Imagen de la periodista y doctoranda Beatriz Yubero.
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Achaca su situación al hecho de que el celo preventivo del gobierno turco permita la deportación antes de que pueda demostrarse la inocencia de un acusado. Sospecha que alguien de su círculo podría haberla denunciado."Yo creo que ha sido una denuncia de alguien de mi entorno. Desafortunadamente, Turquía se encuentra en estado de excepción. Podría haber sido una denuncia de alguien que creyera que yo era terrorista y que [a raíz de la misma] se haya abierto una investigación, y se haya seguido el procedimiento indicado, que es deportarme, antes de que se pudiera demostrar que yo era inocente", señala a este medio la también periodista.Ya estoy en España. Tras estar 36 horas detenida acusada de terrorismo, he quedado sin cargos y deportada.
— Beatriz Yubero (@b_yubero)8 de agosto de 2016
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Ha sido un periplo difícil. Buena parte de su arresto lo ha pasado en un pabellón deportivo en el que hay detenidas cientos de personas por su supuesta implicación con el pronunciamiento castrense.Ya había recibido señales de que algo andaba mal: una semana después del golpe se le denegó su beca recibiendo como única explicación un correo genérico en el que se afirmaba que todo estudiante con vínculos "gülenistas" perdería su derecho a este tipo de subvención.El momento más complejo para ella fue cuando se le obligó a escoger entre firmar un documento en el que se reconocía a sí misma como un peligro para Turquía o ingresar en centro de internamiento de extranjeros, siendo la repatriación, en ese supuesto, también algo inevitable. Accedió a firmar."Yo no tengo la entrada vetada ni mucho menos. No tengo ninguna orden de expulsión, y a mi no me han indicado que no puedo entrar en el país. De hecho, aún estoy esperando que me lo digan", concluye Yubero, que en un mes espera estar de vuelta en Turquía.Sigue a Quique Badia en Twitter: @qbadiamasoniSigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES