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En imágenes: vivir en Corea del Norte quizás no sea tan terrible como lo pintan

El fotógrafo Eric Lafforgue visitó Corea del Norte seis veces entre 2008 y 2012, y documentó la vida cotidiana de los ciudadanos en el hermético país.
Foto di Eric Lafforgue/NK News
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Corea del Norte es indiscutiblemente un lugar miserable para vivir. La ONU estima que el gobierno mantiene encerrados a unos 120.000 presos políticos en campos de concentración, donde mueren de hambre, son golpeados, violados y esclavizados. Una prolongada hambruna causó que miles de personas murieran de hambre en la década del 90, y la escasez de alimentos siguen siendo un problema. Los derechos civiles son un concepto totalmente ajeno, tanto como lo es la democracia.

Sin embargo, para los 24 millones de habitantes de Corea del Norte todavía es posible encontrar momentos ocasionales de felicidad, a pesar de la miseria absoluta que a menudo les rodea.

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El fotógrafo francés Eric Lafforgue visitó Corea del Norte seis veces entre 2008 y 2012, acumulando un tesoro de fotos que documenta la vida cotidiana de los ciudadanos comunes en todo el país. NK News, un sitio de noticias privado con sede en Seúl que cubre noticias de Corea del Norte, seleccionó algunas de las fotografías más destacadas del archivo de Lafforgue para hacer un calendario de pared. Las ventas de dicho almanaque ayudan a financiar la web de este sitio que cubre en profundidad la actualidad sobre el régimen de Kim Jong-un .

Hablamos con Cao de Benós, delegado especial de Corea del Norte en el extranjero. Leer más aquí. 

El editor de NK News, Chad O'Carroll, compartió la colección de imágenes de Corea del Norte de Lafforgue con VICE News, explicando que estas fotos, muchas de las cuales captura cándidos momentos que el ultra hermético gobierno de Kim Jong-un normalmente no permitiría exhibir al mundo, "contrastan agradablemente con la pulida propaganda oficial".

Lafforgue, que también ha documentado la vida en Irán, Birmania, Eritrea, Siria y otros regímenes represivos, viajó a Corea del Norte como turista, realizando su primer viaje con una agencia de viajes con sede en China. O'Carroll explica que Corea del Norte generalmente pone fuertes restricciones a los reporteros gráficos profesionales, pero Lafforgue logró moverse fuera de su radar hasta 2012, cuando las autoridades prohibieron al francés regresar alguna vez.

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"A pesar de que volvía año tras año y habiendo tomando decenas de miles de fotos, parece que el ejército de Corea del Norte simplemente asumía que sus visitas solo estaban motivados por el deseo de conocer más de su 'paraíso socialista'", explica O'Carroll. "Sin embargo, Lafforgue cree que no fueron las fotografías la causa de la expulsión, sino un comentario crítico sobre un grupo pro Corea del Norte el cual hizo durante su última visita".

Los fotógrafos profesionales ahora están obligados a obtener una autorización especial antes de visitar Corea del Norte, pero las fotos de Lafforgue, una enorme colección la cual también se pueden ver en Flickr, ofrecen una mirada poco habitual, sin filtros, de la vida cotidiana del ermitaño reino.

Estudiantes en Mt. Paektu, un volcán activo en la frontera entre Corea del Norte y China. La leyenda dice que Kim Il-sung, abuelo del actual líder Kim Jong-un, organizó su resistencia contra las fuerzas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial en esta zona. Kim Jong-il supuestamente nació en los bosques de los alrededores. Miles de estudiantes visitan la montaña todos los años para oír estos cuentos.

Soldados del ejército de Corea del Norte pasan delante de los retratos gigantes de Kim Jong-il y Kim Il-Sung en la plaza Kim Il-sung en Pyongyang.

Una niña con flores en el Gran Monumento en la colina Mansu en Pyongyang.

El Festival Arirang el día 1 de mayo en el estadio Rungrado en Pyongyang.

Un joven muchacho toca la guitarra en Chongjin, una ciudad en la costa noreste de Corea del Norte.

Una guía en Mt Paektu. 

No hay semáforos en Pyongyang. Las intersecciones son custodiadas por agentes de tráfico, la mayoría mujeres jóvenes y bonitas que hacen movimientos robóticos, incluso cuando no hay coches alrededor. Los automóviles privados son prácticamente imposibles en Corea del Norte. Para una gran parte de la población, la única opción es caminar.

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Una mujer en medio de un grupo de soldados en Pyongyang.

Niños en una escuela en Hamhung, una ciudad costera ubicada a unos 300 kilómetros al noroeste de Pyongyang.

Un niño de visita el Cementerio de los Mártires Revolucionarios, un monumento a los soldados de Corea del Norte que lucharon contra los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.

Un hombre de Corea del Norte con una gorra en Wonsan, una ciudad portuaria y base naval situada en la provincia de Kangwon, en la margen occidental del Mar de Japón.

Dos niñas pequeñas de pie en un camino cerca de una granja en Hamhung.

Soldados en el Delfinario de Rungna, un parte de un parque de atracciones en Pyongyang.

Estudiantes norcoreanos realizando un baile de salón el 9 de septiembre de 2012, en Pyongyang.

Un pescador en el mar Chilbo, cerca de Hamhung.

Una vendedora ambulante y sus hijos en una zona agraria de Corea del Norte. Si bien la compra y venta de bienes sigue siendo técnicamente ilegal, la gente ahora puede abrir pequeñas tiendas y vender alimentos básicos o cigarrillos.

Un chico lava ropa en el Campamento Infantil Internacional Songdowon, un campamento de verano en Wonsan.

Dos hombres hablan en Wonsan el 10 de septiembre de 2012.

Un trabajador en el Complejo Hungnam de Fertilizantes en Hamhung. Mientras oficialmente se dice que el sitio produce fertilizantes, la instalación también se ha utilizado para la fabricación de armas químicas.

Soldados se divierten en el Parque Kaeson de la Juventud en Pyongyang.

Las personas ofrecen respeto en el Gran Monumento Mansudae, en Pyongyang.

Sigue a Eric Laffourgue enTwitter: @ericlafforgue