Israel ha rescatado a 19 judíos del Yemen en el transcurso de una misión secreta

Algunos de los últimos judíos que viven en el Yemen, un país que ha sido destrozado por los incesantes bombardeos de Estados Unidos y Arabia Saudí en el último año y medio, han sido devueltos a su madre patria gracias a una misión orquestada por la Agencia Judía de Israel.

El ministro de asuntos Exteriores de Israel anunció el lunes pasado que la Agencia Judía del país habría repatriado el pasado domingo a un total de 19 judíos yemeníes después de una "compleja operación encubierta". La Agencia Judía es el organismo hebreo que se dedica a facilitar el regreso a la Tierra Santa de los hebreos exiliados por el mundo.

Se estima que ahora solo quedarían 50 judíos yemeníes en el país, los cuales habrían rechazado las ofertas de reasentamiento que les ha ofrecido Israel. La mayoría de los que quedan en Yemen viven en un complejo cercano a la embajada de Estados Unidos en Saná, la capital del país.

Entre los recién llegados, cinco han estado viviendo en Saná, mientras que los 14 restantes vivían en una comunidad en las inmediaciones de la ciudad de Raydah, cuyo rabino llegó a Israel el domingo cargando consigo un Torá de 500 años de antigüedad.

Según el comunicado emitido por la Agencia Judía de Israel los nuevos desembarcos constituyen la última fase de una misión para facilitar el reasentamiento de los judíos yemeníes.

"Este capítulo en la historia de una de las comunidades judías más antiguas del mundo está tocando a su fin, pero la milenaria contribución de los judíos yemeníes al pueblo judío continuará ahora en el estado de Israel", ha dicho Natan Sharanksy, el presidente ejecutivo de la Agencia Judía de Israel en un comunicado emitido la semana pasada.

Más de 51.000 judíos yemeníes han sido repatriados a Israel, desde la creación del estado hebreo en 1948. Se estima que más de 50.000 llegaron entre 1949 y 1950, como parte de una iniciativa conocida como la Operación Alfombra Mágica. Otros 200 han sido reasentados en los últimos años, desde que se declararan los enfrentamientos civiles que han devastado el interior del Yemen desde principios de 2012.

Yemen ha sido anegado por la violencia desde septiembre de 2014, cuando los rebeldes houtíes — quienes se han quejado de haber sido las auténticas víctimas de la represión del gobierno desde 2012 — se desplegaron en tropel sobre Saná y forzaron al gobierno a desplazarse hacia el sur.

Una coalición liderada por Arabia Saudí se ha dedicado a bombardear las posiciones houtíes por todo el país desde principios de marzo del año pasado. Las intervenciones de la misma han sido repetidamente denunciadas como constitutivas de crímenes de guerra, y habrían incluido bombardeos deliberados contra posiciones civiles tan indefensas como hospitales y colegios.

Sin embargo los rebeldes — cuyo grito de guerra es "Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Isreal, malditos los judíos, y la victoria para el Islam" — todavía controlan largas franjas del territorio, incluidas las ciudades de Saná y Raydah.

Los yihadistas musulmanes suníes afiliados a Al-Qaeda y a Estado Islámico han ganado terreno en el sur del Yemen desde que la coalición arrancara sus bombardeos. Nada apunta a que la situación vaya a cambiar a corto plazo.

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