FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

Los refrescos podrían estar alterando tu ADN

La relación entre la ingesta de refrescos azucarados y el envejecimiento celular prematuro se suma a la creciente investigación sobre los potenciales riesgos para la salud asociados con el consumo de refrescos.
Photo via Wikimedia Commons

Un estudio reciente sugiere que el consumo regular de refrescos azucarados podría provocar un envejecimiento más rápido, y aumentar la probabilidad de contraer enfermedades y de fallecer prematuramente.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California San Francisco (UCSF) y recientemente publicado en la revista científica American Journal of Public Health, examinó a 5.309 adultos estadounidenses de entre 20 y 65 años. El equipo examinó los telómeros, que son estructuras encargadas de la protección del ADN situadas en el extremo de los cromosomas de las células, y descubrió una relación entre la ingesta de refrescos azucarados y la reducción de la longitud de los telómeros en los glóbulos blancos.

Publicidad

Esta reducción en los telómeros limita la regeneración celular y se han vinculado a una serie de enfermedades crónicas tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes y varios tipos de cáncer.

"Creemos que no nos pasa nada si bebemos refrescos en grandes cantidades, siempre y cuando no nos haga subir de peso", informó la Dra. Elissa Epel, profesora de psiquiatría y autora principal del estudio, a una filial local de la CBS. "Pero este estudio sugiere que existe una ruta invisible que conduce al envejecimiento acelerado, independientemente del peso que se tenga".

El tamaño estándar de un refresco ha aumentado de 250 a 600ml desde la década de los 50, de acuerdo con la Harvard School of Public Health (Escuela de Salud Pública de Harvard). Cerca del 5 por ciento de los estadounidenses ingieren por lo menos 567 de sus calorías diarias en refrescos azucarados. Los refrescos dulces con gas también proporcionan la mayor parte de las calorías diarias de un adolescente (226 calorías).

El consumo medio de refresco consumido por los participantes en el estudio fue de 350 mililitros diarios, y cerca del 21 por ciento informó haber bebido al menos 600ml. o más al día.

Los investigadores de la UCSF estiman, según sus cálculos, que el consumo diario de 600 ml de refresco correspondería a 4,6 años de envejecimiento celular prematuro - un efecto similar al observado en los resultados de quienes fuman habitualmente.

Publicidad

"El consumo regular de bebidas gaseosas azucaradas podría influir en el desarrollo de enfermedades, no sólo por forzar en extremo el sistema metabólico que controla los azúcares, sino también a través de la aceleración del envejecimiento celular de los tejidos", dijo Epel Epel. Por otro lado, su equipo no encontró un vínculo similar entre los telómeros más cortos y el consumo de zumos de frutas o refrescos de dieta.

La Dra. Epel dijo que esta es la primera vez que se ha hecho una asociación entre las bebidas azucaradas y el acortamiento de los telómeros, y quiso enfatizar que la vinculación no se debe confundir con la causalidad - por lo menos no en esta etapa de la investigación. Epel colidera actualmente un nuevo estudio que seguirá a los hábitos de los mismos participantes en el transcurso de varias semanas, a fin de poder determinar el efecto que tiene su consumo de refrescos sobre el envejecimiento de sus células.

"El acortamiento de los telómeros comienza mucho antes de la aparición de la enfermedad," señaló Epel. "Además, a pesar de que sólo estudiamos adultos en esta ocasión, es posible que el consumo de refrescos también se asocie con la disminución de los telómeros en los niños".

Este descubrimiento se suma a la creciente investigación sobre los potenciales riesgos para la salud asociados con el consumo de refrescos. Un estudio que monitorizó unos 40.000 hombres durante 20 años, descubrió que los que bebían una media de una lata de refresco azucarado al día, tenían un 20 por ciento más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón. Un estudio similar de 80.000 mujeres encontró que aquellas que bebieron la misma cantidad, tenían un 75 por ciento más de probabilidades de desarrollar gota.

Sigue a Samuel Oakford en Twitter: @sallyhayd

Imágen vía Wikimedia Commons