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El aire tóxico en la Ciudad de México provoca la intervención presidencial

VICE News habló con un especialista y nos explicó por qué en unos días la CDMX pasó de vientos fuertes y cielo despejado a la peor contingencia ambiental en 14 años.
Imagen por Susana Gonzalez/Getty Images
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La Ciudad de México vive su peor crisis ambiental en los últimos 14 años: entre el pasado sábado 12 de marzo y hoy, el aire ha alcanzado una composición tan tóxica que respirarlo supone un riesgo latente para la salud de más de 20 millones de personas.

A través de un índice que mide los niveles de composición en el aire — llamado IMECA — el gobierno de la capital mexicana ha contabilizado 194 puntos de ozono, un récord negativo al que no se llegaba desde 2002, cuando se registraron 242 puntos.

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La emergencia ha sido de tal tamaño que el presidente Enrique Peña Nieto intervino y a través de su cuenta de Twitter ordenó a la Secretaría de Medio Ambiente convocar a la Comisión Ambiental de la Megalópolis [que incluye las entidades del centro del país como Distrito Federal, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala] para que se endurezcan las medidas antipolución.

La crisis ambiental ha sorprendido a los habitantes del centro del país, pues días antes de la contigencia hubo una tormenta invernal atípica: vientos fríos de hasta 100 kilómetros por hora derribaron árboles, anuncios espectaculares y hasta provocaron el cierre de escuelas ante el temor de heridos o muertos. Cuando los ventarrones se fueron, dejaron un cielo claro y despejado — pocas veces visto en la Ciudad de México — que hizo suponer que el ambiente se había limpiado.

Sin embargo, esos días de aparente pulcritud fueron la primera etapa de la crisis ambiental, contó a VICE News el químico Luis Manuel Guerra, presidente del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas.

"En la Ciudad de México tuvimos un evento fuera de la periodicidad normal: una tormenta invernal, proveniente de Canadá, con vientos fuertes que bajaron la temperatura y aumentaron la humedad. En esta ciudad tan fuertemente contaminada, eso causó que los contaminantes fueran empujados hacia la zona de Atlacomulco, Estado de México".

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'Es decir, nunca desaparecieron – aunque así pareció para la gente –, sino que se quedaron 'encajonados'. Cuando cesan los vientos, los contaminantes regresaron de manera violenta'.

Esta contingencia era evitable, según Guerra: en junio de 2014, el gobierno de la Ciudad de México endureció el programa Hoy No Circula con la restricción de la circulación sabatina de vehículos con más de 15 años de antigüedad y la orden de que los vehículos que tuvieran entre 9 y 15 años sólo podrían circular dos sábados al mes. La medida fue ampliamente rechazada entre la población, lo que abolló la popularidad del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera y provocó que el gobierno reculara y eliminara la medida.

"En la Ciudad de México se está deteriorando con rapidez la calidad del aire, después de un éxito de 20 años de políticas ambientales. Para mi, es inaceptable que el gobierno se echara para atrás. Las medidas ambientales generalmente son impopulares, pero necesarias", dijo Guerra.

'Si se sigue pensando en el impacto político, en lugar de la salud de la gente, estaremos avanzando hacia una secuencia de contingencias que nos llevará a cerrar escuelas, empresas, fábricas'.

Para el especialista, se deberían aplicar tres medidas para mejorar la calidad del aire: uno, castigar la corrupción en los centros de verificación que usan software paralelos para autorizar la circulación de vehículos que no cumplen con las normas ambientales; dos, atender los estudios que indican que los automotores de uso intenso en la Ciudad de México, como taxis y microbuses, generan el 68 por ciento de la contaminación atmosférica; y tres, modificar a a nivel federal el nivel de emisiones permisibles, pues están, en promedio, 20 por ciento por encima de otras importantes ciudades del mundo como California, Estados Unidos.

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La crisis ambiental no sólo ha causado la intervención presidencial, sino que inició una disimulada disputa entre el alcalde la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y sus homólogo y vecino, Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México.

Mancera responsabilizó de la contingencia ambiental a "otras entidades" que no aplican el Hoy No Circula, mientras que el secretario de Medio Ambiente del Estado de México reviró con la afirmación de que no hay estudios científicos que afirmen que el aire lleva la polución de un estado al otro.

En medio de la guerra de declaraciones, el Gobierno de la Ciudad debió adoptar medidas urgentes para frenar la polución y dio acceso gratuito al Sistema de Trasporte Colectivo Metro y otros medios públicos para desincentivar el uso del automóvil particular durante la contingencia.

El informe La Calidad del Aire en América Latina, publicado por Clean Air Institute en 2013, señala que en la región, la Ciudad de México es la más contaminada. En 2011 registró 270 concentraciones de ozono en un promedio de ocho horas diarias, mientras que Quito, Ecuador, y Santiago de Chile alcanzaron 162 y 148, respectivamente. El promedio anual fue de 59 concentraciones en la capital mexicana, y de 44 en Quito y 29 en Santiago.

La contaminación mata a 5,5 millones de personas al año y más de la mitad en India y China. Leer más aquí.

El informe indica que cada hora mueren alrededor de 150 personas en el mundo por afecciones asociadas a la contaminación del aire. Y en América Latina, por lo menos 100 millones de personas están expuestas a niveles de contaminación que se ubican por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha tasado 4,3 millones de muertes anuales por enfermedades relacionadas con la contaminación.

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