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Estado Islámico reivindica el atentado suicida contra una mezquita yemení

El ataque del miércoles habría implicado a un terrorista suicida, que explosionó la bomba en el interior de la mezquita.
La sangre se acumula en un piso del hospital cuando la gente se reúne en torno a un yemení herido en un triple ataque suicida en una mezquita en Sanaa. (Imagen por Yahya Arhab/EPA)

La rama yemení del autoproclamado grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha reivindicado la autoría del bombardeo contra una mezquita de Saná, la capital del país, producido el miércoles pasado. Las dos explosiones provocaron la muerte de, al menos 28 personas, y dejaron a 75 heridas, tal y como han informado los medios locales, que están bajo poder de los rebeldes hutíes.

El ataque del miércoles habría implicado a un terrorista suicida en el interior de la mezquita de al-Mo'ayyad. Acto seguido un coche bomba alcanzó de pleno a los médicos que trabajaban en el exterior del edificio. Así lo divulgó la agencia de noticias Saba, controlada por los rebeldes hutíes, el mismo miércoles.

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La mezquita, que también estaba bajo el poder de los hutíes, es uno de los varios templos que se contaban entre los objetivos de Estado Islámico. La presencia de la organización terroristas complica más, si cabe, el sangriento conflicto sectario que está azotando el país. EI, que proclama inspirarse en una lectura ultra radical del sunismo, ve a los hutíes, inspirados en la rama chía del Islam, como a unos herejes y unos apóstatas, y ha hecho un llamamiento a las suníes del Yemen para que se sumen a la guerra santa en su contra.

Estado Islámico acuñará monedas de oro para llevar a Estados Unidos a la ruina. Leer más aquí.

La insurgencia suní se opone a los dos bandos que libran la actual guerra civil en Yemen — por un lado están los hutíes, que son aliados de Irán; y por el otro el gobierno yemení al que están intentando derribar —. De momento el conflicto se ha cobrado ya las vidas de más de 4.500 personas

Los hutíes se hicieron con el control de la capital, Saná, el pasado mes de septiembre. Acto seguido alcanzaron un acuerdo de paz auspiciado por Naciones Unidas , con el gobierno establecido, tras estipular la formación de un nuevo gobierno de unidad nacional y reformas en las agencias del gobierno. El acuerdo enseguida se disolvió y en febrero los rebeldes pusieron al presidente yemení, Abdu Rabbuh Mansur al-Hadi, bajo arresto domiciliario y proclamaron la formación de su propio gobierno.

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Hadi huyó a Arabia Saudí el mes siguiente y una coalición regional, liderada por los propios saudíes, decidió intervenir. La coalición impuso un bloqueo económico y desplegó una ofensiva aérea contra las posiciones hutíes. Naciones Unidas ha informado que los bombardeos liderados por los saudíes han resultado ser una auténtica carnicería de civiles yemeníes.

La campaña de la coalición ha apoyado a las fuerzas pro gubernamentales en su esfuerzo por recuperar la ciudad portuaria de Adén, al sur del país, y por avanzar rumbo a Taiz, en el sudoeste. El gobierno de Hadi permanece en el exilio.

Estado Islámico anunció inicialmente su llegada a Yemen con un ataque en un mezquita perpetrado en marzo y que provocó 100 muertos y 130 heridos. El verano pasado emprendió su propia campaña para hacerse con el control de vastas franjas de tierra en Irak y en Siria. Actualmente la organización terrorista se está enfrentando a los ataques aéreos liderados por una coalición liderada por Estados Unidos que ya ha desplegado varios ataques contra sus posiciones.

La presencia de EI en Yemen amenaza potencialmente la actividad de otros guerrilleros yihadistas que operan en la zona, en especial la organización al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, en sus siglas inglesas), que lleva activo en Yemen desde hace ya algún tiempo.

Por su parte, Jabhat al-Nusra, la principal franquicia de al-Qaeda en Siria, lleva casi tanto tiempo combatiendo contra Estado Islámico, que se escindió de al Qaeda a principios de 2014, como contra el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.

Horas antes del bombardeo a la mezquita del miércoles, un terrorista que no ha sido identificado, abatió mortalmente a una pareja de empleados de la Cruz Roja en la provincia de Amran, al oeste del centro del país, en un incidente no relacionado. El ataque constituye una extraña muestra de violencia contra la ayuda humanitaria en Yemen. Así lo expresó la misma agencia.

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Reuters ha contribuido en este reportaje.