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VICE World News

Italia Intercepta 600 mil condones falsos elaborados con productos químicos nocivos

Los condones, fabricados en China, eran parte de un cargamento de productos de contrabando, entre los que también había pastillas de adelgazamiento de imitación.
Imagen por Paul Keller / Flickr

Los agentes de aduanas italianos han incautado una remesa de 600.000 condones falsos. Son solo algunos de los productos falsificados intervenidos en el aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma.

La policía comunicó el martes que los condones — que fueron descritos como "perfectas imitaciones de marcas de marcas internacionales de primer nivel" — eran defectuosos y no eran aptos para el uso humano. Las pruebas a los productos incautados realizadas en un laboratorio oficial revelaron que los profilácticos habían sido elaborados con materiales químicos nocivos y no habían sido adecuadamente esterilizados.

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Según las autoridades, el logotipo del productor de condones británico Durex aparecía inscrito en los paquetes y en el folleto informativo alojado en el interior de la caja. La agencia de noticias italiana La Presse dijo que la falsificación era tan convincente que incluso "al ojo mejor entrenado" le hubiese costado distinguirlo.

Durex se abstuvo de responder a las preguntas formuladas por VICE News.

Agentes de la Guardia di Finanza — la fuerza de seguridad italiana responsable de los delitos financieros y de contrabando — se incautaron de más de un millón de artículos falsificados del cargamento, entre ellos 150 mil piezas de joyas de fantasía y 500.000 de suplementos dietéticos.

Según la web Roma Today, algunos de los suplementos eran réplicas de las pastillas de adelgazamiento Vila-Ananas — un suplemento para rebajar peso derivado fundamentalmente de la piña — que puede ser adquirido online a través de páginas especializadas.

Bernard Leroy, director del Instituto Internacional de Investigación de Medicinas Falsas (IRACM), declaró a VICE News que en 2013, el IRACM había estimado que en 2013 alrededor de 700.000 personas habían fallecido en todo el mundo a consecuencia de la ingesta de medicinas falsas.

El incremento de productos farmacológicos falsos, comentó, ha sido posibilitado por el aumento del comercio en Internet y por el florecimiento de las rutas de tráfico clandestino. Solo en 2014 las autoridades de todo el mundo se incautaron de 550 millones de dosis individuales de medicinas falsificadas, explicó.

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Leroy contó que la lucha contra las medicinas falsas "depende en enorme medida de la buena voluntad de las autoridades de cada país, especialmente en África y en Asia".

Las medicinas falsas sumaron el 1 por ciento de todas las medicinas vendidas en Europa — una cifra que palidece ante el 20 por ciento registrado en Rusia y el 30 por ciento de África, donde "la abundancia de mercados callejeros dificulta mucho interceptarlas".

"En Europa la mayoría de las medicinas falsificadas son aquellas que a la gente le da vergüenza comprar en farmacias, como Viagra, pastillas de adelgazamiento y anabolizantes", relató Lery, quien dijo que las redes de tráfico operaban cada vez más y más como "criminales o, incluso, como organizaciones terroristas".

Leroy se refirió a Captagon, una anfetamina introducida clandestinamente en Oriente Medio por guerrilleros yihadistas "para mejorar el comportamiento de los soldados y tranquilizar a los prisioneros antes de las ejecuciones filmadas".

Muchas organizaciones se han movilizado para luchar por detener el tráfico de medicinas falsas, entre ellas la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Organización Mundial de la Salud y la Interpol.

Según IRACM, las pastillas falsas contra la malaria provocaron la muerte de 122.350 niños en África, en 2013. Un artículo del Wall Street Journal, publicado el 29 de mayo de 1913, descubrió que las medicinas falsas incautadas en Luanda, Angola, no contenía ni uno solo de los principios activos de la sustancia que pretendían reproducir, sino que estaban elaboradas a base de "fosfatos de calcio, ácidos grasos y pigmento amarillo".

Sigue a Pierre-Louis Caron en Twitter: @pierrelouis_c

Imagen vía Paul Keller / Flickr