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guerras y conflictos

España pone fin a su misión en un Afganistán sumido en el caos

El gobierno español ha dado por terminada su misión en Afganistán, tras 14 años, a pesar de que en 2015 la seguridad se ha deteriorado en el país y se ha registrado el mayor número de víctimas civiles desde el inicio de la intervención extranjera.
Un helicóptero militar se prepara para despegar en el aeropuerto de Herat. (Imagen vía Reuters)

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El gobierno español ha dado por terminada su misión en Afganistán, después de casi catorce años, a pesar de que en 2015 la seguridad se ha deteriorado en el país y se ha registrado el mayor número de víctimas civiles desde el inicio de la intervención extranjera.

En concreto, España ha retirado 464 militares que aún se encontraban en Afganistán, la mayoría en la base de Herat, en el noroeste del país.

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Estos efectivos formaban parte de la llamada Misión de Apoyo Firme de la OTAN (Resolute Support Mission, en inglés) y, básicamente, se encargaban de la gestión de la base de Herat, del control aéreo del aeropuerto de esta ciudad afgana y de un hospital militar.

Unas funciones que, en teoría pasarán a ser responsabilidad de las tropas italianas, con las que los militares españoles compartían la base de Herat, según informaciones facilitadas por el Ministerio de Defensa a VICE News.

Las fuerzas italianas también tenían previsto replegarse de Afganistán a final de este año, pero el gobierno italiano se plantea ahora alargar la misión e incluso ampliar su número de efectivos. Una decisión que llega tras el anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, que el pasado 15 de octubre aseguró que las fuerzas norteamericanas continuarían en Afganistán en 2017.

España inició las labores para el repliegue de su contingente a mediados de octubre, algo que según aseguraron fuentes militares a VICE News, no podía verse afectado por el anuncio estadounidense.

Los talibanes controlan ahora más territorio que en 2001

De hecho, la retirada española se encuadraba en una estrategia global de los 42 países que en la actualidad forman parte de la Misión Apoyo Firme y que preveía un repliegue gradual de los militares extranjeros en Afganistán durante este año y el próximo.

En los últimos meses, se ha hecho evidente que esta estrategia no se ajusta con la realidad sobre el terreno. Los talibanes controlan ahora más territorio que nunca desde 2001, según Naciones Unidas. Sin ir más lejos, el 28 de septiembre se hicieron con el dominio de una capital provincial, Kunduz, por primera vez desde la caída de su régimen hace 14 años.

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Esta situación y el bombardeo de un hospital de Médicos Sin Fronteras por parte de tropas estadounidenses en su intento de recuperar Kunduz, llevaron a Obama a cambiar de opinión y prorrogar la misión estadounidense en Afganistán más allá de 2016.

El 'aberrante ataque' al hospital de Afganistán fue un crimen de guerra, denuncia MSF. Leer más aquí.

Además, el 2015 ha sido especialmente cruento con el mayor número de víctimas desde el inicio de la intervención extranjera, en 2001. Según Naciones Unidas, un total de 1.592 civiles murieron y otros 3.329 resultaron heridos en el primer semestre del año.

Asimismo, la seguridad en la ciudad de Herat, donde estaban destinadas las tropas españolas, se ha deteriorado drásticamente. Desde el inicio del año once personas han sido secuestradas en esta ciudad, considerada como el motor económico de Afganistán. Y lo que es más grave: ocho de los once secuestrados eran niños. Los raptores secuestran a menores porque saben que así las familias pagan el rescate con celeridad.

El ministro de Defensa español, Pedro Morenés, declaró en una entrevista realizada por la agencia Efe el pasado mes de septiembre: "Hemos cumplido la misión", en referencia a Afganistán.

Algo que, a todas luces, dista de la realidad, pues ni la seguridad en el país está garantizada, ni los efectivos afganos han demostrado en los últimos meses ser capaces de mantener el control sobre el territorio.

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Ni siquiera está asegurado el control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Herat, el segundo más importante de Afganistán y del que se encargaban los militares españoles.

Los pocos controladores aéreos afganos que han sido formados en los últimos años no han querido realizar este trabajo y han optado por postularse para conseguir empleos mejor remunerados en el ámbito, por ejemplo, de los organismos internacionales.

Si Italia prorroga su misión en Afganistán más allá de este año, los militares de este país se harían cargo del tráfico aéreo. De lo contrario, el gobierno afgano se plantea contratar una empresa privada extranjera que realice esta función.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, declaró el 16 de octubre: "Estamos evaluando la petición estadounidense de seguir en Afganistán un año más. Si el esfuerzo americano en ese país se mantiene, creo que sería justo que nosotros también lo hagamos".

La decisión se tomará en noviembre. En la actualidad Italia tiene 750 militares en Afganistán, y se plantea destinar 150 efectivos más para compensar la retirada de las tropas españolas.

Establecer una fecha para la retirada fue un error

"Establecer una fecha [para la retirada], primero en 2014 y después en 2016, fue un error desde el primer momento", declaró a VICE News Thomas Ruttig, codirector de Afghanistan Analysts Network (ANN), uno de los think tanks con más reputación y prestigio en Afganistán.

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Según este experto, Obama estableció la retirada de las tropas estadounidenses para el año que viene en función de su propio interés y no de la situación en Afganistán. Estados Unidos celebra elecciones presidenciales en noviembre de 2016 y Obama no quería llegar a la campaña electoral con el lastre de la guerra afgana.

Ahora ha visto que la retirada de los efectivos norteamericanos podría ser contraproducente. Un Afganistán fuera de control sería un fracaso para su balance presidencial.

"La solución no depende sólo de una intervención militar. Mantener tropas no garantiza ganar la guerra. Es necesaria una solución política con los talibanes, en coordinación con Kabul, sus aliados y las Naciones Unidas", opina Ruttig.

España inició su misión en Afganistán en enero de 2002. Desde entonces, casi 30.000 efectivos españoles han sido destinados a este país. A partir de este mes de noviembre, se mantendrá un contingente simbólico de veinte militares, que estarán en el cuartel general de la Misión Apoyo Firme, en Kabul.

La intervención en Afganistán también ha pasado factura a España. Un total de 99 militares españoles han fallecido en esta misión. De éstos, sesenta y dos perdieron la vida en el accidente del Yakolev-42 en Turquía y diecisiete más en un accidente de helicóptero en Herat.

La misión española en Afganistán ha costado unos 3.700 millones de euros. La joya de la corona ha sido, sin duda, el hospital Role II que el contingente español ha gestionado en Herat hasta hace escasas semanas.

Sigue a Mònica Bernabé en Twitter: @monicabernabe1