FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

EEUU vuelve a incluir a Bolivia en su lista negra por el cultivo de la hoja coca

La decisión se produce cuando datos recientes apuntan a que el país andino ha logrado disminuir su producción de hoja de coca como nunca antes. Además, coincide con la decisión de Washington de legalizar la venta de marihuana en varios de sus estados.
Imagen por Martin Alipaz/EPA

Estados Unidos ha descertificado a Bolivia. El motivo: que no cumple los acuerdos internacionales sobre narcóticos. Y eso que las últimas informaciones apuntan a que el país sudamericano ha conseguido disminuir el cultivo de la hoja de coca como nunca antes. Bolivia se ha colocado muy por debajo que sus vecinos en los índices de producción de la controvertida planta.

La decisión era ampliamente esperada. Sin embargo, eso no ha impedido que los expertos en políticas narcóticas la hayan condenado sin tapujos. Para ellos la medida es el súmmum de la hipocresía, especialmente ahora que el gobierno estadounidense ha legalizado la venta de marihuana en varios de sus estados. La medida contraviene directamente las regulaciones sobre narcóticos de la ONU.

Publicidad

Bolivia ha sido descertificada por el gobierno estadounidense por octavo año consecutivo. Este año, sus compañeros de reprimenda diplomática han sido Birmania y Venezuela. La descertificación es una medida que permite a Estados Unidos retirar los paquetes de ayuda humanitaria a los países que contravienen su regulación. Además, también le confiere potestad para imponer determinadas medidas a los gobiernos que no respetan sus directivas.

Bolivia es, desde hace tiempo, algo parecido a un espina clavada para las brigadas antidroga estadounidenses. En 2008 el presidente Evo Morales expulsó de su estado a la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas inglesas), tras acusarla de inmiscuirse en los asuntos del gobierno boliviano. Aquel mismo año, el embajador de Estados Unidos en Bolivia también fue expulsado del país.

Desde entonces, Morales, que en su día trabajó como cultivador de hoja de coca, ha supervisado un vastísimo recorte en el cultivo de esta planta. El presidente boliviano ha conseguido reducir su cultivo en áreas que vivían consagradas a ello. Si bien la producción y el tráfico de cocaína siguen muy extendidos, muchos responsables en la lucha contra el narcotráfico han elogiado la labor de Morales. La oficina regional contra narcóticos de la ONU, por ejemplo, ha celebrado la distensión con que Morales ha negociado con los cultivadores. En países vecinos, se trata de un proceso que, a menudo, solo se cumple con la imposición de medidas draconianas o con violentas medidas de erradicación.

Publicidad

Sobre cómo Bolivia convenció a los campesinos más pobres de cultivar menos hoja de coca. Leer más aquí.

En sus estimaciones más recientes, la oficina de la ONU sobre Drogas y Delitos criminales, ha calculado que la superficie destinada al cultivo de la hoja de coca en Bolivia cayó un 11 por ciento en 2014. Es el cuarto año consecutivo que así sucede. El estudio, elaborado conjuntamente con el gobierno boliviano, determina que el área de cultivo ha pasado de las 23.000 hectáreas de 2103, a las 20.400 de 2014 — la cifra más baja desde 2003, el año en que la ONU empezó a monitorizar la producción de hoja de coca.

Morales ha podido implicar a los sindicatos de cultivadores de coca a la largo y ancho de todo el país en su plan. Se trata de un programa que alterna las inversiones con la promesa de garantizar unos ingresos a los campesinos. Según la ONU los precios de la cocaína boliviana son mucho más elevados que la de sus vecinos Colombia o Perú. Estos dos últimos han intentado erradicar el cultivo de la hoja empleando estrategias de prohibición más tradicionales y apoyadas por Estados Unidos, como la interdicción financiera.

En 2011 Colombia se retiró de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. Sin embargo, dos años después, regresó — a pesar de las protestas de Estados Unidos y de varios países europeos — a condición de que le permitiera mantener un mercado legal para la hoja de coca. La hoja es la planta cuyo ingrediente activo se utiliza para producir la cocaína sintética.

Publicidad

'Si somos honestos tenemos que admitir que, en términos de lucha contra el narcotráfico a nivel mundial, las políticas de Estados Unidos son un auténtico fracaso'

Los bolivianos llevan siglos mascando y consumiendo la hoja de coca de distintas maneras. Morales insiste desde hace tiempo que la convención de Naciones Unidas supone una violación de los derechos de la mayoría de la población de su país, eminentemente indígena. Los estados miembros de la ONU le dieron la razón.

Estados Unidos se ha referido a la retirada de Bolivia en 2011 para justificar su decisión de descertificar a Bolivia del ejercicio fiscal de 2016. El país que preside Barack Obama también se ha quejado de que Bolivia "siga promocionando el cultivo y la comercialización mundial de productos derivados de la hoja de coca, lo cual contraviene 'las premisas fundamental de la convención'. Algo que ya hizo en 2011, al retirarse [de la Convención Única de 1961]". Estados Unidos basa su denuncia en "la sustancial cantidad de hoja de coca que se cultiva en Bolivia y las dificultades con las que se ha encontrado el país para trazar una política contra el cultivo ilegal de la misma". Además, la administración Obama considera que "ha habido un desvío de la sustancia, que ha pasado del mercado legal al ilegal". Con todo su conclusión es que "se hace difícil distinguir entre el cultivo legal e ilegal de la hoja de coca".

En los últimos años, algunos altos cargos bolivianos se han visto involucrados en varios prominentes casos de tráfico de drogas. Sin embargo, la producción del ingrediente base sigue estando muy por debajo que la de sus vecinos. Entre 2013 y 2014 el cultivo de hoja de coca en Colombia ascendió de manera dramática. El año pasado la hoja de coca se plantó en una superficie de 112.000 hectáreas. Hace dos años habían sido 85.000, según estimaciones de la Casa Blanca. En Perú, donde un controvertido programa del gobierno ha destruido centenares de miles de hectáreas destinadas al cultivo de la hoja, se cosecha casi el triple que en Bolivia.

Publicidad

El Papa Francisco pidió hojas de coca para mascar en Bolivia. Leer más aquí.

La Casa Blanca emitió otro comunicado destinado a subrayar que es Bolivia, y ningún otro, el país sudamericano que está en su lista negra. Así, desde Washington saludaron las políticas de Colombia y Perú clamando que ambos países "han demostrado un eficaz liderazgo en su lucha contra el tráfico de drogas y los delitos transnacionales. El comunicado citaba concretamente a Colombia por haber entrenado a casi 26.500 agentes de policía de otros países entre 2009 y 2015.

"Yo creo que se trata de una maniobra política del departamento de Estado de Estados Unidos", declaró Morales tras enterarse de la decisión. "Si somos honestos tenemos que admitir que, en términos de lucha contra el narcotráfico a nivel mundial, las políticas de Estados Unidos son un auténtico fracaso".

John Walsh, coordinador de la oficina de Washington dedicada a las políticas y programas sobre estupefacientes en Latinoamérica, advierte que Estados Unidos no ha dicho nada sobre países que están ignorando flagrantemente las convenciones de la ONU. Uruguay, sin ir más lejos, ha permitido la legalización de la marihuana, pero no se lee su nombre en toda la lista de 2016. Ni como país que ha entrado en la lista negra, ni tampoco como parte de los estados reconocidos como "lugares de tránsito y/estados productores de la mayor cantidad de producción de drogas ilegales".

Publicidad

Mira el documental de VICE News 'El nuevo rey de la coca':

Las discrepancias tienen mucho que ver con la legalización de la marihuana en estados como Colorado, Washington, Oregón, Alaska y Washington DC.

"Lo que sí es un novedad en términos de política estadounidense es que el gobierno de Estados Unidos está contraviniendo las convenciones de la ONU en materia de cannabis. La legalización a nivel estatal y el apoyo que ha recibido de la administración Obama son incuestionablemente contrarias a esos principios", señala Walsh. "Así que Estados Unidos no tiene nada que decir sobre el caso de Uruguay".

En última instancia, y en términos de adaptación a la convención, Bolivia acata en mayor grado la ley internacional sobre narcóticos porque su mercado ha sido aprobado explícitamente por los estados miembros de la ONU, opina Walsh.

Perú permite a su Fuerza Aérea derribar aviones sospechosos de tráfico de droga. Leer aquí.

"Lo que Bolivia ha hecho a través del control social es reducir de manera sustancial el total de hectáreas destinadas a la cosecha. Y lo ha hecho sin recurrir a ningún súper programa de erradicación. De hecho, Bolivia ha sido capaz de suministrar unos ingresos legales después de que le haya sido concedido el permiso para plantar hoja de coca. Además ha sido lo suficientemente inteligente para que redactar una Constitución en la que la hoja de coca y su uso tradicional están contemplados como patrimonio cultural del país", explica Walsh.

Sin embargo, otros implicados en la política de drogas sudamericana fueron más explícitos.

"La actitud de Estados Unidos es ciertamente hipócrita y arrogante. Allí hay varios estados que han aprobado la venta de marihuana con fines recreacionales, lo cual es una violación en toda regla de la Convención Única de Naciones Unidas. Y luego van y justifican la descertificación de Bolivia en base a su incumplimiento del mismo acuerdo que ellos tampoco están respetando", declaró a VICE News Kathryn Ledebur, directora de la ONG Andean Information Network.

"Cada descertificación relativa al control de drogas en Bolivia denigra la credibilidad del gobierno de Estados Unidos ante la comunidad internacional. Bolivia ha conseguido implantar un control pacífico del cultivo de la hoja de coca y sigue dispuesta a seguir introduciendo medidas de interdicción, que han sido fuertemente documentadas por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Sigue a Samuel Oakford en Twitter: @samueloakford