La Comisión Nacional de los DDHH de México acusa a la policía de matar a seis personas

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México acusa a la policía federal de haber provocado la muerte de seis personas con el uso excesivo de la fuerza en una confrontación con vigilantes — grupos de civiles que asumen tareas de vigilancia o seguridad no autorizados en un contexto de violencia — que se saldó con seis muertos, incluido uno que fue disparado cuando ya estaba herido, desarmado y con sus manos en alto en un gesto de rendición.

"Hemos documentado serias violaciones de los derechos humanos cometidas por policías federales", aseguró la comisión, encargada de vigilar y defender el respeto a los derechos humanos en el país, en un comunicado hecho publico el miércoles respecto de la investigación abierta a raíz de los sucesos acaecidos el 6 de enero en Apatzingán, en la conflictiva región del estado de Michoacán. "Esto va en la línea con el uso excesivo de la fuerza que derivó en la muerte de otras cinco personas que también fueron ejecutadas extrajudicialmente".

Además de todas estas muertes, la comisión dijo que también tiene pruebas de arrestos arbitrarios y torturas de detenidos. En este sentido, aseguró que deberían abrirse investigaciones criminales para detectar todas las violaciones y compensar a las víctimas.

El informe llega en un momento en el que las fuerzas de seguridad ya están bajo presión para mejorar en la protección de los derechos humanos debido a las supuestas masacres — dentro del contexto de una ofensiva del crimen organizado — en las municipalidades Tlatlaya, en junio de 2014, y Tanhuato, el pasado mes de mayo.

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El incidente ocurrido el 6 de enero en Apatzingán — que la comisión sostiene que se saldó con un total de 10 civiles muertos — empezó cuando la policía federal y el ejército pusieron en marcha, a primer hora de la mañana, una operación para desalojar cientos de simpatizantes de un grupo de vigilantes que había ocupado el ayuntamiento de Apatzingán. Durante la operación, una persona murió tras ser atropellada por un vehículo y 18 resultaron heridas.

Las violaciones más serias tuvieron lugar poco después de amanecer durante un enfrentamiento entre la policía y simpatizantes de un grupo que trataba de recuperar vehículos que fueron confiscados por un convoy. Nueve personas murieron en un tiroteo, incluidas seis desarmadas, de acuerdo con la comisión.

Esta organización afirmó que ha recopilado evidencias que uno de los muertos fue disparado por la Policía Federal cuando ya estaba herido, en la pierna, y tirado en el suelo "pese a que con las manos en alto, indicando rendición, le dijo [al agente] que no iba armado".

Las autoridades siempre han negado abusos en los hechos de Apatzingán, sucesos que ocurrieron cuando las autoridades federales trataban de frenar los grupos de vigilantes que inicialmente se organizaron para combatir a Templar, una banda de narcotraficantes.

Alfredo Castillo, por aquel entonces enviado federal al servicio de presidencia en la región, dijo que los ocho miembros del grupo murieron debido a su propio fuego cruzado.

La alegatos de ejecuciones extrajudiciales han ganado fuerza. De hecho, la investigación de la periodista Laura Castellanos recoge el testimonio de 39 personas que aseguraron que la policía federal había disparado a manifestantes únicamente armados con palos.

El Comisión de Seguridad Nacional, Renato Sales, respondió al informe de la comisión diciendo que estaban "analizando las recomendaciones para tomar acciones apropiadas".

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