FYI.

This story is over 5 years old.

Salud

La defensa de este ratón contra el veneno de un alacrán podría influir en la medicina actual

El ratón saltamontes arenero convierte al doloroso veneno de un escorpión en un analgésico mediante un proceso químico interno. Investigadores estudian este logro evolutivo para aplicarlo en la mejora de los medicamentos contra el dolor.
Rachel Pick
New York, US
Captura de pantalla vía youtube
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard.

Un ratón del desierto de Sonora ha encontrado una manera de convertir el doloroso veneno de un escorpión en un analgésico, tornando la defensa natural del arácnido en algo completamente ineficaz.

El alacrán de corteza de Arizona es un pequeño escorpión de color marrón claro que tiene el veneno más potente de todas las especies de alacranes de Estados Unidos, y una pequeña gota de su tóxico veneno es suficiente para enviar a un ser humano adulto al hospital con un insoportable dolor. Su veneno, que contiene varias neurotoxinas, es utilizado tanto para paralizar a una presa como para protegerse en un ataque.

Publicidad

Sin embargo, un pequeño cazador del desierto ha evolucionado para resistir el veneno de este alacrán: el ratón saltamontes arenero [Onychomys torridus] se ha hecho famoso debido a su gusto y capacidad de ingerir alacranes venenosos.

Científicos de la Universidad del Estado de Michigan han descubierto cómo el ratón consigue seguir luchando tras recibir una dosis letal de veneno. Una proteína incorporada en su sistema nervioso se enlaza a las toxinas inyectadas por el escorpión y las bloquea. En lugar de sentir dolor, los nervios del ratón se adormecen, produciendo un efecto analgésico.

Al roedor le toma un tiempo anular el efecto adverso, por lo que, tras ser picado, el ratón siente dolor durante algunos segundos. En el vídeo se observa que recibe tres picaduras en la cara y luego retrocede por un momento para frotar sus mejillas. Pero una vez que el efecto adormecedor entra en acción, el ratón pone en marcha un segundo ataque y mata el escorpión, a pesar de que recibe varias picaduras más en el proceso.

Los investigadores creen que la adaptación del ratón contendría algunas importantes pistas para la fabricación de más eficientes medicamentos contra determinados dolores que padecen los seres humanos. Esta es una buena noticia para nuestra especie, aunque mala noticia para los escorpiones, que tendrán que subir apuesta evolutiva.

Ofensiva contra la homeopatía: ¿placebo o terapia efectiva? Leer más aquí.

Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs