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ESPAÑA

Cuando la prostitución se exhibe: visitamos el 'primer' burdel gay de España

El Club Diamant está ubicado en la provincia de Girona, uno de los lugares con mayor concentración de burdeles del país y destino habitual del turismo sexual francés. El propietario y los trabajadores nos abren las puertas del prostíbulo.
Imagen por Dani Clavera
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En el Club Diamant, los prostitutos se quitan la camiseta para hablar con los periodistas. Ubicado en la comarca del Alt Empordà, en Girona, uno de los lugares con mayor concentración de prostíbulos de España, este burdel gay que, según su propietario, es el primero que ofrece servicios para hombres homosexuales en España, ha anunciado su apertura a bombo y platillo.

La bandera gay ondea fuera de esta antigua casa, situada en una glorieta de la tranquila población de Santa Llogaia d'Àlguema, y Josep Sabater, el jefe y único socio del prostíbulo, dice a VICE News en una conversación distendida y con una media sonrisa dibujada en la cara "que ya es hora de salir del armario". Quiere hablar con los periodistas y asegura que toda su actividad es intachablemente legal.

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Desde el 7 de octubre aquí se pueden ver espectáculos de Pole Dance, el baile erótico que se interpreta haciendo acrobacias y movimientos sensuales entorno a una barra vertical de metal, shows pornográficos, meterse en una habitación oscura o en el agujero de la gloria, un espacio dividido en dos habitáculos con una pared con dos orificios y por la que los clientes del bar pueden introducir "aquello que deseen" para que los profesionales del sexo que están en el otro lado hagan "lo que consideren oportuno". El morbo, explica, es que nadie sabe quien está detrás de la pared.

Jonathan Stick, campeón en Portugal de pole dance 2015, en el escenario del burdel (vídeo de Maria Altimira).

La oferta del Club Diamant también cuenta con un espacio reservado a las prácticas sadomasoquistas y en la segunda planta tiene siete habitaciones para dar cobijo a las fantasías de sus clientes, una dedicada explícitamente a las orgías. "Los hombres son mucho más promiscuos y, a diferencia, de muchas prostitutas, los escorts suelen disfrutar más con el sexo", asegura un empleado del local.

Así lo confirman los actores porno y uno de los escorts que trabajan en este singular lupanar cuya apertura ha ido acompañada de una intensa campaña de comunicación. "Aquí, no hay nada que esconder, este es un negocio 100 por ciento legal que se ampara en la normativa aprobada por el Parlamento de Cataluña", asegura Sabater en relación con el decreto autonómico que regula los locales privados de pública concurrencia donde se ejerce la prostitución por cuenta propia pero que no aborda la actividad de los trabajadores sexuales.

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La historia del prostituto Buster Sly no es tan diferente de la de sus colegas Adam y Javi, que se dedican a los espectáculos porno y sadomasoquistas por propia voluntad. Buster era jefe de ventas en una empresa dedicada a la industria de la moda, un trabajo que abandonó, explica, cuando la empresa decidió que él capitaneara el recorte salarial de sus subordinados. "Entonces, me puse a estudiar y no tenia ni un centavo, así que empecé a hacer de modelo, para luego convertirme en actor porno y empezar a trabajar como escort", asegura a VICE News este estadounidense de 49 años.

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Buster Sly en una de las habitaciones que alquila el Club Diamant (foto de Maria Altimira).

Como él, Javi y Adam consideran que la industria del entretenimiento sexual está mejor remunerada que muchas otras y aseguran que trabajar en este sector les permite tener horarios más flexibles. "Mi objetivo es reunir suficiente dinero para poder vivir de mi propia empresa, y dedicarme así a la producción de material pornográfico. Hay que estar detrás de la cámara, delante no se gana mucho", asegura. Pero entre bambalinas, más allá de los escenarios y en la intimidad de las habitaciones que alberga el Club Diamant, su compañía cuesta, al menos, 200 euros por hora.

"La conexión con mis clientes es clave. Lo que más me gusta de este trabajo es que después de una sesión, siempre se van de mejor humor", relata Buster. Su catálogo se servicios incluye sesiones de sexo anal y oral, así como masajes eróticos y otros placeres fetichistas al gusto del consumidor.

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Javi y Adam son pareja y desde hace dos años dieron el salto a la industria del porno porque lo suyo ya no les daba para vivir. "Nos dedicábamos a pintar casas y locales pero la crisis nos empujó al porno", asegura a VICE News el joven Adam, oriundo de Tarragona. "Empezamos ofreciendo espectáculos por web cam", añade. "Si lo hacíamos entre nosotros, ¿por qué no enseñarlo a los demás y así ganar dinero?", precisa a VICE News Javi. "Nos lo planteamos porque las cosas iban mal, pero también nos gusta. Sólo puedes hacer algo así si te gusta", sostiene.

Esta pareja de jóvenes actores asegura que los espectáculos de pornografía homosexual atraen a un público muy amplio. "Te sorprenderías de la gente que viene a vernos. Además de personas y parejas gays, hay muchas chicas, parejas jóvenes y no tan jóvenes y profesionales del sector, claro", comenta Javi.

Javi y Adam en la habitación reservada a las prácticas sadomasoquistas como el fisting (foto de Maria Altimira).

"Hay mucha demanda, el Club Diamant es el primer prostíbulo gay de España y por eso quiero que sea el número uno", afirma Sabater. Ex propietario de una empresa de construcción con 20 personas a su cargo, Sabater tuvo que cerrar por culpa de los impagos que llegaron hasta los 40 millones de euros.

"Yo he construido más de 40 prostíbulos en toda España. Sabía que los burdeles mueven dinero y que te podías ganar la vida razonablemente bien", cuenta Sabater. Entrar en este prostíbulo cuesta 15 euros y alquilar una habitación 10 euros la hora. "Lo que hagan en la habitación, ya no es cosa mía. Allí, todos, tanto los escorts, que trabajan por su cuenta, como los que han pagado la entrada son mis clientes. Yo sólo ofrezco servicio de bar, espectáculos y habitaciones, no soy un proxeneta".

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La zona donde se ubica el Club Diamant, entre Figueres y la Jonquera, en la comarca de l'Alt Empordà se ha convertido en los últimos años en "el puticlub de Francia", de acuerdo con las declaraciones de algunos de los alcaldes de las poblaciones de la región.

"En esta zona se concentra el mayor número de burdeles en España y el endurecimiento de la ley contra la prostitución en Francia ha contribuido a ello. Los franceses vienen aquí porque en tan sólo una hora de coche pueden disfrutar de una la amplia oferta", relata Valls. La mayoría provienen de Perpiñán pero también los hay de municipios como Marseille o Monpellier.

Un informe elaborado por la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados calculó en 2007 que los españoles se gastaban 50 millones de euros diarios en la prostitución. Además, según el sorprendente anuncio que hizo la Unión Europea a finales de 2014, en el sentido de computar las actividades ilegales como la prostitución y el tráfico de drogas en el PIB del país, se preveía que este cambio estadístico aumentara en un 4.5% el indicador económico español.

Aún así, la situación de alegalidad [en España el comercio sexual no es legal, ni ilegal, salvo por la prohibición de solicitar o disfrutar su consumo en espacios públicos ] de las personas que se prostituyen implica que éstas no puedan cotizar, ni sindicarse y que, en definitiva, no puedan ejercer esta actividad con garantías y protección laborales.

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"Si no legalizan la prostitución esto va a ir muy mal, porque entonces están promoviendo la delincuencia. Además, las ganancias de los trabajadores del sexo siguen cobrándose en negro, una importante suma de dinero que el Estado deja de ingresar", sostiene el propietario de Club Diamant.

Una tesis compartida por la mayoría de los trabajadores y colaboradores del club.

El destape en Diamant, sin embargo, no es íntegro. Joaquinito, que como Buster Sly, se identifica con un nombre artístico también da vueltas a la barra del escenario del burdel al ritmo de la música pero, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, su familia aún no sabe a qué se dedica. Así que después de un baile erótico sólo nos da permiso para publicar esta única foto. "En esta no me reconocerán".

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Juaquinito durante uno de sus espectáculos (Foto de Maria Altimira). 

Sigue a Maria Altimira en Twitter: @mariaaltimira