Soldados iraquíes sostienen una bandera de Estado Islámico tras reconquistar Ramadi, en enero de 2016. (Imagen por Nawras Aamer/EPA)
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.
Publicidad
Publicidad
Además de la sustancial caída de los ingresos procedentes del petróleo, EI también ha visto cómo disminuyó su poder territorial. Se calcula que en los últimos 15 meses la organización yihadista habría perdido el 22 por ciento de sus propiedades. Así lo afirma Columb Strack, experto analista que trabaja en el IHS. "Su población ha bajado de los 9 a los 6 millones. Cuentan con menos gente y con menores actividades que gravar; lo cual es extensible a sus propiedades de tierras y a su proverbial sistema confiscatorio".Debido a ellos, los guerrilleros yihadistas han tenido que inventarse nuevas formas de recaudación. Ahora, por ejemplo, se han introducido los peajes para los conductores de camiones, se han incorporado las tasas aplicables a cualquier que instale o que repare satélites estropeados, además de "los impuestos de salida", que deberá de abonar todo aquel que quiera irse de alguna ciudad. Se han impuesto, además, una serie de multas para todos aquellos que demuestren no ser capaces de responder a las preguntas relacionadas con el Corán adecuadamente. O incluso, para todos los que cometan infracciones circulatorias, como conducir por el lado contrario de la carretera.Una encuesta asegura que la juventud árabe rechaza a Estado Islámico y augura su caída. Leer más aquí.
Publicidad