'¡Javier cayó, pero nunca se rindió!': los periodistas mexicanos gritan en las calles

Un amigo entrañable. Un maestro generoso. Un reportero como ya no los hacen. Un bato —la muletilla que usaba y que fascinaba a los periodistas extranjeros que lo buscaban por un consejo— que caía bien desde la primera cerveza. Un terco, soñador, loco. Un tipo tan grande que su homicidio desató que cientos de sus colegas salieran a las calles en varias ciudades del país para exigir justicia y condiciones para no volver a enterrar a uno de los suyos.

Así, amigos, colegas, conocidos y lectores del periodista mexicano Javier Valdéz, el gran cronista en Sinaloa sobre narcotráfico, lo despidieron horas después de su asesinato en la tarde del 15 de mayo. Decenas de admiradores de sus reportajes, de sus libros y de su columna Malayerba, que se publicaba en el semanario Ríodoce, se reunieron este martes afuera de la Secretaría de Gobernación, en la Ciudad de México, en una especie de protesta con ánimo de funeral.

Cerca de las 7:30 de la noche, la convocatoria publicada en redes sociales comenzó a surtir efecto: alguien colgó en las rejas del edificio donde se discute la seguridad interior una pancarta que rezaba "¡No más silencio, no nos callarán!". Luego, alguien ató una que exigía "No más violencia contra periodistas". En el piso, varios colocaron veladoras a manera de ofrenda. El escenario estaba listo.

Llegaron los periodistas veteranos, como Lydia Cacho, la autora del libro "Los demonios del edén", que denuncia las redes de pederastia en la política mexicana, para leer fragmentos del último libro de Javier Valdéz, "Narcoperiodismo". También llegaron los reporteros jóvenes, los que soñaron con escribir en un periódico alentados por las crónicas del sinaloense. Y los activistas por los derechos humanos, quienes pegaron en los muros del edificio las imágenes de los periodistas que han sido asesinados este año.

Ahí estaba el rostro bonachón de Javier Valdéz, junto a la mirada fuerte de la chihuahuense Miroslava Breach, también corresponsal del diario mexicano La Jornada. Las fotografías de los reporteros ultimados Maximino Rodriguez, Cecilio Pineda, Ricardo Monlui y Filiberto Alvarez. Abajo de sus imágenes, una pregunta que varios no dejaban de hacerse "¿Qué tipo de país funciona sin periodistas libres?"

"¡Basta, basta ya! El asesinato de un hombre como Javier Valdez nos ha cimbrado a todos, porque Javier era una gran periodista, un hombre excepcional, un hombre que como pocos logró darle rostro, nombre, apellido, a las víctimas del narcotráfico", clamó la periodista Carmen Aristegui, quien ahí estaba para honrar la vida de su amigo.

Cuando la noche cayó, el último acto para exigir un cese en los ataques a periodistas fue prender antorchas. Unas bolas de tela encedidas en lo alto de varios maderos acompañaron el grito final de la noche: "¡Javier cayó, pero nunca se rindió!"

Incluso en la noche, la memoria de Javier Valdéz halló cómo iluminar la oscuridad.

El asesinato de Javier Valdéz mueve la agenda presidencial

Sin la presencia de reporteros ni directivos de medios de comunicación, el presidente Enrique Peña Nieto anunció este miércoles tres "medidas extraordinarias" para hacer frente a las agresiones que sufren los periodistas en México.

Peña Nieto anunció que, en breve, se dotará de mayor presupuesto al mecanismo de protección de periodistas y defensores de derechos humanos; se creará un esquema nacional de coordinación con los estados y un protocolo único de operación; y se crearán fiscalías especializadas en cada estado para prevenir y perseguir los delitos contra comunicadores.

El anuncio fue hecho en la residencia oficial de Los Pinos durante una reunión urgente a la que fue convocado el gabinete de seguridad y todos los gobernadores.

El Presidente @EPN convoca a un minuto de silencio por los periodistas y defensores de DH caídos en el ejercicio y cumplimiento de su deber. pic.twitter.com/zm15Nuy861
— Presidencia México (@PresidenciaMX) 17 de mayo de 2017

La reunión ocurrió luego de las protestas del gremio en distintas ciudades del país y de la condena de organizaciones internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa, Reporteros Sin Fronteras, el Consejo para la Protección de Periodistas y organismos globales como la Unión Europea, la OEA y la UNESCO, entre otros.

Al inicio de su intervención, el presidente pidió un minuto de silencio por los periodistas asesinados en México y éste fue brevemente interrumpido por reporteros que gritaron "¡Justicia!" y "¡No más discursos!"

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