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VICE World News

Esto es lo que los iraníes esperan y temen de las sanciones económicas de Occidente

VICE News fue a Teherán para averiguar qué piensan los iraníes sobre el futuro de las sanciones de Estados Unidos y las potencias europeas en el país tras el éxito en el acuerdo nuclear realizado a principios de este año.
Photo par Abedin Taherkenareh/EPA

El personal del hospital Doctor Sapir en Teherán conocen bien el impacto de las sanciones occidentales sobre Irán. Se trata de un hospital de caridad que tiene 70 años y que fue fundado por judíos iraníes, aunque a día de hoy, presta sus servicios, sobre todo, para musulmanes, en un barrio pobre y trabajador de la capital.

Hace muy poco, en 2013, el personal de los hospitales, los farmacéuticos y los iraníes de a pie solo podían conseguir determinadas medicinas en el mercado negro. Las sustancias ilegales, que penetraban clandestinamente del extranjero, llegaban a venderse por tres veces más de lo que costaban normalmente.

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No se espera, sin embargo, que las sanciones vayan a funcionar de igual manera. Estados Unidos y el ejecutivo europeo aseguraron que impondrían "sanciones inteligentes" que solo castigarían a los líderes iraníes. La comida y las medicinas quedaron explícitamente excluidas.

En 2011 Estados Unidos endurecía sus sanciones. La administración Obama denunció entonces a los bancos europeos por romper las condiciones legales de su castigo económico. Entonces, las instituciones financieras dejaron de aceptar de golpe el dinero de Irán.

La administración del hospital de Sapir ni siquiera podía comprar vitaminas en el extranjero porque los bancos europeos tenían prohibido aceptar sus transferencias bancarias, cuenta a VICE News el doctor Siamak Morsadegh, miembro judío del parlamento iraní y presidente de la junta directiva del hospital.

"Teníamos el dinero para comprar las medicinas pero no teníamos la manera de abonarlo" abunda el doctor. Morsadegh y muchos iraníes claman que las sanciones tuvieron el efecto contrario al que los poderes occidentales habían previsto.

Diplomacia o guerra: sube la tensión entre Obama y los opositores al acuerdo con Irán. Leer más aquí.

El doctor Morsadegh dice que las sanciones castigaron a las clases media y baja de la sociedad iraní. Foto de Reese Erlich.

"Por supuesto que nadie sufre en las clases altas", relata el facultativo. Ellos tienen dinero suficiente para comprar medicinas y cualquier otro bien escaso. Las sanciones "castigan, sobre todo, a las clases media y baja", según él.

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Sin embargo hace alrededor de dos años, cuando Irán y Estados Unidos reanudaron sus conversaciones sobre el programa nuclear, los iraníes percibieron un cambio en la política bancaria. Morsadegh asegura que Estados Unidos contactó a los bancos y que estos empezaron a aceptar los pagos para medicinas.

'Esperamos que todo termine amistosamente'.

Hoy en día la mayoría de medicinas "son fáciles de conseguir", explica a VICE News Somaye Zirak, jefa de enfermeras en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital. El hospital también tiene mucho mejor acceso a equipamiento médico, ahora, por ejemplo, disponen de monitores cardiacos. Y eso se explica por dos razones: porque las sanciones se han rebajado y porque Irán ha empezado a manufacturar sus propios dispositivos médicos.

Según los términos suscritos en Viena a mitad de julio, tanto Estados Unidos como Europa levantarán todas sus sanciones relacionadas con asuntos nucleares, si Irán se somete a rigurosas inspecciones de su programa nuclear.

Los iraníes se muestran cautelosamente optimistas con que ambas partes sean capaces de consumar los acuerdos. Después de que el acuerdo fuera suscrito, miles de iraníes salieron a las calles de Teherán para celebrarlo.

Una pareja iraní sujeta un póster del presidente iraní Hassan Rouhani, durante las celebraciones del acuerdo nuclear en las calles de Teherán el pasado 14 de julio. Foto de Abedin Taherkenareh/EPA.

La estudiante de medicina Merhdad Barati advirtió que las sanciones impedían que los estudiantes que están en el extranjero recibieran transferencias de dinero electrónicas desde casa. La medida provocó que algunos de ellos se quedaran con los bolsillos vacíos, mientras que otros invertían sus ahorros en pagar comisiones muy altas para cambiar dinero con operadores que trabajaban a través de terceros países.

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Barati señaló a VICE News que levantar las sanciones "tendría efectos positivos en los estudiantes. Nos resultará más fácil estar conectados con otros países. Creo que, en adelante, nos será más fácil estudiar en el extranjero".

Barati y la mayor parte del resto de iraníes que hablaron con VICE News están a favor del acuerdo y creen que el levantamiento de las sanciones ayudará a disminuir la inflación, que está en el 14 por ciento, y el desempleo, que es del 13 por ciento.

'Yo no confío en los Estados Unidos'.

Sin embargo, a otros les parece que la suscripción del acuerdo es comparable a haber vendido la soberanía nacional y les preocupa que Estados Unidos encuentre la manera para no levantar los castigos.

El acuerdo impide que Irán pueda producir el combustible nuclear necesario para alimentar su propia planta nuclear en Bushehr. Así lo piensa Ruhollah Hosseinian, miembro conservador del parlamento iraní. El acuerdo también concede a Occidente el derecho a visitar las bases militares iraníes e interrogar a los científicos nucleares sobre sus investigaciones en las bombas anteriores, añadió a VICE News.

"Entonces, ¿qué es lo que este acuerdo ha traído a la nación iraní?, se pregunta. ¿Qué beneficios ha generado?"

A Hosseinian le preocupa que tanto los estadounidenses como los europeos puedan reimponer los castigos con facilidad si no les gusta el comportamiento de Irán. A fin de cuentas, así lo establece una de las cláusulas del acuerdo, la llamada snapback (derecho inmediato de réplica). Estados Unidos ha insistido que el snapback es una garantía suscrita que solo se activará en caso de que Irán no ejecute los acuerdos.

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"Es como un martillo sobre nuestras cabezas", dijo Hosseinian. "Y eso pone en peligro las inversiones. Nadie querrá invertir en Irán".

Ruhollah Hosseinian es un miembro conservador del parlamento que se opone a los acuerdos nucleares. Foto de Reese Erlich.

La oposición conservadora en Irán es, a muchos niveles, como un reflejo de la oposición que ha despertado el acuerdo entre los conservadores estadounidenses.

Los iraníes conservadores temen que Estados Unidos pueda usar cualquier excusa para seguir imponiendo castigos. Hosseinian recuerda que el país norteamericano derrocó al gobierno legítimo iraní en 1953 e impuso a un Sha dictatorial. Desde entonces, la política estadounidense no ha cambiado demasiado.

"No confío en Estados Unidos", dice secamente.

Hosseinian y otros conservadores son, pese a todo, una minoría. Hosseinian asume que lo más probable es que el parlamento iraní apruebe el acuerdo. Si ambos bandos respetan el acuerdo, las sanciones relacionadas con el programa nuclear podrían ser levantadas a principios de 2016. Estados Unidos ya ha anunciado que mantendrá las sanciones relacionadas con otros asuntos, aunque se trata de una decisión que no es vinculante para Europa.

Irán y las grandes superpotencias mundiales alcanzan un histórico acuerdo nuclear. Leer más aquí.

Los iraníes ya se imaginan cómo será la vida sin las devastadoras sanciones. Morsadegh elogia la buena calidad del cuidado médico iraní, y añade que "si las sanciones se levantan, experimentaremos una rápido progreso en el terreno de la salud".

Morsadegh vaticinó que gente de Irak, Afganistán, Pakistán y de algunos países del Golfo acudirá a Irán para recibir tratamiento médico por la calidad del servicio y lo económico de su coste. "Irán se puede convertir en un epicentro del turismo médico", asegura Morsadegh.

Vasheghani Faranani, una enfermera del hospital Sapir, expresa un optimismo colectivo estos días: "El pueblo iraní confía en ambos gobiernos", dijo. "Esperamos que todo sea amistoso".

La corresponsal en el extranjero Reese Erlich recibió una beca del Pulitzer Center para la cobertura de conflictos gracias a su trabajo en Irán. Su último libro, Inside Syria: The Back Story of Their Civil War and What the World Can Expect (Desde Siria, la historia no contada de su guerra civil y qué puede esperar el mundo) está ya disponible en árabe e inglés.