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ESPAÑA

En entredicho la norma de agrupación familiar tras el caso del niño que cruzó la frontera en una maleta

Una campaña de juristas logra movilizar a más 50.000 personas para que liberen al padre del niño que cruzó la frontera de Ceuta en una maleta y piden cambiar la ley de agrupación familiar.
Captura de pantalla vía Youtube

La joven marroquí, de 19 años, estaba parada justo después del control policial de pasaportes en el paso fronterizo para peatones del Tarajal, en Ceuta, enclave español en el extremo norte de Marruecos. Estaba sólo a 50 metros de llegar a España. Pero no se atrevía a dar el último paso. Los agentes de la Guardia Civil de la aduana sospecharon. "¡Por favor siga!". Entonces tomaron la maleta rosa y la pasaron por el escaner. El agente que lo controlaba saltó de la silla y corrió a abrirla. Había un niño dentro. Abou Ouattara, 8 años, Costa de Marfil.

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"Estaba sorprendido y muy asustado. Nosotros también, nunca habíamos visto algo así", explica a Vice News Alfonso Cruzado, portavoz de la Guardia Civil en Ceuta. "¿Por qué lleva al niño en una maleta?". Sólo silencio por respuesta. Ante el juez después explicó que una anciana le había pedido que pasara la maleta. Hoy la joven está en prisión preventiva acusada de tráfico de personas. Del niño se hizo cargo la Fiscalía de Menores en Ceuta.

Encontrado un niño marfileño de 8 años que cruzaba la frontera oculto en una maleta. Leer más aquí. 

Una hora y media después, por el mismo paso fronterizo, a la Guardia Civil le llamó la atención que pasara un hombre que tenía prácticamente el mismo nombre que el niño, Alí Abou Ouattara. Alí tenía sus papeles en regla y era residente en España. "Le preguntamos si tenía hijos. Nos dijo que sí. Le enseñamos la foto de Abou, y lo reconoció, así que lo detuvimos en el momento", explica Alfonso Cruzado.

El juez le impuso prisión incondicional y sin fianza acusándole de tráfico de personas  — máxima pena preventiva contemplada en España. Alí Abou Ouattara, que está preso desde el pasado viernes en el centro penitenciario Los Rosales, se encuentra bien de ánimo aunque sorprendido por todo lo que está sucediendo, según explicó su mujer a los medios de comunicación locales.

El intento desesperado de Alí de traer a su hijo a España oculta una historia de frustración y cauces legales agotados. Alí Abou Ouattara lleva siete años en España, donde trabaja en una lavandería en Puerto del Rosario, Tenerife, según explicó su mujer Lucile Ouattara a un medio local el martes pasado. Allí vive con ella y con otra hija, con la que llegaron desde Costa de Marfil. El siguiente en venir a España era el pequeño Abou. Según contó su madre, sufría de paludismo y temían que en Costa de Marfil empeorase.

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Intentaron hasta en dos ocasiones traerle a España por los cauces habituales. Pero Alí chocó dos veces con el mismo problema. Su salario en la lavandería, 1.300 euros, no es considerado suficiente por el Estado español para que un inmigrante mantenga a una familia con dos hijos. A Alí le faltaban 50 euros. "Imagine por un momento que pusieran este requisito para los españoles. En el actual contexto de crisis y precariedad salarial muchas familias españolas no podrían tener un segundo hijo, acabaríamos como China con la política del hijo único", explica el abogado sevillano Estanislao Naranjo Infante, coordinador jurídico de la Red Española de Inmigración.

Lucile asegura que su marido no sabía cómo iban a introducir a su hijo en España. "Pagó 5.000 euros para que le pasaran la frontera pero no sabía cómo lo iban a hacer", declaró a los medios locales.

'Es discriminatorio que se regule el número de hijos que puede tener un inmigrante, algo impensable con un español'.

Para José Palazón, de la Asociación Pro Derechos de la Infancia de la Frontera Sur dijo a VICE News que esta situación es un despropósito: "¿Qué país es este en el que un niño que quiere reunirse con su familia tiene por toda posibilidad pasar dentro de una maleta? La ley del menor plantea que los estados deben facilitar que las familias se reúnan sin tener que pasar dentro de una maleta", asegura indignado. "La Frontera Sur se ha convertido en un agujero negro en el que las personas desaparecen, lo que provoca este tipo de situaciones: gente que ensarta en cuchillas para saltar una valla, gente que se tira al mar y a ello sumamos niños que se meten en maletas", apunta.

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El grupo de juristas y activistas de la Red Española de Inmigración lanzó una campaña hace tres días para pedir a la Fiscalía General del Estado que medie en la liberación del padre.

Escrito dirigido al Fiscal General del Estado sobre el caso del niño en la maleta — Red Inmigración (@redinmigracion)May 11, 2015

Además, crearon una petición popular en change.org que en apenas dos días logró 50.000 peticiones.

La campaña considera la detención "excesiva" y el uso del derecho "desproporcionado". "Se está jugando hasta 8 años de cárcel porque lo equiparan con un miembro de una red de tráfico de personas, porque consideran que se puso en riesgo la vida del menor. Pero la ley que le aplican no está pensada para casos como este, que se trata de una persona desesperada por reagrupar a su familia. Es difícil entender que se aplique con semejante dureza una legislación pensada para frenar el tráfico de seres humanos. Está claro que tiene un afán criminalizador y ejemplarizante", explica Naranjo Infante.

El abogado de oficio de Alí, Clemente Cerdeira, cree que su cliente debería ser absuelto por motivos humanitarios, una figura que contemplará el nuevo Código Penal español que entrará en vigor en julio, según publicó el Faro de Ceuta.

También ha recurrido al Defensor del Pueblo con el mismo argumento a quienes ha reclamado que el menor pueda permanecer en su núcleo familiar, en lugar del centro de menores de Ceuta donde se encuentra recluido. "Esto contraviene el Derecho superior e interés del menor, consagrado por la Declaración Universal de los Derechos del Niño", asegura.

La madre ha pedido que le devuelvan a su hijo, interno en el centro de menores El Mediterráneo. Para ello hay que esperar a los resultados de las pruebas de ADN, una rutina en la frontera de Ceuta en los casos de inmigrantes que pasan con menores para garantizar el vínculo familiar.

La segunda fase de la campaña de la Red Española de Inmigración es suscitar un debate político para cambiar la normativa que regula la agrupación familiar. "La ley no fija las cuantías, sino que lo hace el ministerio y creemos que tienen que adecuarse a la realidad española. Es discriminatorio que se regule el número de hijos que puede tener un inmigrante, algo impensable con un español. Además, las cuantías deben adecuarse a la realidad de España de trabajos temporales y precarios más aún con la discriminación salarial que sufren los inmigrantes", explica Naranjo Infante.

Para ello se ha presentado, a través de la Comisión de Peticiones del Congreso de los Diputados y de su homóloga del Parlamento Europeo una solicitud de debate dirigida al conjunto de las formaciones políticas "para que se tramite en ambas cámaras una moción que denuncie la actual situación y flexibilice las políticas de inmigración vigentes en nuestro país".

Sigue a Bea Lucas en Twitter: @beitalucas