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Salud

La contaminación es una de las principales causas de muerte infantil

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cuatro de cada cinco muertes en la edad temprana son causadas por las toxinas presentes en el medio donde crecen los menores, y sólo una mejora en las políticas ambientales podría reducir las cifras.
Imagen vía Rolex de la Pena/EPA
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Cada año, al menos una de cada cuatro muertes de niños menores de cinco años se deben a ambientes contaminados —especialmente agua, aire y toxinas— de acuerdo con dos nuevos reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados este lunes.

Eso quiere decir que cerca de 1,7 millones de niños mueren en todo el mundo por la contaminación.

"Invertir en la limpieza ambiental de elementos dañinos para la salud, tal como mejorar la calidad del agua o usar fuentes de energía limpias, resultaría en un beneficio mayor para el bienestar", dijo a través de un comunicado Maria Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la OMS.

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Estos son los resultados a los que llegó la OMS:

  • Las tres causas más comunes de muerte infantil en todo el mundo son las infecciones respiratorias, diarrea y malaria. Gran parte de esas muertes podrían ser prevenidas si un mayor número de niños vivieran en hogares más limpios con acceso a agua potable, jabón y combustibles limpios para cocinar, ya que muchos hogares usan carbón o estiércol.
  • Incluso si un niño sobrevive al aire contaminado o al humo de los combustibles, los efectos secundarios pueden ser permanentes. Los niños más pequeños expuestos a las toxinas incrementan el riesgo de desarrollar cáncer, asma y problemas cerebrales o cardiovasculares.

Estas son las ciudades con el aire más contaminado, según la OMS. Leer más aquí.

  • Las estadísticas sólo parecen empeorar. Los desperdicios eléctricos y electrónicos, como ordenadores y móviles mal reciclados, podrían aumentar en un 19 por ciento para el 2018. Eso sólo expondría a los niños a químicos peligrosos que podrían causar no solamente déficit de atención e inteligencia reducida, sino daño en los pulmones y cáncer.
  • El cambio climático no ayuda en nada. Mientras las temperaturas y los niveles de dióxido de carbono aumentan, también lo hace la presencia de polen, lo que podría traducirse en posibles ataques de asma mortales.

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