El desastroso inicio de Río 2016: asesinatos, corrupción, contaminación y Zika

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La inauguración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 es una de las más desastrosas de las que se tenga memoria a lo largo de los 120 años en los que se ha realizado esta fiesta deportiva internacional.

Las Olimpiadas inician hoy con un festejo opacado por violaciones a los derechos humanos, posibles ejecuciones extrajudiciales, casos de corrupción en las altas esferas de la política, sedes olímpicas contaminadas, narcotraficantes vendiendo la cocaína "oficial" de los Juegos, una villa olímpica sin servicios básicos y con el virus del Zika amenazando a la población.

En la ciudad sede de las Olimpiadas, la policía ha asesinado en promedio a más de una persona al día. De acuerdo con el Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro las fuerzas policiales mataron a 49 personas el pasado mes de junio, a 40 en mayo y a 35 en abril.

Además desde 2009, año en que se escogió a la ciudad como el escenario perfecto para llevar a cabo los Juegos, la policía ha matado a más de 2.600 personas en esa urbe.

Mediante un comunicado publicado el pasado 2 de agosto, Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) en Brasil advirtió que "una sombra de muerte se ha instalado sobre Río de Janeiro, pero a las autoridades sólo parece importarles el buen aspecto del parque olímpico".

Además señaló que las autoridades brasileñas deben adoptar medidas significativas que impidan cometer nuevas violaciones de derechos humanos y permitan llevar ante la justicia a los causantes de tanto dolor.

En ese sentido, debido a los altos índices de homicidios en la ciudad sede de las Olimpiadas, se creó una aplicación para que mediante el móvil se conozcan los tiroteos que ocurren en distintas zonas a través de un mapa. La aplicación Fogo Cruzado [Fuego Cruzado] lleva más de 35.000 descargas y tan sólo en julio pasado se reportaron 756 balaceras que dejaron 51 personas muertas.

"La aplicación demuestra que las autoridades brasileñas, así como los organizadores olímpicos, están incumpliendo claramente su promesa de un legado de seguridad pública y una ciudad segura para todas las personas", dijo Renata Neder, asesora en derechos humanos de AI.

Pero no sólo se registra un elevado número de homicidios en la ciudad sede de los Juegos, también se han presentado otro tipo de problemas en la víspera de su inauguración.

Por ejemplo, ha habido protestas por la falta de pago a policías, bomberos y paramédicos, debido al recorte de 500 millones de dólares al presupuesto de seguridad, por ello, los trabajadores del Estado daban la bienvenida a la ciudad con un cartel en el que se leía: "Bienvenidos al infierno".

Además las aguas de la Bahía de Guanabara donde se realizará el evento de navegación están contaminadas, lo cual incumple la promesa que hicieron las autoridades brasileñas en 2009 de hacer unas Olimpiadas "eco-friendly". Los organizadores admitieron que solamente el 48 por ciento de las aguas residuales habían sido limpiadas hasta esta semana.

Asimismo, a finales de julio se reportó que la Villa Olímpica que albergará a todas las delegaciones se encontraba en condiciones deplorables: fallas en las tuberías, baños tapados, cables expuestos, escaleras sin luz, por lo cual la delegación olímpica australiana se quejó fuertemente. Aunado a esto, una parte del circuito ciclista que iba a ser utilizado para la competencia colapsó hace unos meses.

También, el mes pasado la policía decomisó 93 bolsas de cocaína con el logo olímpico y con la advertencia de "usarla lejos de los niños". Esto demuestra que los narcotraficantes tienen lista su mercancía y que incluso la promocionan utilizando la publicidad de las olimpiadas.

En materia de salud, las autoridades reportaron que hasta mayo pasado se habían registrado 90.000 casos de Zika en el país, unos 22.500 de ellos en Río de Janeiro. Ante eso, más de 100 expertos en la materia enviaron una carta a la Organización Mundial de la Salud alertando sobre el riesgo de que 500.000 turistas adquirieran el virus; sin embargo, la Organización no emitió recomendación alguna encaminada a suspender los Juegos.

Otro de los problemas son las amenazas terroristas. A finales de julio fueron detenidos 10 sujetos acusados de preparar un ataque terrorista en Río de Janeiro, supuestamente inspirado en Estado Islámico, por lo que las autoridades implementaron operativos antiterroristas en los recintos deportivos ante posibles ataques.

Todo esto se da en un contexto político tenso en el país, ya que la ex presidenta, Dilma Rousseff, fue suspendida del cargo en debido a que se le relacionó en un caso de corrupción en el que hubo desvío de dinero público en Petrobras, la principal empresa petrolera del Estado. Se espera que su juicio termine en septiembre.

Finalmente, según una encuesta publicada por el diario Folha de Saö Paulo existe un rechazo de casi dos tercios de la población brasileña a la justa olímpica, debido a las acusaciones de corrupción en la infraestructura de los complejos olímpicos. De acuerdo con la publicación, esa parte de la población brasileña cree que la realización de los juegos es perjudicial para el país.

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