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ESPAÑA

La discriminación entre hombres y mujeres perpetúa la brecha salarial

Las mujeres cobran de media en España 6.144,72 euros menos que los hombres. La corresponsabilidad real en el cuidado de los hijos es una de las claves para equiparar los salarios.

Las mujeres cobran de media en España 6.144,72 euros menos que los hombres, como ha reflejado un reciente estudio elaborado por el sindicato UGT y que sitúa la brecha salarial de género en el 23,93%. No es un problema nuevo ni exclusivo de España. En EEUU, la diferencia de salarios entre hombres y mujeres es del 35%, la más alta de los países desarrollados, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Patricia Arquette, ganadora del Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por Boyhood, lo dijo bien alto y claro, entre los vítores y gestos de asentimiento de Meryl Street, Jeniffer López y buena parte de las compañeras, e incluso muchos compañeros, que la escuchaban en la última ceremonia de entrega de los premios: "Ya es hora de que tengamos de una vez por todas el mismo salario [que los hombres] y los mismos derechos para las mujeres en Estados Unidos de América". En España, no estamos en esos niveles pero el informe de UGT pone de manifiesto que la brecha está ahora situada en el nivel más alto de los últimos cinco años. La discriminación, subrayan los expertos, sigue siendo la base de estas diferencias salariales. Invertir además en plazas de Educación Infantil, crear un robusto sistema de servicios sociales, instaurar permisos parentales iguales e intransferibles y, sobre todo, promover políticas reales de igualdad es el camino para lograr reducir esa brecha.

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Almudena Fontecha, Secretaria para la Igualdad de UGT, no se anda con rodeos: "La desigualdad nos lleva 2000 años de ventaja". Explica que hace 15 comenzaron a darse "incipientes" pasos para tratar de atajarla pero llegó la crisis. "Se ha producido un deterioro del mercado de trabajo que perjudica en mayor medida a las mujeres, son las que desempeñan en su mayoría el trabajo a tiempo parcial (en un 75,21%), se han congelado los concursos de empleo público en Educación y las necesidades se suplen con interinas, y hay un desmantelamiento del sistema de ayuda a la Dependencia", enumera la sindicalista para explicar las causas del aumento de la brecha salarial en España, que el estudio de UGT sitúa en el 23,93% a partir de datos de 2012 recogidos en la última Encuesta de Estructura Salarial del INE. Esa brecha se incrementa al 33,21% en actividades profesionales, científicas y técnicas. Es decir, cuanto mayor es la preparación la diferencia aumenta. "Antes nos decían que no estábamos preparadas y por eso no accedíamos al mercado de trabajo, ahora nos formamos y la desigualdad sigue estando ahí", afirma Fontecha.

Rosalía Vázquez-Álvarez, experta de la OIT y una de las autoras del último informe mundial sobre salarios presentado el pasado diciembre, sostiene que efectivamente esas desigualdades de salario solo se pueden explicar con "la discriminación". En este último estudio introdujeron un nuevo método para medir la brecha salarial de género que en vez de estimar solamente la diferencia del salario promedio de hombres con el de mujeres también tuvieron en cuenta otros parámetros como la edad, la educación, los años de experiencia, el sector industrial, el puesto dentro de la empresa o si la actividad se daba en el medio rural o urbano. "Vimos que en España a igual ocupación las mujeres tienen marginalmente mayor capacitación y por lo tanto tendrían que cobrar por encima de los hombres", explica la experta. Sin embargo, este estudio refleja que las españolas cobran un 17% menos que los hombres.

Y en la brecha salarial entre hombres y mujeres la maternidad tiene mucho que ver. Fontecha cuenta el caso de un conocido para explicar lo que ocurre: "Se trata de una pareja, que se conocieron en la universidad, accedieron al mismo puesto de trabajo pero ahora él cobra más que ella por qué, porque tuvieron un hijo y acaba de nacer el segundo". Es la mujer, prosigue la secretaria para la Igualdad de UGT, quien se sigue ocupando del cuidado de los hijos por lo que es ella la que se ausenta en mayor medida del trabajo y la que a la hora de elegir entre que sea el hombre el que acceda al trabajo parcial para cuidar de los niños, en la mayoría de los casos sigue siendo la mujer.

"Hasta que no exista una corresponsabilidad real en los cuidados a menores la situación no cambiará", afirma María Pazos, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales y miembro de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA). La entidad lleva años promoviendo la implantación de permisos parentales iguales, intransferibles y pagados al 100% como forma de implicar a los hombres en el cuidado de los hijos y de llevar a cabo una conciliación familiar y laboral que no recaiga únicamente en las mujeres y que por tanto lastre su carrera profesional. "Los hombres se hacen realmente responsables de los cuidados cuando se quedan solos con el bebé", afirma y explica el caso de Islandia. En el país nórdico existe un permiso de maternidad y paternidad, cada uno de tres meses, que son intransferibles, es decir, solo los puede disfrutar cada uno de los progenitores. Luego, hay un tercero de otros tres meses, que puede disfrutarlo indistintamente uno u otro -y casi siempre se lo toma mujer-. "Ello ha cambiado realmente la mentalidad de los hombres en el cuidado de los hijos, los que no se toman los permisos están muy mal vistos, y en las empresas el puesto sigue estando donde está cuando vuelven, porque son los dos los que deben ausentarse del puesto de trabajo, primero uno tres meses y luego el otro", afirma Pazos.

En España, la Ley de Igualdad, aprobada en 2007, introdujo el permiso de paternidad intransferible de 13 días, que se sumó al de dos que ya había. La misma norma prevé su ampliación pero la llegada de la crisis hizo que tanto el último Gobierno socialista y el actual del PP lo vayan retrasando cada año. Pazos, sin embargo, va más allá y propone un cambio completo del sistema público de cuidados. "Para ello es necesario universalizar la Educación Infantil de 0 a 3 años y construir un sistema realmente de servicio público de atención a la Dependencia", afirma. La experta de la OIT subraya que también se debe atacar la desigualdad arraigada en la sociedad que luego llega al mercado laboral "empezando por las escuelas". Y al respecto Fontecha apunta una luz roja: en la mayoría de los casos ni los trabajadores ni las empresas son conscientes de esa desigualdad, y para combatir algo, lo primero que hay que hacer es identificarlos, sostiene.