los medios, que por lo general acá son muy acordes con el Estado, y que la población asimila y repite", apunta el docente.

El endurecimiento del discurso contra las FARC se produjo tras la ruptura de los diálogos de paz en 2002. El ex presidente Andrés Pastrana pasó entonces a tildarlas de grupo terrorista. Pero fue Uribe quien sentó las bases de la idea de que la prioridad del país era derrotar militarmente y con mano dura a la guerrilla.

'La peor consecuencia de este discurso es que en la cultura colombiana permanece la idea de que la solución a cualquier conflicto debe ser militar'.

Según el informe, la paz fue considerada, ya no como la construcción de la unidad nacional y la reconciliación, sino como la total aniquilación del otro. El discurso profundizó en la degradación del enemigo, cuyo exterminio sería aceptable y, sobre todo, necesario.

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Una línea de pensamiento a la que siguió la creación de una serie de dispositivos de poder legales e ilegales para la aniquilación de la guerrilla, "tales como el fortalecimiento de los paramilitares, las masacres, las desapariciones forzadas, la delación, la confesión, las recompensas, las ejecuciones extrajudiciales, entre otros", reza el informe.

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¿Derrota militar o negociación?

"La peor consecuencia de este discurso es que en la cultura colombiana permanece la idea de que la solución a cualquier conflicto debe ser militar. Por eso la mayor dificultad que atraviesa el actual proceso de paz con las FARC en La Habana es que la gente no cree en la negociación", explica Angarita.

El profesor mantiene que los pilares más fuertes del discurso gubernamental fueron las dos grandes televisiones del país Caracol y RCN, quienes forjan el 80% de la opinión pública colombiana, según un informe de la Universidad Nacional.

"Hoy el papel de los medios es ambiguo", dice. "Por un lado apoyan las conversaciones de paz; pero lo ven como un medio para que las FARC se rindan, no haya impunidad y terminen en la cárcel — y no una negociación entre las partes —".

"Y a la vez se ocultan crímenes de Estado como los falsos positivos o se habla de paramilitares con los que no hubo impunidad porque se extraditaron a Estados Unidos. Pero nadie cuenta que esa extradición fue por narcotráfico y no por las masacres que cometieron en Colombia", continúa Angarita.

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Los falsos positivos es el nombre que reciben los civiles asesinados por el ejército y que, tras vestirlos con uniformes militares, se reportan al alto mando como guerrilleros muertos en combate. Estos crímenes salieron a la luz durante la legislatura de Uribe y con el actual presidente, Juan Manuel Santos, como ministro de Defensa.

Según los expertos, en Colombia permanece la idea de que la solución a cualquier conflicto debe ser militar. Por eso la mayor dificultad que atraviesa el actual proceso de paz con las FARC en La Habana es que la gente no cree en la negociación. (Imagen por Carlos Julio Martínez/AP)

El problema mediático es endémico en Colombia, según cuenta a VICE News el periodista de Caracol, Federico Benítez. "Va más allá de Uribe y Pastrana. Los grandes medios han sido siempre propiedad de empresarios que han aportado a las campañas presidenciales. Las posiciones han estado siempre muy vinculadas al Estado".

El periodista afirma que esta proximidad ha dificultado que el conflicto se cuente tal y como es y que "si las FARC siguen existiendo después de 50 años es porque ha ocupado un espacio donde no hay estado". Como poblaciones remotas en el Caquetá y Amazonas, al sur del país, donde la única figura uniformada que han visto sus pobladores es la de un guerrillero.

Medios que apuestan por el rigor

No obstante, para Benítez no está todo perdido. Muestra de ello, cuenta, es el programa donde él trabaja: Los informantes. "Hemos tenido la oportunidad de analizar el conflicto y contar cosas que la población no sabía".

"El canal ha abierto una puerta para ir a un campamento de las FARC y contar la otra cara. También he estado con las BACRIM (bandas criminales creadas por paramilitares desmovilizados) y en la vereda de El Mango, donde hay población civil atrapada en el frente. Tratamos de hablar con todas las partes y que la población cree su propia idea del conflicto", relata.

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El programa Contravía conducido por el periodista Hollman Morris es, según Benítez, otro ejemplo a destacar de la televisión colombiana. "Durante doce años de emisiones ha contado la guerra tal y como es. Siempre ha sido muy riguroso a la hora de cubrir el lado de las víctimas. Un buen ejemplo de como contar el conflicto", sentencia el periodista.

Debido a las críticas que Morris arrojó al gobierno de Uribe, éste fue investigado y según sus propias palabras "amenazado" por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el órgano de inteligencia colombiano.

"Es cierto que hay una intención del gobierno de volcar el discurso en las FARC. Pero eso no quiere decir que no se publiquen otros males e incluso se denuncie al Estado", dice a VICE News el corresponsal en Medellín de la revista Semana, José Guarnizo.

Éste coincide con Benítez de Caracol en que tanto esta cadena como RCN dan cabida a programas que reportan sobre la problemática colombiana desde distintos puntos de vista.

"Publican mucha información sobre inseguridad ciudadana, por ejemplo. No se ve ninguna intención de ocultar información", apunta Guarnizo. "Es más, RCN se está posicionando muy fuertemente del lado del partido del ex presidente Uribe, el Centro Democrático, y está emitiendo noticias, como la de hace unos días sobre las relaciones internacionales de Colombia, que están dejando en mal lugar al presidente Santos", añade.

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'Es cierto que hay una intención del gobierno de volcar el discurso en las FARC. Pero eso no quiere decir que no se publiquen otros males e incluso se denuncie al Estado'.

Guarnizo hace patria de su medio y señala que es uno de los primeros en ofrecer análisis detallados de lo que ocurre en Colombia. "Tratamos de dar a entender lo que sucede en la negociación en La Habana. Y además intentar mostrar que ocurrirá cuando se firme la paz", aclara.

Sobre la ausencia de denuncias de violaciones de los derechos humanos por parte de la fuerza pública, Guarnizo echa mano a la última edición de la revista. "Sin ir más lejos, ahí publicamos una investigación, sobre las implicaciones en el ejército en los casos de falsos positivos".

El reportaje, titulado Operación tapen-tapen, muestra una serie de archivos de sonido que recogen las conversaciones de militares procesados por falsos positivos que buscan desviar las investigaciones y evitar la detención de sus superiores.

Ricardo Cruz, periodista del portal de análisis sobre el conflicto Verdad Abierta, señala dos problemáticas en la cobertura del actual proceso de paz. Por un lado, el Gobierno no ha sabido comunicar los avances de la negociación. Por otro, y a modo de mea culpa, Cruz carga contra el gremio.

"Pondré un ejemplo", dice a VICE News. "El Orejón es una vereda donde se ha iniciado el desminado entre militares y guerrilla. Pues bien, un corresponsal en la zona contó, a modo de chisme, que en las horas de descanso guerrilleros y soldados habían puesto en marcha un torneo de fútbol: militares contra rebeldes".

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"Pero lo que yo no me explico es porqué eso no es una noticia y termina como un mero cuento", lamenta. "Es cierto que la información acerca del proceso de paz se está dando con cuentagotas; pero tampoco los periodistas hemos sabido movernos y buscar historias y personajes para explicar el conflicto", señala.

Colombia empieza a exhumar los cuerpos de una fosa común en un vertedero de Medellín. Leer más aquí. 

En este sentido, el profesor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Álvaro Sierra, comentó durante un webinar al que VICE News asistió, que el mayor problema de la cobertura del conflicto es que "no sabemos aterrizar lo que se acuerda en La Habana a las preocupaciones cotidianas de la gente".

Sierra, quien también ha sido director adjunto del diario El Tiempo y editor de Semana en Bogotá, asegura que "sobre los acuerdos se ha informado mucho; pero si hay un acuerdo sobre un plan carreteras terciarias, ¿qué quiere decir que se va a hacer ese plan? ¿Dónde se necesitan? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Es esa realmente una prioridad?".

Sierra también advierte de que se está contando un proceso de paz con un lenguaje de guerra. "Los soldados son acribillados, sin embargo los guerrilleros son dados de baja".

La clave para el profesor de FNPI es la neutralidad. "Si los medios logramos una voz serena, sin juicios de valor y sin casarnos con teorías simplistas del demonio o de los buenos, eso será un gran paso adelante en la comprensión del proceso de La Habana".

Sigue a Iván M. García en Twitter: @ivanmgarcia77

En la imagen de portada, los principales periódicos colombianos recogían la muerte del líder de las FARC, Alfonso Cano, el 4 de noviembre de 2011. (Imagen por William Fernando Martínez/AP)