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La industria de los vehículos eléctricos hará lo que sea para que la ames

Hoy esta industria emergente sigue dependiendo de las subvenciones públicas de EEUU, pero mejoras en la calidad de los vehículos y una mayor disponibilidad de estaciones de carga eléctrica podrían suponer un gran impulso en los años venideros.
Imagen por Emilio Naranjo/EPA
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¿Cuántas personas están dispuestas a dejar el hábito secular de usar coches de combustión?

Hoy, más que nunca, los consumidores estadounidenses están apostando por los automóviles eléctricos y cada vez hay más fabricantes abogan por competir en este mercado emergente.

La publicación especializada Green Car Journal acaba de nombrar a la versión eléctrica del Chevrolet Volt como coche verde del año, este automóvil que saldrá a la venta en 2016 cuenta con notables mejoras en las baterías como, por ejemplo, su extendido alcance — 85 kilómetros utilizando solo energía de la batería y 675 kilómetros usando su generador-alimentador con gasolina de repuesto.

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Sin embargo, los vehículos eléctricos siguen representando una cuota pequeña en el mercado de automóviles de Estados Unidos — alrededor del 1 por ciento de los vehículos de pasajeros —. De hecho, sus ventas se apoyan en gran medida en las regulaciones federales y exenciones de impuestos, incluyendo un crédito fiscal que puede llegar hasta 7.500 dólares en el precio de venta.

Un contexto que exigiría ampliar las ayudas económicas durante varios años si se quiere conseguir que el desarrollo de estos vehículos eléctricos pueda, a largo plazo, convertirlos en modelos competitivos.

"Hasta que los vehículos eléctricos puedan avanzar autónomamente unos 700 kilómetros, transportando a una familia de cinco personas y al equipaje de estos pasajeros, creo que vamos a seguir necesitando algún tipo de apoyo del gobierno", dice Jeff Cohen, fundador de la Coalición de Desarrollo del Vehículo Eléctrico en Atlanta.

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Los 133.000 vehículos eléctricos comprados en los Estados Unidos y Canadá en 2014 representan menos del 1 por ciento del mercado actual. Pero se espera que la cuota aumente hasta un 5 por ciento en 2024 — alcanzando una facturación de entre unos 860.000 y 1,2 millones de dólares al año, según informó la consultora Navigant Research durante el verano —.

Las políticas del gobierno de EEUU son, de momento, el mayor aliado de la industria, pero el analista de Navigant Research, Scott Shepard, afirma que cada vez hay más consumidores que, al conocer las características y ventajas de estos automóviles, se muestran dispuestos a comprar coches eléctricos.

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"Es mucho más barata la electricidad que la gasolina", dice Shepard. "También es más fácil mantener un vehículo eléctrico que un coche que funciona con combustión porque, añade, "no tienes que ponerle aceite, ni pasar una prueba de emisiones. Además, los coches eléctricos suelen tener muchas menos complicaciones".

Otras de las ventajas, señala este experto, son el creciente número de estaciones de carga, que cada vez están mejor distribuidas, y la mejora en la recarga eléctrica, pues con poca energía y media hora la batería vuelva a estar completamente cargada. Además, modelos como el Tesla de gama alta ofrecen piezas muy cuidadas estéticamente para seducir a los conductores a los que les gustan exhibir piezas de diseño.

"Creo que Tesla ha hecho un buen trabajo al demostrar que un vehículo eléctrico no tiene por qué ser como un carrito de golf", explica Shepard.

Pero el camino no ha estado exento de obstáculos. Recientemente, Consumer Reports advirtió que el Tesla Model S sedan — que obtuvo la más alta calificación conseguida por este empresa en la llamada prueba de ruta — registraba problemas más graves que la mediana de los vehículos.

Algo que el fundador de la compañía, Elon Musk, atribuyó al hecho de que el estudio de fiabilidad incluyera una gran cantidad de modelos antiguos con muchos más problemas que los nuevos y que, en la actualidad, ya habían sido resueltos. Además, Musk aseguró que el 97 por ciento de los propietarios de Tesla aseguran que comprarían otro modelo de estas características.

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Aunque el nuevo Volt tiene un mayor alcance y una batería más potente, Chevy no ofrece la carga rápida que tanto ha ayudado al Leaf y al Modelo S a popularizarse, explica Cohen, que ya ha adquirido su segundo Volt.

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Hasta el momento, al menos un estado ha retirado el subsidio a los vehículo eléctricos. Los legisladores de Georgia, que enfrentan problemas de liquidez, han cortado un crédito de 5.000 dólares en impuestos estatales que habían convertido Atlanta en el primer mercado del Nissan Leaf, y diversos informes indican que las ventas de los vehículos eléctricos se han reducido drásticamente desde entonces, según Cohen.

La oposición al crédito fiscal de Georgia fue impulsada en parte por la percepción de que se trataba de un subsidio que beneficiaba a consumidores ricos — una linea argumental que ha tenido eco en otras partes.

En julio, economistas de la Universidad de California, Berkeley, escribieron que el 90 por ciento de los créditos fiscales de vehículos eléctricos benefician a compradores ubicados en el 20 por ciento superior de la escala de ingresos de Estados Unidos y que, por otro lado, los vehículos híbridos de combustible-eléctricos como el Toyota Prius han aumentado las ventas, incluso después de que un crédito fiscal similar fuera eliminado en 2010.

Los economistas recomendaron gravar las emisiones de carbono en lugar de subsidiar la tecnología verde, con el argumento de que el impuesto recaería más fuertemente en los hogares de altos ingresos.

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Además, el combustible barato incentiva a compradores más dispuestos a reconsiderar los vehículos utilitarios deportivos que consumen mucha gasolina, argumentaron.

"Los consumidores compran vehículos utilitarios deportivos cuando los precios del combustible están bajos y compran subcompactos cuando los precios del combustible aumenta", dice. Cohen considera que aunque las ventas de los vehículos eléctricos serán modestas en 2015 "el próximo año será mucho mejor gracias a los nuevos productos" que saldrán al mercado.

Los fabricantes de automóviles están apostando por este nuevo mercado, incluyendo grandes marcas como Fiat, BMW y Audi, así como otras más pequeñas. Por otro lado, las baterías son cada vez más potentes.

Las normativas para economizar combustible impulsadas por el gobierno de EEUU penalizan a los fabricantes cuando los vehículos no alcanzan los objetivos de kilometraje fijados, algo que incentiva a los fabricantes de automóviles a apostar por la producción de vehículos eléctricos y mejorar los modelos con motor a combustión.

Shepard opina que el mercado avanza hacia el punto en que las mejoras tecnológicas podrían permitir una reducción de los subsidios para avanzar hacia la autonomía de esta industria y garantizar su competitividad.

"En 2018, General Motors y Tesla lanzarán al mercado los primeros vehículos totalmente eléctricos con una autonomía de carga de en torno a los 300 kilómetros. Nissan deberá actualizar la versión del Leaf para que el modelo sea competitivo…Tal vez dos años después de esto, hacia 2020, la industria será capaz de valerse por sí misma".

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