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VICE World News

Una filtración de Snowden habría frenado la innovación tecnológica del Pentágono

En la cuarta y última entrega de su entrevista, Shane Smith y el secretario de Defensa, Ash Carter, hablan de los secretos del gobierno y de vigilancia
Imagen por Charles Platiau/Reuters

El chivatazo de Edward Snowden afectó a la relación del Pentágono con la industria tecnológica, según confesó el secretario de Defensa norteamericano en una entrevista exclusiva con VICE News. Carter también dijo que las filtraciones del antiguo consultor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) generaron un muro de sospecha que ha provocado que el reclutamiento de talentos de primera línea para mantener la ventaja tecnológica del ejército de Estados Unidos respecto a otros países, se haya convertido en un auténtico desafío.

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En una conversación mantenido junto al fundador de VICE, Shane Smith, antes de visitar Silicon Valley, el mes pasado, Carter discutió un amplio espectro de asuntos relacionados con el caso Snowden. El viaje de Carter, el primer secretario de Defensa en funciones que visita Silicon Valley en más de 20 años, forma parte el amplio esfuerzo acometido por el departamento de Defensa (DoD) para enmendar su maltrecha relación con la industria tecnológica, especialmente después de que se revelaran los indiscriminados métodos de vigilancia del gobierno.

A pesar de que Snowden filtró fundamentalmente documentos relacionados con el funcionamiento de la NSA, según informó la organización al secretario de Defensa, Carter sugirió que la relación del DoD con Silicon Valley se había visto afectada negativamente a causa de los debates a gran escala que se habían generado sobre inteligencia y vigilancia.

"Las filtraciones de Snowden pusieron a la gente en nuestra contra", aseguró Carter al analizar su compromiso con Silicon Valley. Y añadió: "Habría que subrayar un par de cosas sobre cómo nos comportamos. Una es que nuestras actividades siempre son legales y apropiadas. La segunda es que nuestro objetivo es proteger a la gente y facilitar el comercio por internet".

Mientras discutía sobre cómo las amplias actividades de almacenamiento de datos del gobierno de Estados Unidos estaban fundamentalmente concentradas en la lucha antiterrorista, Carter hizo varias referencias al rol que los programas de inteligencia juegan en la protección del comercio y en cómo combaten el robo de la propiedad intelectual. La apropiación de la propiedad intelectual puede manifestarse de maneras muy variadas, desde las descargas ilegales al espionaje industrial de gran escala, pasando por el robo de información extremadamente confidencial, como la captura de diseños de ingeniería destinados a la construcción de aeronaves de combate de última generación.

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Mira la parte 4 de la entrevista con Ashton Carter de VICE News:

Smith señaló que la mayoría de los estadounidenses acepten probablemente una determinada cuota de vigilancia legal por motivos de defensa y seguridad, pero que a muchos también les preocupa que los programas de la NSA hayan ido demasiado lejos, hasta convertirse en demasiados invasivos y, quizá, hasta inconstitucionales.

"Una de las definiciones de estado policial es tener a un cuerpo de policía que te vigila todo el tiempo, que sabe lo que haces en cada momento", dijo Smith.

"Claro, y tal es el motivo por el que tenemos que hacerlo… con sumo cuidado", respondió Carter. "Necesitamos comportarnos de esa manera, pero también hay que entender que comportarse de esa manera no estamos intentando entrometernos en los asuntos de nadie ni en sus pensamientos".

Carter sugirió que el control de los jueces y del Congreso son la mejor fórmula para continuar con los programas de almacenamiento secreto de datos, al tiempo que hay que convencer a la gente de Norteamérica de que los programas no solo son apropiados, sino que también son vitales para proteger la seguridad nacional y salvaguardar la salud de la economía del país.

'No podemos decirle a la gente todo lo que hacemos y seguirles protegiendo'

"No podemos decirle a la gente lo que estamos haciendo y seguirles protegiendo", explicó Carter. "Esa es la razón por la que disponemos de un Congreso; tal es la razón por la que tenemos leyes y tribunales y todo lo demás, para que puedan controlarnos y decirle al pueblo norteamericano: "Esto se hizo de una manera que te hará sentir seguro".

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Claro que depender del Congreso para recuperar la confianza de la gente tiene sus complicaciones. Según una encuesta realizada por Gallup, la confianza pública en el Congreso ha alcanzado su mínimo histórico, con tan solo una cifra del 7% de estadounidenses que reconozcan tener "una absoluta confianza" o "bastante confianza" en el Congreso como institución nacional".

Igualmente, sigue sin estar claro si defender el caso ante el público a través de los medios de comunicación será efectivo. La confianza en los medios de comunicación también ha alcanzado un mínimo histórico, tan solo un 22% de los estadounidenses dicen tener una "absoluta" o "bastante confianza" en la prensa, la televisión y en las noticias online.

En su lugar, la capacidad del DoD de asociarse con Silicon Valley y atraer el talento necesario para desarrollar una tecnología de última generación puede depender de cual sea la confianza que el ejército haya ganado entre el público durante las últimas décadas. Casi tres cuartas partes de los encuestados por Gallup expresaron una "absoluta" o "bastante confianza" en el ejército como institución norteamericana.

A consecuencia de ello, los esfuerzos de Carter para redimir la reputación adquirida por los departamentos de Defensa y de Inteligencia no tendrían porqué necesitar la bendición del Congreso, sino, más bien, transparencia y una voluntad de someterse al control de la legalidad.

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Carter también subrayó que el DoD se enfrenta a desafíos más grandes, como el de mantenerse al corriente de los avances tecnológicos de sus mayores competidores.

"El departamento de Defensa [necesita] seguir siendo el mejor del mundo" dijo. "Si queremos ser pioneros, tenemos que estar dispuestos a cambiar y tenemos que abrirnos al resto del mundo".

Con la propuesta de que el DoD sea más abierto y transparente — además de subrayar la importancia de desarrollar programas secretos de seguridad nacional que solo puedan supervisar el Congreso y los tribunales — , parece que Carter y el Pentágono se hayan propuesto caminar por la cuerda floja entre seguir con los controvertidos programas de recolección de datos, al tiempo que mantener una buena relación con el sector tecnológico privado del país, en un esfuerzo por mantener al ejército norteamericano a la cabeza de los avances tecnológicos y seguir reclutando "a lo mejor de lo mejor".

"Queremos ser un espacio donde los niños que son innovadores y muy inteligentes quieran estar", dijo Carter. "Incluso si no pasan toda su vida allí — aunque solo vengan por dos años —, tanto ellos como nosotros sacáramos algo de esa experiencia: será por el beneficio mutuo".

En una época en que la transparencia y la amplitud de miras se valoran cada vez más, y en que el secretismo es percibido con creciente sospecha, el Pentágono deberá, por necesidad, forzarse para ser más innovador en la manera en que se relaciona con el público al que ha jurado defender.

Sigue a Ryan Faith en Twitter: @Operation_Ryan