¿Por qué el Rey de España concede indultos a algunos condenados cada Semana Santa?

La piedad llegó puntual, como ya es tradición en España, para conmemorar la Semana Santa.

Como cada año, el Rey hizo uso de la medida de gracia reconocida en la constitución española para indultar a aquellos ciudadanos que, a propuesta del Ministerio de Justicia y previa aprobación del gabinete de ministros, debían ver condonada su pena.

Muchos sitúan los orígenes de esta potestad real, que permite al monarca beneficiar discrecionalmente a individuos librándoles de su condena, en una tradición antiquísima que se remonta al siglo XV. Más concretamente, a 1447, cuando Juan II de Castilla promulgó la Ley del Perdón del Viernes Santo.

El pasado viernes, 569 años después, un total de 13 indultos de personas penadas por delitos contra la salud pública, robo con violencia y estafa fueron comunicados.

Las resoluciones positivas a las peticiones interpuestas por diversas cofradías y hermandades [congregaciones formadas por devotos con autorización competente para ejercitarse en obras de piedad] llegan justo a tiempo para festejar la Semana Santa.

Pero la misericordia y perdón real, que se suelen conceder antes de estas festividades en el caso de la mayoría de las peticiones realizadas por las citadas hermandades y cofradías, se administra a lo largo de todo el año.

"Nosotros, por tradición, iniciamos la tramitación en septiembre para facilitar que la resolución llegue antes de Semana Santa y los indultados participen en nuestras procesiones, pero cualquiera puede valerse de este instrumento", explica a VICE news José Cartón, hermano mayor de la Cofradía Penitencial Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid, que este año ha conseguido el indulto de Gonzalo Nicolás Gutiérrez Casado, condenado por estafar a su socio.

El mismo penado, un familiar o amigo, el Tribunal sentenciador, el Tribunal Supremo, el Ministerio Fiscal, el Juez de Vigilancia Penitenciaria, el gobierno e incluso un ciudadano sin relación con el condenado puede solicitar un indulto.

Pero aún así, no todos ven con buenos ojos la aplicación de esta medida de gracia. "Es una figura anacrónica y arbitraria, heredada del medievo y aunque teóricamente sirve para remediar condenas desproporcionadas o errores judiciales, se ha utilizado, sobre todo, para beneficiar a los círculos del poder como políticos y empresarios corruptos o policías condenados por torturas", asegura a VICE News Joan Queralt, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona (UB).

Hasta la fecha, España ha indultado a más de 10.000 personas, llegando a picos de hasta 1.744 indultos anuales durante el gobierno del popular José María Aznar, según los datos del Indultómetro, una herramienta creada por la Fundación CIVIO, que trabaja a favor de la transparencia y la democracia.

Miles de nombres entre los que figuran el del empresario y constructor Jesús Gil y Gil, indultado en 1994 tras haber sido condenado por el derrumbe de un edificio donde fallecieron 56 personas, o el del hermano del exministro Arias Salgado, en 1998, cuando éste aún ocupaba su cargo ministerial.

El caso del juez condenado por prevaricación Javier Gómez de Liaño en 2000 y el de dos políticos de CiU por malversación continuada de fondos públicos en 2012 también forman parte de los indultos más polémicos.

La cada vez mayor visibilidad social de esta medida de gracia con la aparición de iniciativas como el Indultómetro, la crisis y la indignación social entorno a los casos de corrupción han tenido un efecto drástico en el número de indultos concedidos. En 2015, sólo de concedieron 75.

"El problema es el derecho de gracia, está reconocido pero no regulado. Tu no tienes derecho al indulto, te lo dan o no te lo dan, y una vez tomada la decisión no puedes recurrirla", explica Queralt.

Este experto en Derecho Penal considera que la mejor fórmula para corregir los errores o la desproporción de ciertas penas es un sistema de revisión de condenas. "Una vía formalizada, con un procedimiento de acuerdo con unas normas que sean públicas, clara y transparentes".

De hecho y con la concesión de estos últimos 13 indultos, el gobierno enumeró por primera vez los motivos que intervinieron en la selección de las personas que fueron condonadas. Los decretos, publicados en el Boletín Oficial del Estado, incluían referencias tales como la antigüedad de los hechos, la conformidad de las víctimas y los informes favorables de los centros penitenciarios.

La vicepresidenta del gobierno español en funciones, Soraya Sáez de Santamaría, también informó el pasado viernes que el ejecutivo "no ha concedido ningún indulto ni ahora ni en los cuatro años de la legislatura pasada" a personas que han cometido "delitos referidos a la violencia de género". Un veto que también aplica la Cofradía Penitencial Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid cuando se trata de seleccionar los casos para solicitar el perdón real.

Para Cartón los indultos son una valiosa herramienta que puede compatibilizarse con otras vías correctivas de las condenas y niega que el proceso incurra en arbitrariedades: "Es una decisión en la que intervienen los tribunales, la institución penitenciaria, los servicios sociales, el Ministerio de Justicia y el gabinete ministerial".

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