Imagen vía Rio 2016; Flickr/Matt Zimmerman
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Algunos atletas han sido obligados a surcar auténticos pantanos de mierda, mientras que los expertos en higiene están pidiendo encarecidamente a la gente que no toque el agua del grifo. Solo unos días antes de la ceremonia de inauguración, salió a la luz la noticia de que las autoridades habían tergiversado deliberadamente los datos sobre la toxicidad del aire en Río, que actualmente es tres veces mayor del mínimo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).Así, para empezar, en noviembre del año pasado, las autoridades brasileñas destruyeron la reserva natural de Marapendi, en Barra de Tijuca, para construir un campo de golf de 18 hoyos nada menos.Su construcción fue denunciada desesperadamente por conservacionistas y activistas, quienes denunciaron que la operación podría resultar devastadora para las especies locales. "Básicamente, el ayuntamiento de Río está cargándose a la reserva entera… ha desterrado a una reserva entera de caimanes, de serpientes y de pájaros", ha declarado el activista Lucas Duraes a la emisora brasileña NPR.Expertos de la salud piden posponer los Juegos Olímpicos de Río a causa del Zika. Leer más aquí.
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Las centrales hidroeléctricas que se levantarán allí no son ni un recinto deportivo ni la villa olímpica, sino una reacción a las necesidades energéticas que exige organizar unos Juegos Olímpicos. Por mucho que la energía hidroeléctrica sea teóricamente más limpia que el petróleo o el gas natural, lo cierto es que la construcción de la central de Tapajós esta suponiendo la irreparable deforestación de extensas franjas de selva amazónica pristina.Los conservacionistas aseguran que las centrales hidroeléctricas fulminarán el último afluente despejado del Amazonas. Miles de metros cuadrados de tierra quedarán inundadas durante la construcción, amenazando tanto a especies de animales como a tribus autóctonas.Para cuando los faraónicos proyectos se hayan consumado, la calidad del agua habrá sido alterada, el hábitat habrá sido degradado, y la zona se convertirá en el escenario de nuevos proyectos de construcción.
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