Un miliciano amazigh en noroeste de Libia. (Imagen por Karlos Zurutuza)
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He visitado Libia al menos una vez cada año desde 2011, y siempre a través de alguno de los dos puestos de frontera que Túnez comparte con Libia, en Nafusa y Zuwara. Esta última es una localidad costera además del segundo enclave amazigh por importancia. Como ocurre en localidades de montaña como Rehibat o Haraba, en Zuwara nos topamos con un esquema de asentamientos muy similares a los de Palestina, con la diferencia de que los colonos aquí son árabes. No en vano, los combates entre leales a Gadafi y locales se seguían produciendo en Zuwara, incluso meses después de la caída de Trípoli.
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¿Que cómo encajan los amazigh en todo esto? Fathi Ben Khalifa habla de "una disputa entre islamistas y "nacionalistas árabes" en la que su pueblo "ni puede ni debe tomar parte". Por el momento, los amazigh de Libia se agrupan en el llamado Congreso Supremo Amazigh. Se trata de una entidad que engloba a diez localidades, y cuyos representantes fueron elegidos el pasado 30 de agosto en un proceso que incluía una cuota de representación del 50 por ciento para las mujeres.Kaire Ben Taleb, responsable electo de Nalut — la principal localidad amazigh de Nafusa — lamenta a VICE News que haya "muchos países apoyando a ambos Gobiernos, pero ninguno a su pueblo". Y el aislamiento al que apunta va más allá de la indiferencia internacional:
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