Colombia sufre una oleada de asesinatos contra defensores de derechos humanos

Los defensores de derechos humanos no están a salvo en Colombia.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, señaló que la organización internacional recibió información sobre, al menos, 41 asesinatos de activistas en el país sudamericano en los primeros cuatro meses del año.

"Esto representa un aumento con respecto al mismo periodo de años anteriores y es muy alarmante", señaló Al Hussein desde Ginebra, donde llevó a cabo una conferencia de prensa especialmente para alertar sobre la epidemia de homicidios contra activistas en Latinoamérica.

Uno de los casos más recientes ocurrió apenas el 27 de abril en el sur de Cauca, uno de los 32 departamentos que conforman a Colombia. Durante la mañana de aquel jueves, los pobladores hallaron el cuerpo de Diego Fernando Rodríguez Montenegro, un veterano activista que trabajaba en la zona rural de la comunidad y pertenecía a la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano.

El cuerpo de Diego Fernando fue hallado con heridas de arma blanca y con signos de violencia. Las primeras líneas de investigación apuntan a que se trató de una venganza por su trabajo contra empresas mineras que explotan las tierras de campesinos en el municipio de Mercaderes.

"Es una situación que nos golpea mucho, porque uno como líder se pregunta hasta cuándo van a seguir matando a las personas que se atreven a tomar la vocería de su vereda, de su corregimiento, de su comunidad. Este año en Mercaderes van tres representantes sociales asesinados, contando con Diego Fernando Rodríguez Montenegro", contó una exconcejal de Mercaderes al diario colombiano El País.

Al menos, once de los 41 activistas asesinados provienen de la misma entidad, Cauca. Ahí comenzó la ola de homicidios: el 10 de enero de este año se registró el primero, cuando el movimiento Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame informó que uno de sus más destacados activistas, Olmedo Pito, había sido asesinado con tres heridas de arma blanca.

Las sospechas de la ONG indígena van hacia el grupo paramilitar Águilas Negras, que habría asesinado a Olmedo en represalia por su trabajo a favor de empoderar a los comuneros en una zona disputada por criminales.

Zeid Ra'ad Al Hussein también reprobó el aumento de homicidios contra activistas de derechos humanos en Brasil, donde recientemente fueron asesinados nueve integrantes del movimiento Sin Tierra en el estado de Mato Grosso.

En su conferencia de prensa, el Alto Comisionado también criticó las condiciones de vulnerabilidad en las que trabajan los periodistas de México, quienes han perdido a 124 colegas en asesinatos sin resolver desde el 2000, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

"Cinco de ellos fueron muertos en las últimas semanas. Además, desde 2006, 31 defensores de derechos humanos han sido abatidos, dos de ellos este año", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein.

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