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Elecciones 2016

En imágenes: de la esperanza a la zozobra en el 'festejo' de Hillary Clinton

La periodista Cassandra Giraldo retrata cómo los seguidores de la candidata demócrata Hillary Clinton pasaron, inesperadamente, de la esperanza a la sorpresa y luego a la zozobra en sólo unas horas.
Imagen por Cassandra Giraldo/EPA

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Hillary Clinton y sus seguidores creyeron que la noche de la elección presidencial era suya. Las encuestas, los opinadores, los estudiosos de la ciencia política les anticipaban una jornada de fiesta en la unción de quien sería la primera presidenta de los Estados Unidos y la 45 en la privilegiada lista de ocupantes de la Casa Blanca.

Pero a medida que la noche avanzó y los votos comenzaron a contabilizarse, el equipo de campaña de Clinton, las celebridades invitadas y sus simpatizantes vieron como la celebración se convertía en un funeral de sueños en la zona de Manhattan, Nueva York.

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Cada hora más cerca de la madrugada les confirmaba el peor escenario: su líder, su "peleadora" —como ellos llaman a la exsecretaria de Estado— perdió por nocaut ante el siempre segundo lugar en las encuestas, el republicano Donald Trump.

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Estas fotografías de la periodista Cassandra Giraldo dan cuenta de cómo la campaña presidencial de Hillary Clinton pasó, inesperadamente, de la esperanza a la sorpresa y luego a la zozobra en sólo unas horas.

Los simpatizantes de Hillary Clinton comenzaron a reunirse en el Javits Center creyendo que sería una noche de fiesta.

Los primeros resultados llegaron de la costa este, típicamente republicana, lo que no preocupó demasiado a los demócratas… en un principio.

Luego, llegaron resultados preliminares de estados que creyeron que ganarían sin problemas, como Ohio, Pennsylvania o Iowa.

La derrota en Florida fue la confirmación de la pesadilla de los demócratas: lo que parecía una victoria sencilla se convertía en una carrera apretada.

Para medianoche, los simpatizantes de Hillary Clinton esperaban un milagro. El diario New York Times calculaba que Donald Trump tenía el 95 por ciento de posibilidades de ganar la elección.

A las 02:03 de la mañana, hora de Nueva York, el jefe de la campaña presidencial de Hillary Clinton, John Podesta, salió al escenario demócrata y pidió a sus simpatizantes regresar a casa y descansar. Era el reconocimiento tácito de la derrota.

Los pocos que se quedaron después de las 2 de la mañana en el "festejo" demócrata, vieron a las 02:37 de la mañana que su rival, Donald Trump, había acumulado ya los 270 votos para convertirse presidente.

El sueño se había roto: no habría primera presidenta en Estados Unidos.

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