¿La droga que se vende en la deep web es de mayor calidad?

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Menos adulteración y mayor pureza del producto. Esta es la razón por la que muchos compradores y usuarios recreativos optan por adquirir drogas en la deep web en vez de hacerlo en los mercados de venta tradicionales, es decir, comprándolos directamente a un "camello" [dealer], de acuerdo con informes como el Global Drug Survey.

El comportamiento del consumidor casa con los llamados que los vendedores del internet profundo utilizan para promocionar sus productos usando fórmulas como "probado en laboratorio" o asegurando que el producto es de máxima calidad.

Con todo y aunque las proclamas no siempre son veraces, un nuevo informe de Energy Control, una proyecto de la ONG española Asociación de Bienestar y Desarrollo dedicado a analizar la composición de las drogas de uso recreativo, apunta que la calidad de estos productos es mejor en los criptomercados que en los mercados convencionales.

Así lo sugieren las diferencias que resultan de la comparación de los datos de este informe, que analiza 219 muestras recibidas entre marzo de 2014 y marzo de 2015 y enviadas por consumidores de diversos países que habrían adquirido la droga en la deep web, y las cifras relativas a los análisis rutinarios — y que no hacen distinción alguna respecto del punto de venta — que realizó Energy Control a lo largo de 2014 en España.

La comparativa establece que mientras en sustancias como la cocaína, el LSD y el MDMA en polvo (cristal) y en pastilla, casi el 65 por ciento de las muestras contenían únicamente el principio activo propio de la droga en cuestión y no estaban adulteradas, esta cifra que era de cerca del 56 por ciento cuando se trataba de los datos resultantes de los citados test corrientes realizados por la organización.

Así, en el caso de la cocaína, el 51,5 por ciento del total de los productos con origen en el criptomercado no llevaba ni adulterantes ni otros componentes extraños, mientras que en la otra muestra, donde se analizaron casi 3.000 sustancias, solo alcanzaban el 14,4 del total analizado. En cuanto a la pureza, en el primer caso era del 71,6 por ciento y en el segundo, del 48 por ciento.

Las cifras de las dos informes también son notablemente diferentes en cuanto a la composición del MDMA cristal y en relación a los parámetros de pureza y presencia de adulterantes. Las de la deep web registran un 88 por ciento de pureza y en ningún caso detectaron sustancias distintas a las que esencialmente conforman la droga, pero en los análisis rutinarios la pureza era del 74 por ciento y en el 84 por ciento de los casos no había adulteración.

"Los resultados señalan que la droga sería de mayor calidad en la deep web, pero hay que tomarse estos datos con mucha cautela", advierte Claudio Vidal, miembro de Energy Control y coautor del informe, titulado Results of an international drug testing service for cryptomarket users y publicado hace dos semanas en el International Journal of Drug Policy.

Vidal afirma que tanto la limitada dimensión de la muestra analizada como la imposibilidad de establecer una comparación rigurosa [por falta de información, diferencia de parámetros utilizados] obliga a leer los resultados con prudencia e interpretar la comparativa a modo orientativo.

En este sentido, el entrevistado asegura que, además, existe muy poca literatura científica sobre el tema, lo que imposibilita el uso de otros estudios para reforzar o bien poner en cuarentena la tesis sobre la superioridad cualitativa de la droga en el criptomercado.

Con todo, Vidal asegura que, de ser demostrada, esta tesis podría explicarse en relación a los sistemas de evaluación de los vendedores que funcionan en la web profunda. "Si vendes productos de poca calidad, eres sancionado porque te puntúan mal y hacen comentarios negativos sobre tu producto. El fraude parece más complicado en el criptomercado", asegura el experto.

La venta de drogas en la deep web sigue suponiendo un pequeño pedazo de este suculento negocio ilegal pero su facturación se multiplicó por 100 de 2012 a 2015 alcanzando los 180 millones de dólares, de acuerdo con los datos de Global Drug Survey recogidos en un artículo publicado en The Economist.

"Es un circuito complementario que viene a rellenar vacíos como extender la oferta a lugares donde no hay demasiada disponibilidad o donde la presión legal o policial es muy alta", resume Vidal.

Para este experto, sin embargo, ambos mercados reflejan las mismas tendencias en cuanto a la aparición de nuevas drogas y se nutren de los mismos proveedores y, en mayor o menor dimensión, afirma, el fraude también está al orden del día en la deep web.

Un estudio publicado recientemente por la Universidad de Lausanne y centrado en la realidad suiza, concluye que la información facilitada por el vendedor respecto del lugar de origen de la droga o los métodos de ocultación utilizados para su transporte suele ser cierta, pero que los datos relativos a la calidad del producto como su pureza no acostumbran a ser veraces.

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