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Un desconocido virus está causando deformidades cerebrales en los niños de Brasil

En 2015 aumentó casi 20 veces el número de bebés con microcefalia nacidos en Brasil y muchos investigadores apuntan a la fiebre zika, una infección viral poca conocida, como la posible causante.
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Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard.

La microcefalia es fácilmente detectable. Los bebes con esta condición, potencialmente mortal, nacen con cabezas notablemente más pequeñas que lo normal. Entonces, cuando aumentó casi 20 veces el número de bebés con microcefalia nacidos en Brasil [pasó de un promedio de 150 al año, a casi 3.000 casos el 2015] sonaron todas las alarmas.

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En medio de la crisis las autoridades brasileñas de salud se dieron cuenta de algo más: 5 meses antes que los primeros reportes advirtieran el considerable aumento en casos de microcefalia, un nuevo virus había llegado al país. La fiebre zika es una infección viral poca conocida y mayormente inocua que es causada por un mosquito y ahora ha sido señalada por los investigadores brasileños como la causa del aumento en el número de bebés nacidos con microcefalia. Muchos médicos están recomendando a las familias que no se embaracen. Los gobiernos locales han declarado estado de emergencia. Y muchas mujeres embarazadas están, comprensiblemente, en pánico.

"Lo que más me asustó fue sentir que las personas estaban cambiando su discurso sobre el virus zika", dice Luciana Obniski, guionista y traductora de Sao Paulo, quien tiene 27 semanas de embarazo, "Al comienzo dijeron que sólo existía riesgo durante el primer trimestre del embarazo, luego comenzaron a decirle a las mujeres que no se embarazaran, lo que también generó un pánico que es real. Cuando ya estas embarazada y lees estas cosas, no ayuda".

El surgimiento repentino de un problema de nacimiento que es extraño y debilitador y algunas veces mortal, ciertamente es motivo de preocupación, pero esto no termina ahí. Los epidemiólogos todavía no pueden encontrar pruebas conclusivas de que es el virus zika el que está causando el aumento en la microcefalia y, de ser efectivamente así, cuáles son los riesgos. En un país como Brasil, donde el sistema de salud reproductiva es deficiente, el pánico entre las mujeres que están embarazadas es particularmente peligroso. Es un ejemplo claro de lo difícil que puede ser predecir y controlar una epidemia y de cómo la falta de información pública puede causar terribles consecuencias.

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"No hay necesidad de entrar en pánico" asegura el Dr. Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades transmisibles en la Organización Panamericana de la Salud. "Hasta que no aparezca más evidencia es muy peligroso alcanzar conclusiones y decir 'intenten no embarazarse' y cosas así".

Más allá de la correlación cronológica obvia — que es algo que no se puede ignorar — no hay mucha evidencia aun para demostrar que el zika, que generalmente produce síntomas leves, sea la causa del aumento en microcefalia. Algunas madres que dieron a luz a bebés con microcefalia reportaron a comienzos del embarazo síntomas como los producidos por el virus zika y el virus ha sido detectado en el liquido amniótico de algunos de los bebés.

Solange Ferreira baña a su hijo Jose Wesley dentro de una cubeta en su casa de Poço Fundo, estado de Pernambuco, Brasil. Imagen: AP Photo/Felipe Dana

"Hay datos limitados que sugieren que algunas mujeres embarazadas con hijos que sufren microcefalia fueron infectadas con el virus zika en algún momento, pero todavía es un problema de causa y efecto" explica Michael Osterholm, epidemiólogo y director del Centro de investigación de enfermedades infecciosas en la Universidad de Minnesota.

Incluso si establecemos que esta relación causal es cierta — los investigadores están intentan demostrarlo —, está poco claro si existe un gran factor de riesgo. Por ejemplo, ¿cuántas mujeres que han dado a luz bebés sanos también contrajeron el virus zika? Hasta el momento, 40 de los recién nacido con microcefalia han muerto y la esperanza de vida para niños con esta condición se reduce, al igual que la posibilidad de desarrollar función cognitiva, pese a que es posible.

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Entonces hasta que no sepamos más, muchos investigadores están haciendo hincapié en la necesidad de control: iniciativas apoyadas por el gobierno para frenar la propagación del virus. Esto puede ser logrado con simples medidas, como limpiar los charcos con agua estancada, y más educación publica para que las personas utilicen repelente de insectos y mangas largas. El no ser picado es la mejor forma de evitar la infección de zika y de reducir el riesgo de cualquier efecto negativo.

Sin embargo, algunos doctores en Brasil están aconsejado tomar acciones más drásticas, como posponer los proyectos de formar familia.

"Nuestro consejo es no embarazarse en primer lugar, si es que puedes evitarlo, porque en este momento la epidemia está creciendo", dice el Dr. Nelson Nisembaum, especialista interno en el hospital Sao Bernardo do Campo,"No sabemos los números exactos, no tenemos herramientas para monitorear la epidemia con exactitud y en todo el país. Entonces esto es lo primero: si quieres embarazarte es mejor esperar entre 3 y 6 meses".

Nisenbaum afirma que las mujeres que ya están embarazadas deben evaluar si están en un area con riesgo de contraer el dengue. Si es así, deben ser muy cuidadosas y evitar las picaduras de mosquito, porque el tipo de mosquito que porta el dengue (Aedes aegypt) también porta el zika. El problema es que este consejo no fue dado a conocer antes del brote de microcefalia, entonces las mujeres que ya están embarazadas recién ahora están aprendiendo sobre los potenciales riesgos y por lo tanto están comprensiblemente preocupadas.

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"Lo otro que me preocupa es la falta de información" dijo Obniski. "No existe una manera fácil de saber dónde ocurre el contagio y esto hace las cosas más difíciles para las mujeres que están en estas areas de riesgo. Yo no estoy en un area de riesgo, pero me puedo imaginar cómo es para las mujeres que viven en estos lugares, ellas no tienen información ni tampoco manera alguna de prevenir el zika".

Dejailson Arruda sostiene a su hija Luiza en su cada de Santa Cruz do Capibaribe, en el estado de Penambuco, Brasil. Imagen: AP Photo/Felipe Dana

El acceso a la información fue un problema extendido desde el comienzo ya que nadie estuvo advertido del zika hasta que surgió el brote de microcefalia. No se realizó un seguimiento y la información para evitar el virus no estuvo a disposición del publico, dado que el zika sólo era asociado a una leve fiebre.

"El zika es una enfermedad muy leve", expresa en esa sintonía Espinal por teléfono, "Puede causar sarpullido y dolor muscular, síntomas que cualquier virus produce. Algunas personas ni siquiera van a los servicios de salud. Toman pastillas para el dolor y ya está".

Debido a esto, cuando el virus apareció por primera vez en Brasil, no era una prioridad importante para las autoridades del gobierno. En el momento en que se confirmaron los primeros casos, el entonces ministro de salud Arthur Chioro dijo ante periodistas: "El virus del zika no nos preocupa", agregando que el gobierno estaba más pendiente de la fiebre del dengue, la otra infección que se estaba dispersando en ese momento, por que "el dengue mata".

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El zika tampoco estaba muy propagado. Hasta el año pasado el virus estaba confinado al África tropical, el sudeste asiático y las islas del pacífico. Y dado que era una infección comparativamente inocua — los síntomas son débiles, las infecciones seria son extrañas y ninguna muerte ha sido reportada — no ha habido investigación suficiente durante las últimas décadas, explica el Dr. Alain Kohl, un virólogo de la universidad de Glasgow que ha estudiado el zika.

"A nadie le importa mucho realmente", sentencia Kohl. "Es más curiosidad que otra cosa".

Kohl dice que antes de la correlación con el brote en Brasil, habría sido muy difícil conseguir fondos para estudiar el zika. Ahora hay multiples instituciones que han lanzado nuevas investigaciones respecto al virus, incluyendo el equipo de Kohl en Glasgow. Todos están compitiendo contra el reloj, mientras las madres embarazadas se impacientan.

Hay muchas cosas que pueden hacer los investigadores para averiguar qué es lo que pasa, más allá de determinar si es a este virus es a quien debemos culpar por la ola de nacimientos con microcefalia o no. Debido a que el zika no ha sido realmente estudiado, no existen buenas pruebas de diagnóstico. Kohl explica que es similar a otros virus como el dengue y que es difícil distinguirlo.

El siguiente problema es que otros flavivirus — el zika es uno de ellos — nunca antes han sido ligados a las deformaciones congénitas como está sucediendo ahora. Pero Osterholm dice que puede haber unas cuantas explicaciones para esto: la cepa del virus en Brasil puede ser diferente a la que ha circulado por otras áreas, o puede que la correlación con la microcefalia haya pasado desapercibida porque la investigación sobre el virus era inexistente. Esto sirve para ilustrar lo difícil que es predecir, seguir y estudiar las epidemias. Hasta que no se compruebe una relación entre zika y la microcefalia, los investigadores instan a que las autoridades se enfoquen en técnicas de prevención, ya que el pánico público sólo exacerbará el problema.

Si los investigadores tuvieran más recursos para investigar, incluso, los virus benignos, si Brasil hubiese prestado más atención a la llegada del virus, si supiéramos sólo un poco más sobre el virus de lo que sabemos ahora, hubiera habido más chances de que salvaran más vidas. Ahora que Brasil está en la mitad de una crisis, la buena noticia es que la solución es muy simple, según Nisenbaum.

"Técnicamente no hay desafíos. Tenemos que eliminar los brotes de mosquitos, destruyendo los lugares de cría" dice Nisenbum, "Eso es todo: pelear con los mosquitos. No hay nada más que podamos hacer".

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