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VICE World News

Hay que acabar con la adicción estadounidense al encarcelamiento masivo

EE.UU sigue traicionando a sus ideales encarcelando a personas con enfermedades mentales, a aquellos que cometen delitos por drogas no-violentos y a un número desproporcionado de afroamericanos.

Durante mi infancia en East Flatbush, uno de los vecindarios más peligrosos de Brooklyn, un buen amigo al que llamaré MZ fue mi inspiración para convertirme en actor. Él podría haber tenido a Hollywood a sus pies.

Pero MZ padecía trastorno bipolar. Era demasiado pobre para recibir la atención psiquiátrica que necesitaba, acabó entre rejas y eso acabó con él.

Historias como la de MZ son comunes. Estados Unidos lleva mucho tiempo usando las cárceles y las prisiones del país como vertederos de personas con enfermedades mentales y de drogodependientes. Muchos de ellos no deberían estar en prisión — sino recibiendo tratamiento. Aun así, les hemos empujado a las celdas y les hemos denegado su propia humanidad.

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EE.UU es un país adicto a los encarcelamientos masivos. Nuestro hábito de aislar a los seres humanos es un tipo de adicción particularmente impropia para un país que se enorgullece de sus libertades. Estados Unidos encarcela a más ciudadanos que China, Rusia o Irán. Actualmente, EE.UU representa el 5 por ciento de la población mundial total pero es responsable del 25 por ciento de la población encarcelada a nivel mundial, lo que equivale a casi 2.4 millones de personas.

Según apunta un estudio publicado por el Brennan Center for Justice en febrero, el encarcelamiento en masa no reduce la delincuencia.

Los problemas de salud son problemas de salud, no problemas de justicia penal.

En Estados Unidos, los negros sufren más que nadie nuestra dependencia de este sistema de encarcelamiento masivo. En la actualidad, los negros tienen seis veces más probabilidades de ser encarcelados en prisiones federales y estatales o en cárceles locales, que los blancos. Esta disparidad racial es resultado en parte de la guerra contra las drogas, que ha tenido efectos devastadores en comunidades de color durante las últimas cuatro décadas. A pesar de que blancos y negros consumen drogas ilegales prácticamente al mismo nivel — y aunque de que los afroamericanos constituyen el 13 por ciento de la población estadounidense — los afroamericanos representan casi el 40 por ciento de todos los presos encarcelados por crímenes de drogas en prisiones estatales y federales.

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Arruinar la vida de las personas por pequeños crímenes asociados al uso de drogas o enfermedad mental no es el camino a tomar. Los problemas de salud son problemas de salud, no problemas de justicia penal.

Hay muchos hombres con futuros brillantes, personas como yo, que han sido relegados a nuestro sistema penitenciario. Sin oportunidades para expresarse o para obtener la ayuda necesaria, han cometido errores. El precio de esos errores es muy alto, y estos hombres lo pagan con sus futuros.

Por no mencionar los altísimos costes financieros del encarcelamiento. EE.UU gastó 80 billones de dólares en 2010 en encerrar a gente a nivel local, estatal y federal. Ese dinero podría invertirse mejor en educación, sanidad y en proporcionar a las personas en riesgo de exclusión la ayuda necesaria para que no recaigan en la adicción o vuelvan a cometer delitos.

Encarcelar a los enfermos mentales nos hace a todos menos seguros

Cuando una persona cumple larga condena, el mundo les aísla por completo. Les resulta imposible conseguir un trabajo. Dependiendo de dónde vives, es posible que no puedas ni votar. Las posibilidades de convertirte en un ciudadano productivo son prácticamente nulas, eliminadas por un sistema que rechaza a aquellos que han cumplido sentencia, y que tienen una segunda oportunidad. En su lugar, siempre serán vistos como meros ex-convictos.

Llevamos 40 años llenando nuestras prisiones de negros y latinos. Nosotros no somos así, y tenemos que hacer las cosas mejor por el bien de todas estas personas. MZ se merece algo mejor, y hay muchísimos más como él.

Michael K. Williams es actor y embajador de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) para terminar con los encarcelamientos masivos. Síguele en Twitter: @BKBMG