FYI.

This story is over 5 years old.

medioambiente

Estos huevos de tortuga impresos en 3D podrían ayudar a arrestar a los cazadores furtivos

Es una especie protegida pero los huevos de tortuga se siguen vendiendo en bares de EEUU y de Latinoamérica. Ahora, la invención de huevos falsos con tecnología 3D provistos de rastreadores GPS podría suponer una valiosa ayuda para la amenazada...
Imagen vía Flickr del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

Este artículo fue originalmente publicado en Munchies.

Resulta difícil imaginarse a un animal más vulnerable que a una tortuga recién nacida. Los pequeños reptiles submarinos se exponen desde el momento de su nacimiento a una masiva jauría de enemigos y depredadores, como pájaros, cangrejos y lagartos. Y lo hacen al poco de haber sido alumbrados, en el complicado trayecto que les separa del nido a su primera inmersión en el mar. Una siniestra estadística asegura que solo lo consiguen 5 de cada 100… Claro que, al menos, todas tienen la oportunidad de correr por su vida cada año — una alternativa con la que no cuentan los miles de tortugas en peligro que son cazadas cada año antes siquiera de que hayan conseguido romper el cascarón.

Publicidad

Que los huevos pertenezcan a la salamandra gigante o al pangolín, como sucede en China; o que sean huevos de tortuga, como sucede en Estados Unidos y Sudamérica, es lo de menos: lo más inquietante de todo es la creciente demanda de personas a quienes parece estimularles devorar huevos de especies protegidas.

Así que ahora, en un intento por rastrear la actividad de los cazadores furtivos, un grupo conservacionista ha creado huevos impresos en 3D que incorporan dispositivos GPS en su interior, y que serán plantados en nidos de tortugas. Obviamente, la idea no es otra que apresar a los cazadores con las manos en la masa.

Los huevos falsos tienen aspecto de pelotas de pingpong. La organización conservacionista californiana Paso Pacífico planea sembrar los huevos falsos, que podrían ser fácilmente confundidos por cualquier cazador furtivo, durante el masivo periodo anidación durante este próximo otoño. La idea es hacerlo en Centroamérica, tal y como ha informado el periódico estadounidense The Washington Post. Las informaciones obtenidas con el rastreo serán compartidas con las fuerzas de seguridad de cada país.

Animales en peligro de extinción siguen muriendo en los zoológicos de Latinoamérica. Leer más aquí.

En realidad el objetivo no es apresar a los cazadores furtivos individuales, tanto como averiguar cuál es el destino de esos huevos. De tal manera podrá averiguarse cual es el auténtico pez gordo de toda esta cadena de contrabando de huevos de tortuga en el mercado negro. Bastaría con descubrir a alguno de los responsables para asestar un golpe irreparable a la organización. Al menos, así lo cree Kim Williams-Guillén, la directora de Paso Pacífico.

Publicidad

Los huevos de tortuga marina cazados furtivamente se venden en bares de Estados Unidos y de Latinoamérica, donde su valor oscila entre los 5 y los 20 dólares. A menudo se sirven crudos o en el interior de cervezas; e incluso, hervidos.

Por mucho que casi todas las especies de tortugas están protegidas o se encuentran, directamente, en peligro de extinción, los cazadores los siguen cazando de manera masiva. Un cazador furtivo puede vaciar una playa entera de un plumazo. De hecho, el problema es tan calamitoso que los activistas de Paso Pacifico entrenan a sus especialistas en tortugas para que protejan las playas de las capturas de los cazadores.

La fundadora de la organización, Sarah Otterstrom considera que la falta de una protección más férrea está provocando que alrededor del 90 por ciento de los huevos de tortuga marina sean intervenidos, especialmente en las playas centroamericanas. Por mucho que las redes de cazadores furtivos no acostumbran a incurrir en delitos mayores, un conservacionista que trabajaba defendiendo a los ancestrales reptiles fue asesinado en Costa Rica en 2013 mientras protegía los nidos de unas tortugas laúd.

Sin embargo la caza furtiva no es solo un problema exclusivo de Latinoamérica. La semana pasada, un individuo fue detenido en Florida cuando se encontraba encorvado interceptando más de 100 huevos de tortuga mordedora. El tipo se dedicaba, literalmente, a interceptar los huevos tan buen punto era puestos, tal y como afirma un artículo del Washington Post.

Claro que la próxima vez que un cazador furtivo se atreva a robar un huevo de tortuga, se puede llevar una sorpresa: si se descuida es probable que cargue consigo un huevo provisto con un rastreador. Puede que parezca una victoria irrisoria para las tortugas, pero cualquier pequeña ayuda es bienvenida, especialmente ahora que las poblaciones de tortugas están siendo barridas masivamente.

_Sigue a VICE News en Español en Twitter: @VICENewsES_