Desde noviembre, el gobierno de México buscaba a Javier Duarte en Guatemala

En los primeros días de noviembre del año pasado, Javier Duarte llegó vía terrestre a Guatemala para esconderse de la justicia. Sin embargo, bastaron sólo unos días para que el gobierno mexicano supiera que se encontraba en el país centroamericano y comenzara a acecharlo hasta su detención ocurrida la noche del sábado.

Así lo aseguró Omar García Harfuch, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), en una conferencia de prensa desde la Embajada de México en Guatemala. Junto con Harfuch, estuvieron Alberto Elías Beltrán, titular de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la misma dependencia, y Luis Ángel Domínguez, encargado de Negocios de la Embajada de México en Guatemala.

Según Harfuch, la alerta que provocó que las autoridades mexicanas voltearan los ojos a Guatemala llegó el 10 de noviembre de 2016, cuando una persona fue detenida con miles de dólares en efectivo y dos pasaportes apócrifos que tenían las fotografías del exgobernador de Veracruz y su esposa, Karime Macías, pero con nombres falsos.

Desde aquel día, policías mexicanos se trasladaron a Centroamérica para tenderle un cerco en campo, mientras que desde la Ciudad de México se identificaron números telefónicos, domicilios, automóviles y movimientos bancarios por parte de familiares y empresarios —cuyos nombres no fueron revelados aún— que ayudaban a Duarte y a su esposa a seguir prófugos.

Gracias a esa red de cómplices, Duarte "brincaba" de una entidad a otra. Se sabe de, al menos, una donde se guareció: la zona de Alto Valles.

Sin embargo, su suerte se acabó cerca de las 8 de la noche del 15 de abril. Según el subprocurador, el expriista sólo llevaba dos días hospedado en el Hotel Riviera de Atitlán —un concurrido lugar de descanso en un punto turístico muy visitado en el municipio de Panajachel, departamento de Sololá, en Guatemala— cuando fue detenido en el lobby.

La detención fue resultado de una investigación conjunta entre la Oficina Central de Interpol en Guatemala, la Fiscalía General de la República de Guatemala, la Policía Nacional Civil del país centroamericano y las autoridades mexicanas.

Su esposa Karime estaba con el exmandatario, pero al no haber orden de aprehensión en su contra ni pedido de extradición, está libre y se cree que ha vuelto a México.

Así, el exmandatario pasó de una cómoda habitación privada a sólo unos pasos del lago de Atitlán a una celda de la prisión militar conocida como Matamoros, una pequeña cárcel pensada para recluir a políticos y narcotraficantes, donde ya pasó su primera noche y espera que se resuelva su extradición a México.

"La Procuraduría General de la República pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores que, por vía diplomática, se presentara la solicitud de detención provisional con fines de extradición del ex gobernador de Veracruz al Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco este 15 de abril de 2017", informó el gobierno mexicano.

Javier Duarte tiene una orden de aprehensión en su contra desde el 14 de octubre de 2016 librada por un juez federal con residencia en el Reclusorio Norte por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Dos días antes de que se girara esa orden, Duarte ofreció una entrevista al periodista Carlos Loret de Mola y en televisión nacional anunció que abandonaría anticipadamente el cargo de gobernador para enfrentar de frente con los señalamientos en su contra.

Sin embargo, horas después, Duarte usó un helicóptero del gobierno estatal para abandonar Veracruz y posteriormente México. Por ofrecer esa ayuda, el gobernador interino que quedó en su puesto, Flavino Ríos, está actualmente detenido.

La noticia de la aprehensión se dio a conocer por un tuit de la Procuraduría General de la República a las 9:03 de la noche: "#PGRInforma Hemos detenido a Javier Duarte con el apoyo de la República de Guatemala".

El gobierno mexicano ofrecía una recompensa de 15 millones de pesos por cualquier información que pudiera llevar hasta su paradero, pero se quedará sin pagar, pues todo el trabajo fue realizado por órganos de inteligencia de ambos países.

Alberto Elías Beltrán aseguró que ya comenzó también la investigación de una "red de cómplices y prestanombres" que ayudaba a Duarte a desfalcar las arcas públicas de Veracruz por un monto millonario aún no cuantificado y que han pedido la colaboración de países como España para recuperar los bienes que Duarte compró en el extranjero con el fin de que sean devueltos a la sociedad mexicana.

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