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Turquía

Hablamos con Beatriz Yubero, la periodista y doctoranda española deportada por Turquía

Yubero desarrollaba su tesis sobre el aparato de comunicación y propaganda de Estado Islámico en la Universidad de Ankara. Antes de ser deportada, se le obligó a firmar un documento de autoinculpación para no ser internada en un centro de extranjeros.
Imagen de la periodista y doctoranda Beatriz Yubero.
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A Beatriz Yubero, de 26 años, periodista y doctoranda en la Universidad de Ankara, la detuvieron el pasado viernes en su domicilio en la capital turca. Antes de ser deportada a España, permaneció 36 horas bajo custodia policial. Según relata ella a VICE News, no fue informada en ningún momento del por qué de su arresto y repatriación.

En el contexto de un implacable estado de excepción, que hasta el momento se ha resuelto con la purga de decenas de miles de docentes y académicos, la acusación de estar vinculado a la cofradía islámica de Fethullah Gülen es motivo suficiente para que se tomen medidas preventivas.

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Yubero no está segura de que esta sea la imputación que pesa sobre ella, pero sí que defiende, sin matices, su inocencia.

"Lo supongo [que alguien le acusó de estar vinculada a los gülenistas, seguidores del líder del movimiento], pero ya se ha demostrado que no tiene cabida. Que es totalmente falso. De hecho he quedado sin cargos, y todas las unidades [policiales] por las que he pasado me han dicho que estoy totalmente limpia", sostiene la doctoranda y cofundadora del think tank Baab Al Shams a VICE News.

Beatriz Yubero lleva dos años en Turquía desarrollando, en el departamento de periodismo de la Universidad de Ankara, su tesis doctoral, focalizada en la propaganda y los medios de comunicación de Estado Islámico. Llegó a este país con una beca Türkiye Burslari, y define su vida como "bastante normal".

"Me he visto relacionada de forma colateral con una lista a la que no pertenezco, con la que se ha demostrado que no tengo nada que ver", insiste Yubero.

Ya estoy en España. Tras estar 36 horas detenida acusada de terrorismo, he quedado sin cargos y deportada.

— Beatriz Yubero (@b_yubero)8 de agosto de 2016

Achaca su situación al hecho de que el celo preventivo del gobierno turco permita la deportación antes de que pueda demostrarse la inocencia de un acusado. Sospecha que alguien de su círculo podría haberla denunciado.

"Yo creo que ha sido una denuncia de alguien de mi entorno. Desafortunadamente, Turquía se encuentra en estado de excepción. Podría haber sido una denuncia de alguien que creyera que yo era terrorista y que [a raíz de la misma] se haya abierto una investigación, y se haya seguido el procedimiento indicado, que es deportarme, antes de que se pudiera demostrar que yo era inocente", señala a este medio la también periodista.

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Ayer uno de los periódicos turcos de referencia, Hürriyet, vinculaba su arresto y deportación con una serie de tuits críticos con el ejecutivo, algo que Beatriz Yubero desmiente.

"Eso es totalmente falso. Ayer en declaraciones al periódico La Razón [uno de los medios en los que colabora Yubero] el propio embajador turco reconoció que no era por ese motivo. No hay ningún tuit en contra del gobierno, pues es ilegal criticar al gobierno de Erdogan y a la república. Por supuesto que no voy a hacerlo", afirmaba a VICE News la doctoranda.

Hablamos con Manuel Martorell, reportero español clasificado como 'terrorista' por EEUU. Leer más aquí.

Ha sido un periplo difícil. Buena parte de su arresto lo ha pasado en un pabellón deportivo en el que hay detenidas cientos de personas por su supuesta implicación con el pronunciamiento castrense.

Ya había recibido señales de que algo andaba mal: una semana después del golpe se le denegó su beca recibiendo como única explicación un correo genérico en el que se afirmaba que todo estudiante con vínculos "gülenistas" perdería su derecho a este tipo de subvención.

El momento más complejo para ella fue cuando se le obligó a escoger entre firmar un documento en el que se reconocía a sí misma como un peligro para Turquía o ingresar en centro de internamiento de extranjeros, siendo la repatriación, en ese supuesto, también algo inevitable. Accedió a firmar.

"Yo no tengo la entrada vetada ni mucho menos. No tengo ninguna orden de expulsión, y a mi no me han indicado que no puedo entrar en el país. De hecho, aún estoy esperando que me lo digan", concluye Yubero, que en un mes espera estar de vuelta en Turquía.

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