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ESPAÑA

Interrogantes sobre la muerte de un senegalés en un operativo policial en España

Una manifestación recorrió las calles de la ciudad catalana de Salou tras los disturbios motivados por la muerte de un hombre de 50 años natural del Senegal, en una operación policial contra la venta de mercancía falsificada. Hay dudas sobre los hechos.
Imagen por Gemma Badia

Amaneció en Salou, una localidad turística del sureste de España, tras la muerte de un vecino de origen senegalés en un operativo policial contra la venta de mercancía falsificada. El municipio se levantó con resaca por la violencia del martes, un hecho poco habitual en ese país. Miembros de esta comunidad se enfrentaron a agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra [la policía autonómica de Cataluña] y mantuvieron el tráfico ferroviario cortado varias horas.

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El miércoles, una marcha de amigos, familiares y solidarios con la víctima, Mor Sylla, un hombre natural del Senegal de 50 años de edad, recorrió las calles de la ciudad. Sólo hubo un incidente aislado, aunque incomparable con los disturbios del día anterior. Algunas dudas planean sobre la proporcionalidad de la operación.

Fue una manifestación caótica, crispada y tensa. En la cabecera se arremolinaban cuerpos golpeados por el dolor y la rabia dando bandazos entre carteles de cartón. "Justicia" y "Mossos asesinos", se leía en muchos de ellos.

"Queremos la guerra", gritaba alguien. La marcha se debatió entre aquellos que abogaban por un cortejo pacífico y los que querían volver a parar la circulación de trenes. En la plaza en la que sucedió todo, la manifestación se escindió unos instantes.

"Sobre las seis de la mañana del martes se implementaron tres operativos policiales en el municipio, de forma simultánea. En uno de estos, en un domicilio de la plaza Sant Jordi, dos agentes irrumpieron en el inmueble. Uno se quedó al lado de la cama y el otro se acercó al balcón", según asegura el máximo responsable del cuerpo operativo uniformado, el comisario Josep Lluís Trapero.

Entonces, siempre según la versión policial, Mor Sylla se habría subido a la barandilla, mirando hacia la agente de policía que le llamó la atención gritándole, "'quieto, dónde vas, quieto', sin tocarle en ningún momento". A partir de aquí la agente sostiene que a Sylla le resbalaron las manos y cayó al vacío.

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"Esta es… En los medios hemos oído 'la versión policial'. Esta es la versión que los responsables policiales valoramos como cierta porque se fundamenta en las declaraciones de los agentes de policía y es coherente con otros relatos que nos dan personas ajenas al cuerpo policial", explicó Trapero, refiriéndose a dos supuestos testimonios que darían por buena la versión del cuerpo de la policía autonómica. Siempre según la policía, otro hombre intentó una maniobra parecida en la operación que se desarrollaba en la calle Venus de la misma localidad.

Pero Abdu, uno de los compañeros de piso de Sylla, contradice esta versión. Aseguró ante varios medios, pocos minutos antes de que comenzara la manifestación, que dos agentes acompañaron al fallecido al balcón. Ibrahima Sylla, el hermano de Mor, lo deja claro ante las cámaras: "No creemos que él quisiera saltar ni tampoco que los agentes le empujaran". Sencillamente, entiende que fue víctima de un "catastrófico" error policial cuando le cachearon con las manos en la barandilla.

La versión del comisario implica cambios sustanciales con la de la primera rueda de prensa que ofreció el cuerpo, en boca del intendente Xavier Gámez, en la que éste dijo que no se llegó a "mediar palabra" con Mor Sylla.

Altercados en una ciudad española tras la muerte de un vecino de origen senegalés. Leer más aquí.

Antes de la intervención de Trapero, el consejero de Interior catalán Jordi Jané explicó que la operación no es contra distribuidores sino contra un grupo organizado, y de ahí que imputen un delito de pertenencia a grupo criminal a los arrestados. De acuerdo con la información de que dispone Jané, se habrían incautado, junto a más de 3.000 euros, 74 cajas de 50 por 1 metro que sumarían hasta una tonelada de falsificaciones confeccionadas en Turquía y Reino Unido.

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El comisario habla de "pequeña estructura", aunque reconoce que ellos mismos lo vendían después. La vida en el piso no era una vida de lujos: Sylla compartía su cama con uno de los detenidos en la operación.

IMATGE | L'habitació on es trobava el senegalès mort ahir a — delCamp.cat (@delCamp_cat)agosto 12, 2015

"Habitación en la que se encontraba el senegalés muerto ayer en Salou en el momento de la entrada".

Al ser preguntado por VICE News por la información difundida en la agencia de noticias EFE, en la que se aseguraba que la secretaria judicial no llegó a entrar en el edificio a la espera de que se asegurara el área, Josep Lluís Trapero reconoció el supuesto, que una nota policial contradijo, pero lo matizó afirmando que se trata de un procedimiento habitual.

Ante la repregunta de este mismo medio sobre una eventual sustitución del testimonio del delegado judicial por una filmación, procedimiento habitual en la sección de Recursos Regionales Operativos del cuerpo — el área que llevó a cabo la entrada en el domicilio —, el mando policial contestó: "Presumimos que hacemos las cosas bien hechas. No tenemos que ir demostrando nuestra inocencia. Porque, si no, ¿qué ponemos, una cámara a cada policía en todas las actuaciones con los ciudadanos?".

La grabación "no está regulada en el momento inicial de la pacificación. Se garantiza que el secretario judicial esté en el registro pero muchas veces en el momento de la entrada puede estar apartado. Es habitual en temas peligrosos, pero no sé si es justificable para un grupo de 'manteros' [apelativo que reciben los africanos que practican la venta ambulante]", afirma a VICE News el abogado Benet Salellas, con experiencia en casos en el que median acusaciones de terrorismo.

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"Para mi lo sorprendente es que un juez levante la inviobilidad domiciliaria por un tema como este. Si esto vale para delitos leves que deroguen la inviobilidad domiciliaria y permitan a la policía entrar cuando quieran", ironiza Salellas.

La Plataforma Red de Inmigración ha llevado a la Fiscalía General del Estado la muerte del senegalés para dirimir estas contradicciones.

Otro periodista le pregunta a Trapero por la posibilidad de que un exceso de violencia en la irrupción de los agentes pudiera haber asustado a Sylla, ante lo que el comisario respondió: "Es algo opinable. Puede ser. Pero como no se lo podemos preguntar nos quedaremos con la duda. Hay registros que se planifican como sorpresivos cuando tenemos sospechas de que las personas pueden ir armadas o porque se pueden deshacer de material relevante para la investigación".

DIRECTE — delCamp.cat (@delCamp_cat)agosto 12, 2015

Foto de la puerta golpeado con el ariete.

La rabia estalla en la manifestación. Un cliente del bar El Rocío, que está al lado de la plaza dónde el desencadenante de la marcha ocurrió, insulta a los congregados tras la protección de una cortina.

Algunos jóvenes se lo recriminan golpeando la mampara de plástico y él sale a su encuentro con una silla en sus manos, amenazante. Vuelan mesas, sillas, ceniceros y vasos. El propietario del bar corroboró a VICE News que fue su cliente quien empezó la pelea. "La manifestación subía pacíficamente, ¿Pero cómo se le ocurre decir 'negro de mierda'? ¿Cómo se le ocurre si van todos hacia arriba manifestándose? Eso no es problema de él, y he pagado yo las consecuencias. Y no ha habido más destrozos porque parte de ellos me conocen", opina y relata el dueño. Un trabajador del establecimiento discrepa: "¡Pero tampoco pueden liarse a mamporrazos!".

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"Ya les pillaré", afirma el camorrista con la nariz ensangrentada y al lado de un policía municipal que le protegía dentro del bar. El ambiente está cargado de repuntes racistas. Minutos antes de la manifestación, enfrente de la comisaría, una vecina afirmaba a un agente que los senegaleses "lo tienen todo gratis". El oficial asintió, aunque eso no es cierto.

Vídeo: el joven abatido el domingo por la policía en Ferguson aparece con una pistola. Leer más aquí.

En el día de la marcha, en Salou están censadas 1.191 personas de esta nacionalidad: son el primer grupo de naturales de otros países en términos demográficos, muy por delante de rusos y rumanos (783 y 716, respectivamente). El grueso de la comunidad se sitúa entre los 30 y los 49 años, de acuerdo con los datos del departamento de estadística del Ayuntamiento catalán.

La manifestación concluye en una plaza cercana a la comisaría. Se suceden los discursos en wolof, una de las lenguas del país de origen del grueso de concentrados. Ndella Diuf, ex vecina de la localidad que cambió de pueblo sintetiza lo dicho hasta el momento en español.

"El alcalde no ha dado la cara desde ayer. No le hemos visto. Hemos estado hablando todo el rato con el jefe de Mossos. Hay dos versiones, pero nosotros queremos una autopsia en condiciones", afirma Diuf. "Los que conocen un poco Senegal saben que somos el país más pacífico de África, más estable y con democracia. Lo que pasó ayer fue la gota de más". Habla por ella Diuf, y aprovechan algunos de los que hablaron antes para que traduzca y cuente otros problemas que, según ellos, padecen los senegaleses, como el hecho de que les pidan el pasaporte para percibir el paro.

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Acabado el discurso la mujer atiende a unos pocos medios entre los que está VICE News: "En Salou han llegado a empadronarse 4.000 senegaleses, pero ahora se han ido todos", sostiene Ndella Diuf. "No hay trabajo. Te llaman solo dos veces para trabajar. Ahora vivo en Reus, pues me fui de Salou. Pero no es por el trabajo, todos trabajamos fuera: es por el desprecio que estamos viviendo. Venimos a trabajar. A mi no me regalan nada".

Según el departamento de estadística del consistorio, en cinco años la población senegalesa de Salou ha decrecido en casi 400 personas.

La 'ley mordaza' entra en vigor: 'un auténtico retroceso democrático para España'. Leer más aquí. 

El mitin acaba con el inspector de la policía local José Luis Gallardo dando las gracias a los manifestantes "por su comportamiento" y aseguró que "lo de ayer" quedó "bastante matizado". Su presencia generó algo de crispación entre algunos jóvenes, que intercambiaron gritos con sus mayores en el escenario.

VICE News se cruzó a las cinco de la tarde con dos vendedores ambulantes en el límite entre Salou y el municipio colindante, Cambrils. Ambos llevaban consigo gafas de sol y gorras de visera plana. "Nos establecemos aquí, de noche, sobre las ocho o las nueve, pues no hay tiendas en la zona", afirma uno de ellos, que utilizó el término "moreno" para referirse a él y a los suyos. "Lo peor no es que se lleven la mercancía, sino el dinero. Nos situamos en Cambrils porque en Salou la policía es más mala", aseguró el vendedor.

En la rueda de prensa una periodista se dirige al alcalde de la localidad, Pere Granados, para preguntarle si se continuará atajando el problema, exclusivamente, por la vía policial, a lo que Granados responde: "Salou es el municipio que más ha trabajado para enfrentar esta cuestión". Será verdad.

Sigue a Quique Badia en Twitter: @qbadiamasoni