Marcha contra la violencia de género en Buenos Aires. Imagen vía David Fernández/EPA
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Higui vive junto a su hermana travesti en una casa precaria que ellas mismas construyeron. Una en la parte de adelante, la otra en la parte de atrás. No tienen cloacas ni hay acceso a la red de agua.A los 13 años se fue de su casa. Ella ha contado que el marido de su madre abusaba de ella. Como la mayoría en el conurbano, Higui era muy "creyente" y le llevó años asumir que era lesbiana.Pero hace quince años, cuando todavía vivía en el barrio de su familia, fue víctima de un episodio que la marcaría para siempre. Un grupo de varones se había empecinado con ella por ser lesbiana. Le tiraban piedras, la hostigaban, le robaban su bicicleta siempre al grito de "lesbiana, tortillera". Ese día no terminó muerta de casualidad: los hombres le dieron tres cuchillazos en la espalda e Higui terminó internada en el hospital. A su casa nunca pudo volver, se la habían quemado. Nunca se animó a denunciar a sus agresores por un simple motivo: miedo. Pero desde ese día, cada vez que va a visitar a su familia en su antiguo barrio, lleva un elemento cortante encima, por prevención.'Te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana'.
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"Ahí empiezan las primeras irregularidades de la causa", explica Hermida Leyenda. "En principio a Higui la tendrían que haber llevado a un hospital porque estaba lastimada y ensangrentada, no a la comisaría. La vio un médico al día siguiente. En segundo lugar, las actas de procedimiento fueron incompletas".La abogada nos muestra el registro de los policías sobre lo que sucedió esa noche. Es sólo una hoja, algo inusual sobre todo si se trata de un "homicidio simple", como se titula la causa. Toda la causa tiene nada más que 150 fojas que, según la abogada, son una "burla". Pero lo más grave es que ningún policía, ni el juez, ni el fiscal le creyeron a Higui. "Nadie estudió sus golpes, nadie determinó si los golpes eran compatibles con los relatos de los testigos que por cierto, fueron parte de la patota que la hostigó, y aún, a más de seis meses del episodio, no se ha terminado la pericia (peritaje) de su ropa", agrega.A Higui la llevaron a un calabozo y después a una comisaría femenina en la cual se encuentra actualmente. En un principio, le pusieron una abogada de oficio-del Estado-que trabajaba solamente cumpliendo el horario y las reglas establecidas, sin un compromiso extra por lo que no hizo avanzar en nada la causa. La angustia de Higui iba aumentando cada día que pasaba.'A Higui la tendrían que haber llevado a un hospital porque estaba ensangrentada'.
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"A raíz del caso de Higui nos autoconvocamos porque las lesbianas veníamos desorganizadas y sentíamos que necesitábamos pensarnos como sujetos políticos y sobre todo con temáticas comunes", cuenta Eugenia Murillo, militante de la Asamblea. Y explica que lo que sufrió Higui es algo común entre las lesbianas.'Lo de Higui es violencia correctiva y es algo que sufrimos todas'.
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En la primera reunión formal que se hizo en el mes de febrero de 2017 para empezar a pensar el Paro Internacional de Mujeres se contó el caso de Higui. La mayoría de las mujeres no estaba al tanto o apenas lo habían escuchado nombrar. El relato fue escalofriante para todas y se decidió unánimemente que en el documento oficial del acto se pidiera la libertad, así como también se llevara una bandera con la consigna "Libertad para Higui". La frase se desplegó por las redes sociales y algunos medios alternativos.Pero los grandes medios no se hicieron eco del caso. "Los medios también ejercen discriminación con los casos —reflexiona la abogada—. Si la víctima tiene plata y vive en la Capital Federal es un tema de agenda. Si es pobre y encima lesbiana a nadie le interesa".
Según Hermida Leyenda, en la Provincia de Buenos Aires actualmente hay diecinueve casos de mujeres presas por haberse defendido tras un abuso sexual. Pero además de dejarla en libertad, la abogada busca con este caso sentar jurisprudencia en legítima defensa, cuando la mujer se defiende de un abuso sexual en la calle. "Pretendemos que la categoría de legítima defensa se aplique también a nuestro cuerpo"La semana pasada El Juzgado de Garantías Nº 6 de San Martín (interinamente a cargo del juez Raúl Luchelli Ramos) rechazó el pedido de excarcelación de "Higui" presentado por su defensora, Raquel Hermida Leyenda. Lo hizo con el argumento de que "siguen vigentes los peligros procesales" por los que en noviembre se le dictó la prisión preventiva. Aún no hay fecha para el juicio oral, que podría ser en un lapso de dos años. A ella se le imputa homicidio simple y el Estado tiene que determinar si fue por legítima defensa o no.Que salga en libertad dependerá de la justicia, pero por lo pronto varios colectivos y organizaciones ejercen presión social por lo que consideran una injusticia.Sigue a Tali Goldman en Twitter: @taligoldmanSigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsEs'Higui sufre la triple discriminación: pobre, lesbiana y chonga'