Le président philippin Rodrigo Duterte après son premier discours à la nation. Photo de Francis R. Malasig/EPA
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De acuerdo con un recuento de las muertes publicado por The Philippine Daily Inquirer, uno de los principales periódicos locales, desde que Duterte tomó posesión del cargo, al menos 420 personas han sido asesinadas por ser sospechosas de traficar con droga. De ellas, al menos 122 fueron disparadas por sicarios no identificados; los demás, por la policía. Una cifra altísima en comparación con las 39 personas abatidas entre el 1 de enero de 2016 y 8 de mayo, un día antes de que Duterte ganara las elecciones presidenciales.La lista se redactó a partir de los informes de distintos corresponsales e investigadores de Filipinas. Por eso, no registra con rigor la cifra total. "La lista real de asesinatos es mucho, mucho mayor", advierte Sara Pacia, una periodista que ayudó a realizar el recuento.El nuevo presidente de Filipinas dice que 'quien mate a un traficante será condecorado'. Leer más aquí.
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La Policía Nacional de Filipinas ha informado que se opone a las ejecuciones extrajudiciales, y de acuerdo con el superintendente superior Dionardo Carlos, un portavoz de la fuerza, clasificarán a cada una de estas muertes como asesinato.Sin embargo, el sistema de justicia es notoriamente ineficaz en Filipinas. Un estudio reciente señala que el país registra el mayor nivel de impunidad penal del mundo, por delante de lugares como México, Rusia o Colombia. Hombres armados en motocicletas siguen disparando a la gente en público sin temor alguno a ser descubiertos. Y la policía actúa con displicencia en relación a los homicidios."Es cierto que existe un aumento [de homicidios]", expresó Carlos, "pero al final del día ¿vemos a esto como algo que está fuera de control, o simplemente son las consecuencias de liberar a la sociedad de las drogas?".De acuerdo con algunas estadísticas de la policía, Carlos tendría razón. Durante el período comprendido entre julio de 2015 y julio de 2016, Manila ha experimentado una reducción del 38 por ciento de la criminalidad vinculada a las drogas. Pero los números delatan también que, aunque los delitos relacionados con las drogas están disminuyendo, ha habido un aumento del 57 por ciento en los homicidios premeditados, y un asombroso aumento del 125 por ciento en el total de asesinatos registrados.Un candidato presidencial de Filipinas no quiere disculparse por su 'broma' sobre una violación. Leer más aquí.
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Miles de traficantes de drogas y consumidores se están rindiendo ante la policía con la esperanza de evitar la muerte a manos de vigilantes armados hasta los dientes y liberados por el gobierno.Después de todo, fue el propio presidente quien dio licencia a la gente para hacer justicia por su propia cuenta. "No dude, llame a la policía, o hazlo tú mismo si tienes una pistola, tienes mi apoyo", dijo Duterte en la televisión nacional el mes pasado.Este mismo domingo, en otra avenida tranquila en Pasay, el cuerpo de Ryan Alfred Esquivel yacía en la acera, un chorro de sangre corría por la pendiente hacia el centro de la carretera. Otro cartel, de cartulina en este caso, lo etiquetaba como traficante de drogas. Al menos siete personas murieron a manos de los vigilantes esa noche."Estamos cansando de embalsamar muertos, hay tantos", se quejaba Alejandro Ormanita, el embalsamador que estaba recogiendo el cadáver de Esquivel. "Pero es que nos estamos poniendo al día con este problema, estamos haciendo esto para el presidente".Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEsSigue a Aurora Almendral en Twitter: @auroraalmendral'Estamos cansando de embalsamar muertos, son demasiados'.