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VICE World News

¿Fueron estas las elecciones más deprimentes en la historia de México?

Estas votaciones se toman como un referéndum a la mitad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, cuya cuidada imagen pública ha hecho que el PRI regrese al poder después de quedar relegado de Palacio Nacional en el 2000.
Imagen por Rebecca Blackwell/AP

Es probable que los que recuerdan la emoción que generaron las elecciones presidenciales del año 2000 en México — en las que se puso fin a los 71 años de gobierno del PRI —, recuerden las votaciones del domingo pasado como unas que ocurrieron en el contexto más deprimente en la historia reciente del país.

Millones de ciudadanos mexicanos tuvieron la libertad de votar para elegir miles de cargos, incluyendo 500 nuevos diputados, gobernadores de nueve estados, alcaldes, entre otros.

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Estas votaciones se toman como un referéndum a la mitad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el hombre cuya apariencia e imagen pública muy bien cuidada hizo que el PRI regresara al poder después de quedar relegado de Palacio Nacional en 2000.

A pesar de que la popularidad de Peña está por los suelos, el PRI obtuvo la mayoría de votos en los resultados preliminares con la ayuda de su coalición que es todo menos verde.

Esto se debe en parte a que muy pocos votan en las elecciones de medio término en México. Y sólo una máquina política tan cínica y hábil como el PRI — que regaló televisiones digitales hace unos meses — podría beneficiarse de un ánimo nacional estancado y resentido.

Por eso no hubo noticias impactantes este domingo por la noche, a menos que tomemos en cuenta el espectáculo violento característico de esta temporada electoral. Un estudiante fue asesinado por un balazo durante una confrontación entre policías federales y miembros de la CETEG en Tlapa, Guerrero, según el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan.

Se reportaron decenas de ataques y de fallecidos durante la campaña, incluyendo ataques con granadas, saqueos a oficinas de gobierno y asesinatos de jefes locales y representantes de campaña. El jueves pasado se encontró al secretario de finanzas colgado con una balazo en la cabeza. Las autoridades dijeron que podría tratarse de un suicidio.

Decapitaron a una candidata en Guerrero; a otro le dispararon en un mitin de su campaña en Michoacán; y la noche del sábado pasado ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados en la comunidad de Xolapa, al norte de Acapulco, la cual resultó en 16 personas fallecidas. Aún no hay mucha información sobre el incidente.

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En total, ocho candidatos fueron asesinados durante la campaña en diversos puntos del país.

Hasta la misma estructura electoral sufrió ataques. La semana pasada, miembros del sindicato disidente de la CNTE quemaron boletas electorales y atacaron las oficinas del INE en cinco estados. En Matamoros, Tamaulipas, agresores desconocidos a las oficinas del INE.

Algunas partes de Oaxaca, donde la CNTE es fuerte, quedaron prácticamente cerradas a partir del viernes. Las autoridades anunciaron que en algunos lugares no se llevarían a cabo las elecciones debido a los ataques. Los maestros también tomaron gasolineras.

El sábado pasado, en Tixtla, Guerrero, miembros de una fuerza de defensa comunitaria marcharon con familiares y simpatizantes de los estudiantes desaparecidos de Ayoztinapa. (Foto por Rebecca Blackwell/AP).

En Guerrero, los padres de los 43 jóvenes desaparecidos y sobrevivientes del ataque a los estudiantes de Ayotzinapa impidieron que instalaran las casillas para votar en Tixtla, cerca de la normal rural.

Muchos ciudadanos de Guerrero dijeron a VICE News en los últimos meses que les importaban poco las elecciones, y que más bien exigen que se haga justicia por sus seres queridos desaparecidos, incluyendo a las 13 personas que desaparecieron tras el enfrentamiento por el control de la amapola que ocurrió el mes pasado en Chilapa.

En esa misma ciudad, el pasado 1º de mayo, un grupo armado detuvo al candidato del PRI a la alcaldía de Chilapa, lo obligó a bajarse de su auto y le disparó 15 veces.

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En medio de todo estaba Peña Nieto, bien peinado, bien vestido y al parecer no muy listo.

La fuerte presencia de los cuerpos de seguridad en las elecciones es un recordatorio de que no ha habido ninguna desmovilización en la guerra contra las drogas desde que empezó la administración de Peña Nieto con el PRI a pesar de que una de sus promesas de campaña en 2012 fue retirar gradualmente al ejército de las calles.

Mientras tanto, a las fuerzas de seguridad se les acusa de miles de ejecuciones extrajudiciales y casos de tortura y desapariciones forzadas, como el de los 43 estudiantes que desaparecieron en septiembre del año pasado.

Desde el caso de Ayotzinapa, el cual generó protestas en todo el mundo, al menos otras dos masacres extrajudiciales han minado la credibilidad del gobierno de Peña Nieto: la masacre de 16 civiles, en su mayoría desarmados, en Apatzingán y el asesinato de 42 presuntos integrantes de un cártel en una "balacera" dispareja en Tanhuato, ambos en el estado de Michoacán.

Según algunos documentos publicados recientemente, las masacres en aumento en México han generado dudas en el Pentágono. Con la Iniciativa Mérida, EU ha proporcionado al ejército mexicano 2.5 mil millones de dólares como apoyo para la guerra contra los cárteles de drogas

En los viejos tiempos

Hace 15 años, el PRI perdió el control de la presidencia por primera vez desde 1929, año en que se fundó el partido como una forma de estabilizar al país después de la Revolución Mexicana.

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Cada presidente del PRI escogía a su sucesor con un "dedazo". El partido mantuvo un crecimiento constante en la economía de México a lo largo del siglo 20 pero gobernó a la población con una mezcla de clientelismo, represión de los disidentes y un estricto control de los medios de comunicación.

Para el año 2000, Vicente Fox, el primer candidato de la oposición que fue electo como presidente, prometió que México entraría a las grandes ligas del primer mundo si lograba una democracia multipartidista transparente y justa. México ya había firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 y sólo necesitaba una sociedad democrática fuerte para administrar toda la riqueza inminente.

En vez de eso, 15 años después, México sigue estancado. La distribución del ingreso sigue siendo radicalmente injusta y la mitad de la población está sumida en la pobreza. Las reformas agresivas que se han implementado en el gobierno de Peña Nieto no han dado dividendos tangibles al consumidor mexicano promedio.

Profesores mexicanos queman boletas electorales ante las inminentes elecciones. Leer más aquí. 

Enrique Peña Nieto en un evento en honor al Instituto Politécnico Nacional. (Foto vía Presidencia de México).

Lo peor es que ahora México es más violento que en la época de la Revolución Mexicana. Al menos 120 mil personas han perdido la vida desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra contra las drogas a finales de 2006.

La campaña militar de Calderón, la cual contaba con el apoyo del ejército estadunidense, desató una ola de asesinatos y delitos que afectó a todo el país. Calderón dijo que estaba ganando la guerra, sin embargo, el flujo de drogas hacia EU no había disminuido, y probablemente sigue sin disminuir, a pesar de las detenciones recientes de capos de alto perfil como "El Chapo" y "La Tuta".

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El que tenga más votos, gana. Nada de la regla de la mayoría.

En el clima de guerra, el miedo y la desconfianza hacia el sistema político se apoderó de la población y en la actualidad sigue siendo parte de la consciencia pública.

Tras seis años de masacres constantes que destruyeron y atormentaron al país, en 2012 la población decidió regresar al mal conocido. Los votantes de la oposición se repartieron entre candidatos insulsos tanto de derecha como de izquierda. Por un lado estaba el candidato Andrés Manuel López Obrador con su ilusión de inevitabilidad y, por el otro lado, la campaña desastrosa de la conservadora Josefina Vázquez Mota.

Y en medio de todo llegó Peña Nieto, bien peinado, bien vestido y al parecer no muy listo. Ni siquiera puedo nombrar tres libros que cambiaron su vida durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más grande de toda Latinoamérica. De todas formas, Peña Nieto ganó las elecciones de 2012.

Sus "cerebros de confianza" le apostaron a abrir las puertas a la inversión extranjera y votaron por privatizar Pemex, la empresa petrolera nacional. Sin embargo, la incesante violencia de la guerra contra las drogas y la serie de escándalos vergonzosos de corrupción fueron factores que contribuyeron para obtener un resultado mediocre. La inversión extranjera directa disminuyó más de 40 por ciento entre 2013 y 2014.

Las elecciones del domingo pasado demuestran que la expectativa para la segunda mitad de la administración de Peña Nieto no es muy alentadora.

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¿Voto nulo?

En medio de todo este caos, figuras prominentes de la élite intelectual de México invitaron una vez más a los votantes a rechazar a todos los partidos e ir simplemente a anular su voto.

La campaña del "voto nulo" generó cierto alboroto en las últimas elecciones de medio término en 2009 por haber alcanzado el tercer o el cuarto lugar en algunas regiones. Sin embargo, la invitación a tachar las boletas como forma de mostrar inconformidad no tuvo mucha fuerza este año. Los candidatos de izquierda y de derecha dijeron que los votos nulos solo beneficiaban al PRI, y tenían razón. En México no hay segunda ronda en las elecciones, esto significa que el que tenga más votos gana. Nada de la regla de la mayoría.

Pero aún así hubo momentos esperanza. En el estado de Jalisco, donde cada vez hay más conflictos entre las fuerzas del gobierno y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, dos candidatos independientes generaron movimientos comunitarios que llevaron a la victoria a Enrique Alfaro como primer ganador de alternancia para la alcaldía de Guadalajara, y a Pedro Kumamoto — un joven de 25 años de edad — como el primer diputado estatal de Jalisco.

En Nuevo León, el candidato independiente apodado "El Bronco" — aunque antes era del PRI — ganó la elección como gobernador tras arrasar a sus rivales por más de 26 puntos. El Bronco prometió ir en contra de los partidos políticos tradicionales en un estado que aún se está recuperando de su propia ola de violencia relacionada con el narcotráfico.

Y en la Ciudad de México, una víctima que sobrevivió a una violación se postuló como candidata a diputada del Distrito 9, donde se ubica el barrio de Tepito. Yakiri Rubio se defendió, mató a su atacante en 2013 y enfrentó cargos de homicidio, lo que refleja el pésimo sistema de justicia en México.

Yakiri no ganó el domingo en el IX Distrito de la ciudad, pero sí inspiró a algunos lectores con la fuerza de su convicción.

Sigue a Daniel Hernandez en Twitter: @longdrivesouth