Donald Trump devant ses partisans lors d'un meeting à South Bend dans l'Indiana, le 2 mai 2016. Photo de Tannen Maury/EPA
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Trump ya daba por hecho que tenía a Indiana en el bolsillo incluso antes de que arrancara la votación. De hecho, se pasó gran parte del lunes asegurando a sus seguidores que la nominación estaba cantada y que ya solo le quedaba prepararse para la batalla final, la que presumiblemente le enfrentará a Hillary en las generales."Los votantes de Indiana me van a encaramar a lo más alto, de manera que ya solo me deba de concentrar en Hilary Clinton", declaró Trump el lunes durante un mitin electoral celebrado en South Bend.Al final, nadie ha salido tan vapuleado de Indiana como Ted Cruz, que se ha despedido con apenas del 37 por ciento de los votos, una cifra muy lejana a sus alucinadas expectativas. El senador de Texas, junto al resto de fuerzas destinadas a "detener a Trump" había puesto todas sus esperanzas en evitar que Trump consiguiera el número delegados suficiente como para eludir la votación final en la convención republicana.Cruz se ha sacado de la manga varios trucos desesperados en las últimas semanas, como incorporar a la carismática ex candidata Carly Fiorina a sus mítines de la semana pasada, cubrir las ondas radiofónicas de proclamas anti Trump, aludir a la película Hoosiers [Más que ídolos] durante sus mítines, y alardear del respaldo que le ha brindado el gobernador de Indiana, Mike Pence. Hasta ha intentado formar una absurda alianza con Kasich — Cruz negó que existiera alianza alguna, mientras que Kasich, simplemente, se desentendió. Pero al igual que ha sucedido antes con los múltiples intentos de desacreditar a Trump, lo cierto es que ninguna artimaña le ha servido lo más mínimo.Ser estadounidense en México en tiempos de Trump no es nada fácil. Leer más aquí.
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