España importa proyectiles de Israel en detrimento de la industria local

La empresa pública israelí Israel Military Industries (Taas en hebreo) ha firmado un contrato de 22.5 millones de euros anuales en un período de un máximo de 16 años con el Ministerio de Defensa español para suministrarle proyectiles del calibre 5,56, de acuerdo con el portal económico Globes — una medida adaptada a los estándares de la OTAN. Es una de las operaciones de compra más importantes después de la adquisición por parte de España de los misiles Spike, valorados en 372 millones de euros.

El anuncio de este acuerdo confirma las preocupaciones expresadas por parte de la industria armamentística local en España. Los trabajadores de la localidad española de Palencia de la empresa de capital noruego Nammo denunciaron en febrero que la adjudicación de la fabricación de esta munición a una empresa extranjera puede implicar la fallida y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo en su industria.

Los sindicatos arremetieron contra el Ministerio de Defensa señalando la incongruencia que veían en el hecho de beneficiar a "un país que no permite que entres en su mercado de armamento y que nos acaba de matar a un soldado en una misión de paz en el Líbano, un estado que no respeta los derechos humanos". En el texto se refieren a la implicación de Israel en la muerte de un cabo español en la frontera entre este país y el Líbano. La diferencia en el precio unitario del proyectil era de un céntimo de euro.

La segunda parte de la afirmación apunta a implicaciones legales, pero la compra de armamento no iría contra las obligaciones que España plasma en su legislación a partir de las indicaciones internacionales, especialmente la Ley 53/2007 sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso y el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), por estar referidos estos a las exportaciones.

Otra cuestión es la ocupación y represión que lleva a cabo Israel en los territorios palestinos, en un momento en el que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, anunció a finales del pasado septiembre en la Asamblea General de la ONU que su gobierno se desvinculaba de los Acuerdos de Oslo de 1993, que establecían que sus términos se aplicarían en 5 años para poner fin a la presencia militar israelí en una hipotética Palestina independiente.

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"Para esta compra España convocó un concurso público, cosa que no acostumbra a hacer. Desde el punto de vista legal esta operación es intachable. Lo que se puede reprochar es que, existiendo una campaña pidiendo el boicot a Israel, no se tuvieran en cuenta las violaciones que este estado lleva a cabo contra el pueblo palestino", declara a VICE News Pere Ortega, coordinador del Centro Delas.

Ortega recuerda que Noruega, país de donde es originario el capital de la empresa de Palencia, sostiene este boicot a nivel nacional. El ministro de finanzas noruego excluyó de los fondos de pensiones del país a dos firmas israelíes.

El presidente del Comité de Empresa de la fábrica palentina, Carlos Collantes, declaró al digital Público que se ofrecieron a "igualar ese céntimo de desventaja", pero que en defensa "no escucharon". "Aquí hay algo más oscuro, que va más allá del contrato", les acusó en febrero.

"En la índia [la empresa Taas] ya tiene una condena firme por sobornos", recuerda a VICE News Aritz Nafarroa, miembro de la Xarxa d'Enllaç amb Palestina y participante de la campaña por el Boicot, las Desinversiones y las Sanciones a Israel (BDS). "Estamos seguros de que detrás de esto debe haber algún acuerdo de la OTAN por el cual se subvenciona al IMI [siglas en inglés de Taas] que es la empresa principal de fabricación de cañones, tanques y balas para el ejército israelí, que no es tecnología de primer orden: solo son balas", sigue Nafarroa, cuyas declaraciones quedan plasmadas en un artículo en el medio catalán la Directa.

"Esta es la forma que tiene la OTAN y los gobiernos que participan de la OTAN de subvencionar la ocupación israelí. El peso de la desmesurada industria militar de este estado es muy elevada para un país tan pequeño como Israel [de 7 millones de habitantes]", opina el activista, quien sostiene que el acuerdo podría responder a una estrategia para mantener a flote este estado de Oriente Medio, a pesar de que no forma parte de la alianza atlántica.

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A partir del 16 de marzo de 2006 las importaciones españolas de armas israelíes se disparan hasta acumular un volumen de más de 115 millones de euros entre este año y 2012, según datos recogidos por el Centro Delas. En esa fecha, España e Israel firmaron un acuerdo de cooperación en el ámbito de política de defensa. Las importaciones han aumentado en paralelo a la firma de acuerdos entre estos dos países desde que en 1989 se firmó un convenio básico de cooperación científica y tecnológica.

"No podemos obviar que la industria militar israelí depende en gran medida de las exportaciones de armas que en muchos casos anuncia como 'probadas en combate' — presuntamente en los Territorios Ocupados", afirma a VICE News Alberto Estévez, analista de comercio de armas, autor del informe Armas "Marca España": Más vale prevenir que matar publicado por Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón.

"Israel exporta aproximadamente tres cuartas partes de su producción militar a más de cien países. Su aparato de defensa y seguridad es altamente dependiente de esas exportaciones, que reducen considerablemente los costes de adquisición de material por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad israelíes, dado que permiten exportar la producción excedente y reducir así los costes por unidad de producción".

"El material militar y las armas exportadas se publicitan como tecnología de vanguardia 'probada en combate', dado que ha sido previamente utilizada en las frecuentes intervenciones militares israelíes", sigue Estévez. "Por ello, se han podido comprobar aumentos de ventas de determinados productos militares tras algunas de las campañas bélicas en la región o en la Franja de Gaza, considerada un laboratorio de pruebas", concluye el analista.

La llamada "Operación Margen Protector", la última ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, mató a 2.192 palestinos e hirió a otros 11.100 en verano de 2014, según la ONU. El número de israelíes asesinados fue de 71, 66 de los cuales soldados, a los que hay que sumar a un coordinador de seguridad. Hamás infligió cuatro bajas civiles.

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